𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 13: 𝐔𝐍 𝐍𝐔𝐄𝐕𝐎 𝐂𝐎𝐌𝐏𝐀𝐍̃𝐄𝐑𝐎 𝐃𝐄 𝐓𝐑𝐀𝐁𝐀𝐉𝐎.

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SERENA. 🌙


Regresé a mi apartamento luego de la discusión con Seiya; mantenía mis ojos en el piso, observando como mis pies avanzaban por cada escalón, caminaba lentamente con ese nudo en la garganta que me ahogaba con inclemencia.

Caminaba por el solitario pasillo, todo estaba en silencio, tan  solo se escuchaba el eco de mis pasos al andar; llegué por fin a mi apartamento, tomé mis llaves y abrí la puerta.

―Serena― decía Petzite

―¿Dónde estabas?― preguntó Luna acercándose precipitadamente. ―¿Estabas llorando?―

Me quedé callada ante las preguntas de las chicas, oía sus voces tan distantes y apagadas. Luna me daba suaves palmaditas en el rostro como queriendo hacerme entrar en razón  pero todo era en vano; aún me encontraba sumergida en ese instante en donde le pedía a Seiya que se marchara.

―Está helada.― decía Luna con un tono de preocupación. ―Rápido Petzite, prepara un té y llama a un médico; Serena… ¿me oyes?...¡Serena―

―Seiya― dije con voz quebrantada.

Mi rostro se giró hacia Luna, pues ella lo tomó entre sus manos y me hizo verla.

―¿Qué pasa con Seiya?―

―Se fue―

Mis lágrimas empezaron a caer por si solas, mientras mi pecho se contraía por el dolor, los sollozos eran asfixiantes y mis manos temblaban.
En un acto de solidaridad, Luna me abrazó, tratando de consolarme pero todo intento era un  total fracaso.

Pronto llegó el médico que Petzite había pedido, sacó sus implementos y se dispuso a revisarme como era debido, de reojo vi que se reunió con las chicas, quienes sólo asentían ante las indicaciones que el doctor les daba, volvió hacia mí para darme una nota.

―Necesito que se realice estos exámenes y apenas tenga los resultados viene a verme a mí consultorio.―

Asentí.
Petzite se marchó junto al médico hacia la puerta.

―Serena; si gustas te puedo acompañar a tu habitación.―decía Luna, luego me extendió  su mano y me ayudó a levantarme.

Caminamos hacia mi cuarto, me senté al borde de la cama mientras Luna sacaba la pijama del armario.

―Estoy embarazada.―

―¿Qué?―

―Estoy embarazada, Luna.―

Giré mi rostro hacia el armario, viendo a Luna quien se recargó en la puerta del mueble mientras sostenía su boca con la mano cubriendo su gesto de asombro; parpadeó una y otras vez tratando de asimilar la noticia que le dí.

―De Seiya… Vino a verme hace unos instantes y yo… le pedí que me dejara en paz.―

Exhalé un suspiro cargado de frustración y automáticamente rompí en llanto, Luna se me acercó rápidamente para consolarme pero no podía contenerme, tal vez por las hormonas que se liberaban en el embarazo.
Petzite entró con el té que Luna le había pedido que hiciera.

―Has estado llorando; ten, tómate este té y descansa.―

Extendí mi mano y recibí aquella bebida caliente la cual me sirvió para dormir.

(…)

Era ya de madrugada, el despertador sonaba como de costumbre a las 5:30 am, me levanté de mi cama y traté de ir a la cocina, pero la voz de Luna me sorprendió.
―Serena; no deberías levantarte, el médico dijo que guardaras reposo.―

🌟𝑸𝑼𝑰𝑬𝑹𝑶 𝑽𝑬𝑹𝑻𝑬 𝑶𝑻𝑹𝑨 𝑽𝑬𝒁. (Terminada✅)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora