narra hyeri
Mierda, mierda, mil veces mierda, intentaran hacerles daño, estoy segura, necesito emprender acciones drásticas porque no quiero que les toquen un solo maldito pelo. Mientras yo esté aquí nadie les hará daño, meterse con los seres queridos de la primogénita y futura reina es meterse con ella así que eso se paga con la muerte.
Una muerte que yo misma me encargare de ejercer.
Daba vueltas y vueltas por el parque, Juyeon estaba conmigo, le había pedido que nos reuniéramos porque teníamos temas que tratar, incluido el tema de lo que ocurrió ayer en el supermercado.
― ¿Te das cuenta de lo que pasa ahora? ―me pregunto.
―Sí, sí me doy cuenta. ―le respondí mordiéndome las uñas.
―Tienes que alejarte, debes dejarlos Hyeri antes de que ocurra algo peor. ―obviamente no quería alejarme de ellos, ¿no entiende?
―No me quiero alejar, les tengo un gran cariño, les amo demasiado, se convirtieron en una parte especial en mi vida que es imposible soltar. ―conteste tratando de que me entendiera.
―Lo que haces es peligroso, es suicidio. ―está usando palabras exageradas.
―No es suicidio porque yo estoy con ellos, yo los voy a proteger, conmigo no correrán peligro, estarán bien. ―me puse frente a él―. Tú haces lo mismo con tus amigos.
―Las cosas son distintas aquí. ―negué varias veces―. ¿No qué?
―No es distinto porque también los pones en peligro, por el simple hecho de que somos lobos y convivimos con humanos los ponemos en peligro así que aquí no soy la única Juyeon. ―ataque logrando callarlo.
Tenía razón, yo tenía razón solo que mi hermanito es bastante soberbio como para aceptar cuando yo tengo la razón, ósea siempre.
Mido las consecuencias, estoy consciente de lo que puede llegar a suceder, pero también soy consciente de fuerza, poder y capacidad de cuidarlos y protegerlos como es debido. Yo no actuó sin antes saber a lo que me atengo, sé que cuando se enteren de la verdad posiblemente me quieran lejos y hasta hay probabilidades de que me odien, pero entenderán que lo hice por su bien.
Desde cachorros siempre hemos tenido una vida difícil, pero papá y mamá nos enseñaron a enfrentarnos a la vida salvaje tal y como era, tenemos lo suficiente para que podamos defendernos, fuimos entrenados a una temprana edad, perdimos muchos años de infancia solo por ello y ¿ahora que crecemos mi hermano me dice que no puedo proteger a esos chicos? Por la madre luna, he peleado contra otros lobos más grandes que yo, puedo proteger a mis amigos.
―Esta charla no llevara a nada, mejor me voy. ―me di la media vuelta para irme de allí.
No soportaba que Juyeon tirara tan malas vibras porque eso hacía que mi lobo se alterase, somos muy sensibles a ello así que preferimos evitar toda mala vibra que nos llegue.
Llegando a la empresa, sentí el jaloneo en mi ante brazo izquierdo, me encerraron en uno de los estudios y me quejé contra la persona que lo hizo.
―San, ¿qué diablos te sucede? ―le pregunte molesta.
― ¿Hay algo que nos estés ocultando? ―me pregunto tan de repente.
Tengo muchas cosas que les oculto, sí.
―No, nada, ¿por qué? ―me solté de su agarre.
―Es que no lo sé, todo esto se me hace tan raro, lo que paso ayer fue inesperado y la manera en cómo te enfrentaste a ese chico y como te empujo, fue extraño. ―comenzó a decirme mientras trataba de encontrar una explicación.
―Sannie no pienses en eso cariño, todo esta bien. ―puse mis manos en sus mejillas apretándolas suavemente―. No hay nada de que preocuparse. ―deje un beso en su frente, pero antes de que me fuera, me retuvo.
―Yo tuve que haberte protegido. ―dijo y note lo cabizbajo que estaba.
Corazón yo soy la que debo protegerlos no ustedes a mí.
―Hey eso no importa, también se defenderme. ―lo abrace para que se calmara un poco.
Estuvimos sentados en el pequeño sofá del estudio todavía abrazados, sentía a San bastante nervioso desde ayer así que necesitaba calmarlo y tratar de que toda cosa que le causara preocupación se borrase de su cabecita. Tenía que evitar a toda costa que sacara conclusiones.
― ¿Te puedo hacer una pregunta? ―dijo tan de repente.
―La estás haciendo bobo. ―respondí entre risas.
―Bueno, otra pregunta. ―yo asentí―. ¿Todavía sigues enamorada de Wooyoung?
Pero que buena pregunta me ha hecho porque ni siquiera yo misma se si sigo o no enamorada de él.
―No lo sé San, no lo sé. ―fue lo único que respondí.
Y era verdad, no estaba segura si todavía seguía enamorada de Wooyoung, si le tengo un amor enorme, pero es un amor diferente, percibo todo de manera distinta y no puedo poner del todo clara mi cabeza. Hay mucha confusión.
Me recargue en el pecho de San mientras él seguía rodeándome la cintura con ambos brazos, nos quedamos en silencio por unos minutos, comenzaba a quedarme dormida hasta que otra pregunta salió de él.
― ¿Puedo hacer algo? ―conteste sin mirarlo.
― ¿Qué cosa? ―le pregunté, pero no recibí respuesta.
Lo único que si recibí fue el toque de su mano izquierda en mi barbilla y como se acercaba para besarme.
Un beso que no negué y que mucho menos corte.
¡Madre luna ayúdame por favor!
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ꜱʜᴇ'ꜱ ᴀ ᴡᴏʟꜰ | ᴀᴛᴇᴇᴢ
Fanfiction𝐈'𝐌 𝐍𝐎𝐓 𝐅𝐑𝐎𝐌 𝐇𝐄𝐑𝐄 || ❝Tienes dos opciones: dejar el grupo y salvarlos o dejar la manada y ponerlos al filo del peligro, tu decides el destino de esos ocho chicos❞. Lo que ella no sabía era que existía alguien más astuto que, sin present...