chapter ten

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Abrí mis ojos lentamente, me molestaba la luz de la habitación, mi brazo dolía, intente incorporarme, pero solté un quejido por el dolor, la puerta se abrió dejándome ver a Hongjoong entrando alterado, me pregunto cómo estaba a lo que yo respondí que aturdida, reviso las vendas de mi brazo derecho, había gran parte de sangre y yo me altere.

― ¿Qué me paso? ―pregunte preocupada al ver toda la sangre absorbida por la venda.

―Te enterraron las garras y rasgaron parte de tu piel. ―me decía mientras removía las vendas.

Las heridas ya no estaban, no había ningún rastro de cicatriz, solo estaba el rastro de sangre en éstas.

―Tienes que explicarnos muchas cosas. ―las tiro en una bolsa mientras yo asentía poniéndome mi sudadera.

―Lo haré ahora mismo, no te preocupes. ―él asintió, me ayudo a salir de la cama y nos dirigimos hacia la sala.

Me dejo allí frente a los chicos, Hong tiraba la bolsa en el baño y al salir noto el silencio de terror que se formó porque cuando me vieron parecía que estaban viendo a un monstruo, lo sentí en sus miradas y en sus olores, sobre todo Jongho quien casi se estaba escondiendo de mi haciéndose bolita en su lugar a lado de Seonghwa.

Yo no quería esto, no quería causarles miedo, pero ni siquiera los preparé, simplemente me convertí frente a sus ojos y ahora parece que no me quieren hablar, siquiera mirar porque piensan que quizás les haré algo. El único pasable que no estaba mirándome tan asustado era Wooyoung, quien ya sabía lo que era, pero obviamente no me había visto convertirme.

―Yo, estem supongo que les tengo que dar explicaciones, se las merecen de hecho, pero la verdad no sé cómo dárselas, es raro para mí. ―ni yo misma sabía lo que estaba diciendo.

― ¿Así que esa es tu otra identidad? ―pregunto Yeosang y yo asentí.

― ¿Tu ya sabías lo que era? ―pregunto sorprendido Mingi.

Kang me miro, yo accedí a que lo contara. De todas formas, el secreto no duraría mucho tiempo guardado, en algún momento se enterarían.

―Yo vi cuando estaba peleándose con otro de su especie, trataba de protegernos porque ese nos quería dañar, ―me miro―, lo hizo para protegernos de ese chico lobo.

― ¿Y qué le paso? ―la pregunta era dirigida para mí.

―Murió al instante cuando lo lance a la pared de concreto y ésta se rompió y los escombros quedaron sobre él. ―y como lo esperaba, sus reacciones valían oro.

― ¡¿Asesinaste a ese otro lobo?! ―asentí―, ¿eso esta permitido? ―volvió a preguntarme San.

―Pues sí, es la ley de la supervivencia, además, es válido cuando se defiende a la manada y a los humanos cercanos a ti, bueno en este caso, a mí. ―me señale a mí misma.

Al menos estaban haciendome preguntas, no estaban alterados, asustados sí, pero no alterados, y eso era lo que precisamente quería, necesitaba paz y tranquilidad para poder yo darles las explicaciones que me estaban pidiendo.

― ¿Por qué no nos dijiste? ―me pregunto Wooyoung―, ¿Por qué no me dijiste a mí?

―Yo no podía revelar quién era, cuando te mezclas con los humanos no puedes dar a conocer tu identidad porque no sabemos quién puede ser un espía. ―tome asiento mientras daba el curso de la plática, todo va bien hasta ahora.

―Eso quiere decir que no confiabas en nosotros. ―negué a lo que Jongho dijo.

―No es que no confiara en ustedes, todo se debe por precaución. ―dije sinceramente.

No mentía, era la verdad.

Entre nosotros los lobos existía aquella parte de precaución en ese punto exactamente, siempre debíamos mantenernos alertas, aunque estuviésemos rodeados de lobos. Yo estaba (y sigo estando) obligada a guardar mi identidad porque convivo con humanos, hay muchos lobos que también pueden convertirse en humanos así que no guarde este secreto a propósito, todo tiene un fin y esto también: protegerlos, solo eso.

―No nos harás daño, ¿verdad? ―negué.

―No se tienen que preocupar por ello, yo al convivir con ustedes debo tener la obligación de protegerlos de los lobos que quieren dañarlos. ―respondí a la pregunta de Yunho―. Solo quiero que no sientan miedo de mí, ese no es mi propósito.

Les hice sentir un poco mejor, pero sabía que existían muchas dudas así que prefería que me las dijeran todas ahorita.

―No sabía que Juyeon también era un lobo. ―dijo Seonghwa.

―Es mi hermano menor, soy la mayor solo por diez minutos de diferencia. ―reí.

―Entonces por eso eres la primogénita. ―asentí a lo que Yeosang dijo.

―Desgraciadamente si, por esa misma razón soy la primogénita. ―sonreí sin ganas.

― ¿Por qué dices eso? ―pregunto Wooyoung, otra parte que debía explicarles.

―Yo no soy un simple lobo blanco de ojos lilas. ―ellos se quedaron callados esperando a que siguiera hablando.

Esta parte también puede afectar mucho a la conversación que San y yo dejamos pendiente antes de salir disparados a recoger a los chicos.

―Soy la futura reina de la manada Alaska, en tres semanas es mi presentación ante la madre luna y los lobos, ―mire a San para decir lo siguiente―, y también será la relevación de mi compañero de vida.

― ¿Tu compañero de vida? ―pregunto Wooyoung confundido.

―El lobo con el que pasare el resto de mi vida. ―tanto San como Wooyoung me miraron al mismo tiempo.

―En pocas palabras, tu futuro esposo. ―asentí a la respuesta de San.

Será un lobo al que me veré obligada a amar porque la luna jamás ha revelado a un humano como mate de un lobo.

Y esta vez, no será la excepción.

ꜱʜᴇ'ꜱ ᴀ ᴡᴏʟꜰ | ᴀᴛᴇᴇᴢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora