chapter nine

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Trataba de manejar tranquila, pero los nervios me estaban comiendo viva. Tenía a Seonghwa de copiloto y cada cinco minutos me decía que bajara la velocidad, Yunho le avisaba a Hong que ya íbamos por ellos y San iba en silencio, mirándome de vez en cuando. No era momento de hablar, era momento de ir por los chicos y regresarlos sanos y salvos al dormitorio.

Quedamos atrapados en medio de un embotellamiento, rodeé los ojos desesperada y comencé a sonar el claxon cada cierto tiempo.

―Hyeri tranquilízate, llegaremos a tiempo. ―me pidió Seonghwa.

Tengo los nervios de punta y no me puedo calmar.

Fije un vistazo rápido a la luna, estaba siendo cubierta por las nubes, en cualquier momento la dejarían a la vista y mi lobo comenzaría a molestarme queriendo salir, por eso necesito llevar a los chicos al dormitorio antes de que me dé la luz de la luna.

Me abrí paso entre dos filas de coches, aumente la velocidad para salir de allí y así poder tomar el atajo para llegar más rápido a la carretera del bosque. En menos de diez minutos estuvimos allí y vimos al resto, me estacione detrás de la otra camioneta y bajamos los cuatro.

―Deberíamos irnos antes que caiga más la noche. ―sugerí.

―Sí, pero debemos llamar a Jongho y a Yeosang. ―mire a Wooyoung.

― ¿Dónde están? ―le pregunte acercándome.

―Están cerca en el bosque. ―quise por todos los medios disimular mi desesperación.

Operación fallida, me altere.

―Es muy tarde, no entiendo porque los dejaron ir, debemos llamarlos para que vengan y regresemos todos al dormitorio. ―saque mi celular, pero no tenía señal―. No tengo señal, ¿ustedes?

Negaron, que conveniente, nadie tiene señal.

No perdí ni un maldito segundo más y corrí hasta adentrarme en el bosque, los demás me siguieron y me gritaban para que me calmase, parecía mamá desesperada por sus hijos, pero no puedo permitir que estén solos, no entiendo porque Hongjoong los dejo ir así sin más.

―No vuelvan a irse así, debemos irnos ya. ―les regañe cuando los encontré.

―Lo siento noona, no volverá a pasar. ―se disculpó Jongho y yo los abrace a ambos.

―Solo vámonos de aquí. ―mire a Hongjoong y éste asintió.

Dimos tan solo un paso cuando escuchamos el crujir de unas ramas, yo trague saliva y Yeosang me miro dándose cuenta de mi nerviosismo. Los ruidos aumentaban conforme se iban acercando, las patas ocasionaban esos ruidos en el pasto, sé que ellos andan aquí, están cerca, percibo sus olores y sé que es más de uno. Si es una manada de lobos, no podré protegerlos.

―Hyu-hyung. ―jaloneo Mingi la camisa de Seonghwa.

Todos miramos a la misma dirección que él; había tres lobos de 1.80 de tamaño, eran grises y nos miraban fijamente, si yo no sabía cómo reaccionar, menos los chicos, estaban todos asustados.

―No corran, será peor. ―dije tratando de mantener la calma―. Si corren los perseguirán y será peor, todos se quedan juntos, ninguno se separa. ―finalice aumentando más los nervios de los demás.

―So-son lo-lo-bos. ―me dijo tartamudeando en un susurro Yeosang y, aunque no fue pregunta, yo asentí.

Las nubes se estaban dispersando, mi piel comenzaba a picar porque mi lobo ya estaba molestando con querer salir, además, había peligro, se ponía más insoportable cuando se trataba de proteger a los chicos.

Eran tres, no podría moverme con facilidad, si se atrevieron a retarme es porque también son fuertes o porque uno de ellos... uno de ellos tiene que ser el primogénito de otra manada, por eso vienen. Sí, eso es, uno de esos tres lobos tiene que ser el primogénito y por consecuente el próximo rey de su manada porque si son lobos menores no se atreverían siquiera a venir y pararse en cuatro patas para enfrentarme.

― ¿Qué haces? ―pregunto asustado San cuando yo comencé a dar unos pequeños pasos hacia enfrente.

Antes de que pudiera responderle, Mingi pego un grito agudo, había un lobo negro justo al lado de ellos, se trataba de mi hermano, supongo noto el peligro y quiso venir a ayudarme.

"¡Déjame salir!"

Gritaba mi lobo, rasguñándome fuertemente y haciendome caer por el dolor, impedí que a los chicos se acercaran a mí, me puse de pie, Juyeon se colocó a mi lado, las nubes se dispersaron por completo y la luz de la luna me toco, miré a los ocho frente a mí, tratando de decir algo, pero el miedo no los dejaba, así que antes de transmutarme les dije:

―Yo me encargo.

Y en un abrir y cerrar de ojos, a punto de arrepentirme, lo deje salir haciendome transmutar mostrando mi lobo blanco de ojos lilas.

En algún momento tenía que pasar, pero quería primero decirles antes de mostrarlo, no quería que sucediera así y que ellos quedaran más asustados de lo que ya están. Solo necesito matar a estos y correr el riesgo de que alguno sea el primogénito y así me gane más odio por parte de los otros lobos.

Las explicaciones vendrían luego, tenía tres lobos que asesinar.

ꜱʜᴇ'ꜱ ᴀ ᴡᴏʟꜰ | ᴀᴛᴇᴇᴢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora