Todo se volvió cada vez más confuso.
—¿Me vas a decir por qué? —La pregunta de Uriel logró sacarme de mis pensamientos.
—Es que no tengo ni la menor idea —Mentí, porque de cierto modo conocía la razón por la cual mi nombre estaba en ese libro.
—Solo pude leer las primeras veinte páginas, las demás están en un idioma que no logro reconocer. Me pareció extraño, parecía ser un relato incompleto o una continuación de algo.
Porque era exactamente eso. Lo que él tenía en sus manos era la continuación del libro que me metió en todo esto, necesitaba leerlo para saber cómo acabaría todo, o por lo menos para tratar de entender cómo y por qué yo estaba aquí.
—¿Cómo obtuvo ese libro?
—Lo encontré de casualidad —respondió con tono de voz monótono, algo me dijo que estaba mintiendo.
—Necesito ese libro. No puedo decirle la razón, pero lo necesito. Es un asunto de vida o muerte.
—Tienes razón.
—¿Cómo?
—Aquí dice que mueres —Señaló una frase del libro, la cual estaba en un extraño lenguaje.
Eso no debería ser cierto.
Según había leído, Atenea fallecía a manos de Froilán justo después de que se casaron, por eso evité casarme con él y actualmente tenía mucho tiempo sin verle. ¿Cómo podría él matarme?, a menos que esta vez muriese de otra forma.
—¿De qué manera muero? —cuestioné acercándome más a su escritorio y observé fijamente la frase en la que según él se mencionaba mi muerte.
—Te lo diría —Cerró el libro de golpe—, pero no has respondido la primera pregunta que te hice —Lo guardó en una de las gavetas de su escritorio.
Uriel era un hombre bastante curioso, no conocía mucho sobre él, pero no tuve otra alternativa más que contarle la verdad.
—¿Quiere toda la verdad?, bien, se la diré —Me senté sobre una esquina del escritorio—. Mi nombre real es Darya Archer y no pertenezco a este mundo. Tú y todos los que conoces no son más que personajes de un libro el cual por desgracia leí. Por alguna razón este estaba incompleto y la continuación es ese libro que acabas de guardar.
—Espera, si esa es la verdad, no imagino poder escuchar tus fantasías.
—No miento, fui asesinada y reencarné formando parte de este libro.
—¿Ahora me vas a decir que tienes el papel protagónico y todo gira en torno a ti?
—Solo soy un personaje secundario, la protagonista es otra.
—¿Qué hay de ella?
—No lo sé, supongo que no hará aparición hasta que yo muera.
—¿Eso por qué?
—Porque así es como se conocían ella y Arthur, en mi entierro o después de él, no recuerdo bien.
—¿Arthur?, ¿qué tiene que ver él en todo lo que cuentas?
—Es el protagonista.
—¡Pfff! —Se aguantó una risa— Supongamos que te creo, ¿cómo fuiste asesinada?
—Me lanzaron de un puente, caí al agua y me ahogué. ¿Acaso importa? —espeté molesta porque él no parecía confiar en mis palabras.
—Qué triste —Me observó sonriente por unos segundos y luego se puso a buscar entre los cajones de su escritorio—, no obstante, cabe destacar que tienes una buena imaginación, ¿nunca pensaste en escribir?, lo digo para que no se desperdicien esas absurdas ideas —sugirió mientras rebuscaba.
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Vivir por siempre
RomanceTodos hemos escuchado alguna vez esa frase que decía que los libros tenían el poder de transportarnos hacia otras realidades posibles, nos hacían viajar entre mundos percibiendo la vida de mil maneras distintas. Que: "Un lector vive mil vidas antes...