Remojaba aquel pincel en alguna mezcla de varios colores y luego brindaba un brochazo sobre el lienzo. Y mientras lo hacía, su nariz se arrugaba al tratar de sostener sus lentes, y el corazón se alocaba con cada facción dibujada. Necesitaba plasmar aquello que en su mente se había grabado cuán canción en una memoria usb, no, no podía sacar una simple imagen de la cabeza.No había podido dormir. El insomnio le había acompañado toda la noche hasta el amanecer.
Ese sábado se había levantado a las siete de la mañana, recorrió el largo pasillo que conducía a la habitación de sus padres, por supuesto, ellos seguían durmiendo, posiblemente habían llegado demasiado tarde a casa la noche del viernes por trabajo, después se pasó por el cuarto de su hermana, quien se encontraba en el quinto sueño, se acercó a ella y pasó un mechón de su cabello por detrás de su oreja, tomó asiento a su lado hundiéndose en la cama, y se quedó mirándola unos cuantos segundos, Chae Young era su mundo entero, siempre había tenido la necesidad de protegerla, de ayudarla siempre que lo necesitase, pero últimamente la sentía tan lejana, tan jodidamente lejos de él.
Un largo suspiro lo abandonó, depositó delicadamente un efímero beso sobre su frente y finalmente salió para evitar despertarle. Al ser el único despierto, y al no tener mucho por hacer, decidió ejercitarse un poco, salió a trotar sin rumbo alguno sobre las calles de esa nueva ciudad para tratar de despejarse y terminó perdido en una de las cientos de calles, frente a un vecindario sumamente alegre, pero entonces, como si fuese una simple casualidad, pasó.
Había encontrado la casa de los famosos hermanos Do. Bueno, quitemos lo famosos, ya que en realidad les gustaba pasar desapercibidos.
Y al frente de ella, justo en medio de ese jardín repleto de flores, se encontraba: Do Hana.Aún tenía la pijama puesta, un mameluco de dinosaurio, y su largo cabello castaño atado en una coleta alta. De pronto, un chico de cabello negro salió de la casa con la misma pijama.
—¡Hana, me veo ridículo!—le exclamaba—¡No voy a salir así a la tienda! Si quieres ve tú.
—¡Eso no es verdad Hanse, y t-te vez adorable!—era lo que ella le respondía—Ahora cumple con t-tu castigo.
—¡No puedes obligarme! ¡Mamá!
De cierta manera, al peli negro quien se encontraba observando tal escena, le divertía, le entretenía, le encanto el hecho de poder encontrarla en ese estado, pues se veía sumamente tierna. Había descubierto una nueva faceta aparte de la timidez que siempre la acompañaba cuando intentaba acercarse.
—¡¿Pero que demonios estoy haciendo?!—se maldijo en voz baja cuando se percató de que estaba sonriendo como todo un tonto que se respeta.
De pronto, los dos hermanos caminaron por la acera y doblaron en la esquina, ahí supo que era el momento de irse o podría ser descubierto por la chica, y lo que menos quería, era envolverla en una incómoda situación, pues eso solo provocaría su lejanía.
Y ahí se encontraba Jeon Jungkook.
Dando pincelada tras pincelada, con las manos llenas de pintura, encerrado en su habitación para no desconcentrarse, tratando de plasmar lo recién visto antes de que se borrara permanentemente de su memoria.
Ni el mismo se entendía.
No es que fuese tímido con las chicas, tampoco es que fuese un total y descarado Adonis con ellas, mucho menos decir que las chicas no le gustaran, de hecho, lo volvían loco, es sólo que...nunca, en los dieciocho años de vida que llevaba, se había visto atraído por una de tal forma, quizá de manera física, más no sentimental. Así que no sabía con exactitud, cómo era esa sensación de querer a alguien que no es de tu familia, extrañarla a cada minuto del día, sentir celos cuando alguien trate de coquetearle o yo que sé.
Pero cuando vio por primera vez a esa castaña, aquel día que abrió la puerta sin antes pedir permiso como siempre hacia, se vio envuelto en un choque eléctrico que le hizo erizar los vellos de sus brazos y nuca. No, su físico no era nada parecido con el de las chicas que anteriormente habían llamado su atención, absolutamente en nada. Así que sabía, que aquella sensación iba más allá de lo físico.
Pero...¿Por qué?
¿Por qué con ella? ¿Por qué cuando no la conocía?
¿Porque? Si la castaña era una total extraña.
Acaso...¿Era por el hecho de que se había vuelto amiga de su hermana? No lo sabía, y necesitaba averiguarlo.Pero de algo si estaba seguro. Le atraía, le atraía tremendamente cuán moneda frente a un imán.
De pronto, un escándalo se presenció por toda la parte del segundo piso haciéndole desconcentrar y enchuecar la línea que en ese momento estaba trazando.
—¡Chae!—grito en frustración, pues su trabajo estaba de cierta manera arruinado.
Se levantó hecho una furia y salió de su habitación en busca de la chica para decirle unas cuantas cosas, sin embargo, apenas puso un pie dentro del cuarto de la joven, visualizó todo hecho un vil desastre.
—¿Qué rayos pasa aquí?—cuestionó el peli negro inaudito, sabía que su hermana era una completa adicta al orden, y encontrar su habitación en ese estado, era algo completamente sorprendente.
—¡Hana me habló!—le respondió y por supuesto al oír a la mencionada, prestó toda su atención.
—Ajam, Y entonces...¿Qué te dijo?—bacilo caminando hasta el borde de la cama para tomar asiento.
¿A dónde había ido todo el enojo de hace un momento?
—Un tal Kevin Moon hará una fiesta mañana por la noche.
"¿En lunes?" Se cuestionó el peli negro.
—Invitó a un tal Jin, Jin invito a MinA, y minA invito a Hana, entonces Hana me invito a mi—explicó rápidamente buscando entre su ropa, y si el chico no le estuviese escuchando atento, no hubiese podido entenderle—Es una fiesta de disfraces.
—Así que...¿Hana irá?—cuestiono tratando de no sonar tan interesado.
Necesitaba recaudar información.
—¿Qué si Hana irá? —cuestionó deteniendo la acción cometida—Bueno, ella me invitó, así que...creo que es más que obvio que si lo hará ¿No?
—¿Sabes de que se disfrazará?
—¿Interesado, Jeon?—le respondió casquivana.
—¡Sólo trato de entablar una sana conversación con mi hermana! ¡¿Es mucho pedir?!—exclamo poniéndose rojo de la vergüenza, ganando solo una carcajada de la parte contraria.
—Era broma, bromeaba Kook, cálmate—le dijo la rubia—Y respondiendo a tu pregunta, ella aún no tiene idea de qué disfraz usar, al igual que yo.
—¿Puedo acompañarte?—soltó de pronto sin pensar—No te vigilare ni nada de eso, tú irás con tus amigos, yo invitare a los míos, cada quien por su parte...sólo, necesito despejarme de la ajetreada vida estudiantil—explicó rápidamente, esperando no ser descubierto.
—No le veo ningún problema, de acuerdo—respondió tranquilamente.
—Bien, entonces...supongo que comenzaré a preparar mi vestuario.
Si...había sido alto precipitado respecto al tema de la castaña, pero necesitaba tratar de acercarse a ella de alguna forma y descubrir, la causa de ese extraño sentir.
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Cómo conquistar a tu crush en 5 pasos [Jin]
FanfictionDonde Kang MinA quiere conquistar al chico que siempre le ha gustado con la ayuda de esa gran lista de pasos escrita por Kim Seok Jin. Al tiempo en que sus amigos descubren el amor. Pero..¿Ese chico realmente valdrá la pena? El amor te puede llegar...