-¡¡Chae Hyung Woooon!!
Hyung Won abrió los ojos despacio nada más escuchar su nombre. Las cortinas de la habitación estaban completamente cerradas, de modo que no entraba demasiada luz al dormitorio, aunque fueran las doce del mediodía.
Por alguna razón que todavía no se explicaba, no le había sorprendido en absoluto escuchar la voz de Ho Seok llamándole a voz en grito desde fuera de la casa. Apenas se conocían y era la primera vez que Ho Seok hacía algo como eso, pero por alguna razón sonaba a algo que Ho Seok haría.
Se levantó de la cama despacio, corrió las cortinas y se asomó a la calle. Ho Seok estaba abajo, subido en una bicicleta mientras sujetaba con la mano una naranja que no se parecía en nada a la negra que le había cogido prestada a Yu Na días atrás.
-Hyung, no creo que a medio pueblo le interese saber que quieres hablar conmigo.
-Te sorprendería lo chismosa que puede llegar a ser la gente de pueblo, Hyung Won -contestó él-. Va, baja. Que nos vamos a la playa.
Hyung Won, confuso como estaba, volvió a mirar la hora en su reloj de muñeca.
-Son las doce del mediodía.
-Exacto. Si te das prisa podemos llegar a la una o la una y media para comer allí.
-¿¡Vamos a hacer un trayecto de una hora o más en bici!? -le gritó Hyung Won, estupefacto. Ho Seok se preguntó dónde había quedado eso de que no se enterara medio pueblo de lo que hablaban.
-¿Con los palitos de cangrejo que tienes por piernas? Venga ya, no me hagas reír, acabaría teniendo que llevarte a cuestas. No, nos vamos en autobús. Así que baja una toalla y un bañador porque el bus sale en media hora y no me gustaría perderlo, que el siguiente no pasa hasta las tres. Mira, si hasta te he conseguido una bici. Es de mi amigo Matthew, que mide más o menos como tú, para que no llores.
-¡¡Eh!! Que yo no lloro -se quejó. Lo que acababa de decir era una burda mentira, él lloraba por todo, pero eso Ho Seok no tenía por qué saberlo.
Frunció el ceño, y luego miro dentro de la habitación. Ho Seok le estaba hablando como si él ya le hubiera dicho que sí, lo cual le gustaba y no le gustaba. Le gustaba que contara con él y que quisiera pasar tiempo con él y llevarle a sitios, le gustaba estar con él en vez de quedarse en su aburrida habitación de esa casa rural, pero por otro lado no le gustaba tener la sensación de que no podía decirle que no.
¿Qué pesaba más en ese momento? Pues que Hyun Woo no estuviera y que su plan para ese día fuera mirar el techo hasta que se hiciera de noche.
Miró a de nuevo a Ho Seok.
-Dame cinco minutos.
Pero no tardó cinco, ni diez. Tardó casi un cuarto de hora entero.
Para cuando salió del hotel, Ho Seok estaba a punto de entrar para adentro a preguntarle qué diablos estaba haciendo. Trece minutos había tardado. Ho Seok estaba perplejo.
-A buenas horas -le dijo-. Estaba empezando a pensar que te habías olvidado de mí.
"Tú no te has mirado al espejo esta mañana o algo porque, sino, no te creerías lo que acabas de decirme" pensó. No, si había tardado tanto era porque él era lento por naturaleza, y porque, encima, no había deshecho la maleta del todo todavía y no sabía dónde tenía las cosas. Cuando ordenó sus ideas, metió con prisas la toalla, el bañador y la crema solar en una mochila, y luego se vistió con prisas con unos tejanos cortos, una camiseta de manga corta y una gorra, y bajó corriendo para abajo después de decirle a sus padres que se iba y que no volvería hasta tarde.
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301 miles to find you » Hyungwonho. MONSTA X
RomanceHyung Won pensó que aquel sería el peor verano de su vida. En un pueblo en medio de la nada con muchos bichos, mucho sol y cero cobertura, solo esperaba dos semanas terriblemente aburridas. Pero allí conoció a Ho Seok, y su vida dio un vuelco. Mien...