El calor era insoportable. Una ola de calor había llegado sin avisar, y ahora todo el pueblo estaba sufriendo las consecuencias de un calor infernal que hacía que ni de noche las temperaturas bajaran de los treinta grados.
Hyung Won y Ho Seok ya no sabían dónde meterse. Eran las tres de la madrugada, y habían terminado en un parque infantil para niños (el único que debía haber en todo el pueblo), comiendo helado tumbados en unos bancos mirando las estrellas. Aunque la intención de estar allí no era mirar las estrellas, era soportar un poco ese calor que ni de noche daba tregua.
Los días anteriores, por la noche en el pueblo hacía frío. No frío suficiente como para considerar que no era verano, pero algunas noches que habían salido, Hyung Won se había visto poniéndose una chaqueta. La ola de calor acababa de llegar, pero Hyung Won ya echaba de menos esos días.
-Esto es una locura -le dijo Ho Seok a Hyung Won-, pero... Sé que son las tres de la mañana pasadas, pero ¿te meterías en la piscina conmigo si te lo pidiera? No aguanto más este calor.
Agarró su camiseta para separarla un poco del cuerpo, y pudo sentir la forma en que la tela se le había pegado a la piel. Suspiró, y se incorporó.
Llevaba una camiseta de manga corta de color gris claro, e incluso bajo la luz naranja de las farolas, se apreciaban las marcas de sudor en ella, sobre todo en sus axilas. Hyung Won se lo quedó mirando, y cuando Ho Seok se dio cuenta de dónde estaban los ojos de su acompañante, notó un nudo en el estómago y cruzó los brazos por encima del pecho para ocultar un poco esos surcos de sudor que no necesitaba mirar para saber que estaban ahí.
¿Qué clase de impresión iba a darle a Hyung Won, sudado de esa manera? Sintió ganas de salir corriendo. Se acabó el helado, y echó el palo a la papelera.
Hyung Won, sin dejar de mirarle y sin poner ninguna expresión en la cara, se llevó la paleta de hielo que tenía en la mano a la boca, y le dio un mordisco.
-Si eso era una opción, ¿por qué diablos seguimos aquí?
Le dio otro mordisco a la paleta, mientras todavía miraba muy fijamente a Ho Seok. Ho Seok se preguntaba por qué no podía parar de hacerlo, de observarle de esa manera tan inquisitiva como si no pudiera evitar fijarse en lo que en ese momento estaba mal en él. Le daban ganas de ponerse a llorar.
Al final no lo soportó más y se acabó quitando la camiseta. No sabía de qué manera eso arreglaba algo, pero no podía soportar más esa mirada encima de él. Tal vez había subestimado sus propias inseguridades, o más bien el calor que iba a hacer. Debería haberse puesto una camiseta negra, ahí no se hubieran notado las marcas.
Hyung Won no dejó de mirarle, y él se pegó la camiseta al pecho mientras se encogía un poco sobre sí mismo, viéndole incorporarse todavía con la paleta en la boca.
-Perdón -acabó diciendo Ho Seok. Hyung Won frunció el ceño y le miró con intriga.
-¿Por qué te disculpas ahora?
-Porque estoy todo sudado y feo y... por favor no me mires más así, ya lo sé.
Todavía más confuso, Hyung Won sacó del palo de la paleta de hielo lo que quedaba de helado con los dientes, y después de lanzar el palo a la papelera, se acercó hasta Ho Seok y se sentó a su lado.
-Hyung, no sé qué mosca te ha picado -le dijo, después de tragarse el trozo de helado-, pero es imposible que creas que puedes llegar a estar feo.
Ho Seok se encogió todavía más sobre sí mismo, y Hyung Won tuvo que resistir el impulso de acercarse de más, de ponerle la mano sobre el muslo y de morderle o lamerle la oreja. Dios, no sabía qué le pasaba, pero la timidez de Ho Seok tan de pronto y lo sudado que estaba, sin camiseta y con esos shorts, le daban ganas de tocarle mucho. Demasiado.
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301 miles to find you » Hyungwonho. MONSTA X
RomanceHyung Won pensó que aquel sería el peor verano de su vida. En un pueblo en medio de la nada con muchos bichos, mucho sol y cero cobertura, solo esperaba dos semanas terriblemente aburridas. Pero allí conoció a Ho Seok, y su vida dio un vuelco. Mien...