-Venga va, hyung. Es una pregunta sencilla -dijo Chang Kyun-. ¿A cuál de los dos prefieres?
Ki Hyun hizo una mueca. Esa no era una pregunta sencilla, y tener a Yu Na y a Chang Kyun mirándole así, como si su respuesta fuese a hacer que alguno se enfadara, no le estaba haciendo ninguna gracia.
-Me acojo a la quinta enmienda.
-Venga, oppa -se quejó Yu Na-, eso en Corea no existe.
-Debe haber algo que me evite contestar algo que hará que uno de los dos me salte al cuello.
Yu Na resopló, y Chang Kyun rodó los ojos y se recostó en el respaldo del sofá.
-Contesta -dijo Ji Min desde la piscina, sin dejar de echarle agua en la cara a Kaeul. El pastor alemán saltaba de tal modo en el borde con tal de cogerla con la boca, que parecía que fuese a caerse en cualquier momento-. Podrán vivir con ello, oppa.
-Lo que no sé es si yo podré vivir con ello. Los dos son expertos en hacerme la vida imposible si les llevo la contraria.
-¡Oye! -exclamaron los dos al unísono.
-Y por esa regla de tres -dijo Yu Na-, deberías darme la razón a mí. Chang Kyun-ssi se irá cuando termine el verano. Yo puedo amargarte el resto del año.
-Sagitarios -farfulló Chang Kyun por lo bajo. Yu Na, que le había oído perfectamente, le miró con la nariz arrugada y se acabó cruzando de brazos también.
-Sinceramente -dijo Ki Hyun-, me dais el mismo miedo los dos. Además, ¿qué más da a quién prefiera? Es absurdo.
-Es importante -dijo Chang Kyun.
Ki Hyun se giró sobre el sofá y miró a Ji Min.
-Por Dios, ayúdame.
Ji Min dejó de levantar agua, y después de mirar a su hermano, suspiró.
-Pero hay tres opciones, no hace falta que escojas ninguno de los dos.
-¡Pero ya les he dicho que el de planta no me gusta! Es entonces cuando han empezado a pelearse por escoger por mí.
Él solo quería jugar a ese maldito videojuego, ¿por qué se lo ponían tan difícil? La consola llevaba abandonada como media hora en la mesa de centro de la terraza. No había conseguido jugar más de diez minutos antes de que surgiera El Dilema en mayúsculas, viendo la reacción de esos dos.
-Hagámoslo a cara o cruz, ¿qué más da? Es solo un juego -les dijo.
-No -contestó Yu Na, emberrinchada-. Venga, escoge a Piplup y ya. Chimchar puede ser bonito pero al evolucionar se vuelve horrible.
-¡Oh por Dios! -se quejó Chang Kyun-, no es tan feo. Y aunque lo fuese, nadie en su sano juicio escogería a Piplup para jugar al Perla. ¡El legendario de ese juego es Agua/Dragón! Coger un Pokémon del mismo tipo que el legendario de una edición es la cosa más estúpida que puedas hacer. El equipo te va a cojear así.
Yu Na le miró, incrédula.
-¿Qué más da repetir tipos? Súbelos más de nivel, ni que la cuarta generación de Pokémon fuese tan difícil. Empoleon es el más bonito, ¡es un pingüino emperador! Monferno es solo un mono feo. ¡Y está Lucario! ¿Qué vas a hacer con Lucario?
Ki Hyun, que ya se había mareado con tantos nombres, volvió a mirar a su hermana.
-Están hablando en ruso ahora mismo -le dijo a su hermana-, porque no les entiendo una palabra.
De fondo, Chang Kyun y Yuna seguían debatiendo con tanta intensidad que parecía que discutieran sobre cosas importantes, en vez de sobre un videojuego de Pokémon.
ESTÁS LEYENDO
301 miles to find you » Hyungwonho. MONSTA X
RomanceHyung Won pensó que aquel sería el peor verano de su vida. En un pueblo en medio de la nada con muchos bichos, mucho sol y cero cobertura, solo esperaba dos semanas terriblemente aburridas. Pero allí conoció a Ho Seok, y su vida dio un vuelco. Mien...