Ese día estaba lloviendo. Mucho.
Hyung Won se había despertado, cerca del mediodía, precisamente por la lluvia golpeando con fuerza contra la ventana y el viento que hacía sacudiéndola. Estaba solo, a pesar de que había dormido en la habitación y en la cama de Ho Seok. (Parecía que su relación estaba avanzando hacia alguna parte, o que Ho Seok le estaba perdiendo el miedo a algunas cosas, porque cada vez parecía preocuparle menos qué pudiera pensar su madre y su hermana si dormían en la misma habitación, en vez de que Hyung Won lo hiciera en la de invitados).
Se levantó y se asomó a la ventana.
-Madre mía -murmuró. Había agua por todos lados, nunca había visto llover de esa manera. La mitad del jardín estaba empantanado y el agua que se acumulaba en los laterales de la carretera tenía prácticamente la altura de la acera.
Llevaba allí ensimismado durante quién sabía cuánto rato, viendo el agua caer y preguntándose cuándo pararía, cuando la voz de Ho Seok le sacó de su burbuja de golpe.
-¡Mierda! ¡Maldita sea! -exclamó desde la planta de abajo. Si la memoria no le fallaba a Hyung Won, era la primera vez que escuchaba a Ho Seok decir una palabra mal sonante.
Olvidando la lluvia, se dio la vuelta para salir de la habitación y dirigirse escaleras abajo.
-¿¡Hyung!? -le llamó, aunque, si Ho Seok le escuchó, no le contestó, así que Hyung Won lo repitió más fuerte-: ¡¡Hyung!!
-¡En el garaje!
No se escuchaba ningún ruido en la casa aparte del agua y Ho Seok, que acababa de gritar eso para luego quedarse en silencio (o, al menos, no hablar lo suficientemente alto como para que Hyung won le oyese a esa distancia y con paredes y puertas cerradas de por medio).
Volvió en sus pasos de nuevo hasta la escalera, y una vez a los pies de la misma, abrió la puerta que conducía al garaje.
Justo en ese momento, entendió por qué Ho Seok había gritado aquella palabra malsonante.
El suelo del garaje estaba lleno de agua. Debía de haber uno, o tal vez dos dedos de ella, y los dos hermanos Lee se dedicaban a tratar de recoger el agua que allí había, usando recogedores como si fuesen palas.
Aunque el problema no era solo el agua que había en el suelo, era cierta trampilla de metal en el suelo que, incluso cerrada, borboteaba agua por todos lados.
-Siento haberme ido sin avisar -dijo Ho Seok, sin perder de vista lo que estaba haciendo. Ni él ni Yu Na le miraron, ni siquiera un instante para ver quién era la persona que acababa de abrir la puerta-. Como ves, el tiempo nos odia. -Vació el recogedor en un cubo, y miró a Hyung Won-. Hay paraguas en el mueble de la entrada. Vuelve a la casa rural, ya si eso nos vemos mañana.
Inmediatamente, Yu Na dejó lo que estaba haciendo y miró a Ho Seok, como pensando ¿no le vas a pedir que nos ayude?, que era obvio que era lo que más necesitaban de Hyung Won de ese momento, no que se fuera a ninguna parte.
Hyung Won también le miró con extrañeza. ¿Pensaba que iba a darse la vuelta e irse después de verles así, tratando de achicar agua en un lugar donde no dejaba de acumularse más y más?
-¿De qué hablas, hyung? No me voy a ninguna parte. -Bajó los dos peldaños de escalera que había hasta el garaje, sin importarle mojarse los pies que llevaba descalzos-. Déjame ayudar, está claro que no dais abasto los dos.
Ho Seok suspiró, derrotado. No le gustaba nada la idea de hacer trabajar a un invitado de esa manera (aunque Hyung Won no fuese un invitado cualquiera), pero era cierto que necesitaban ayuda. Ho Seok se iba a volver loco si las cosas seguían así.
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301 miles to find you » Hyungwonho. MONSTA X
RomanceHyung Won pensó que aquel sería el peor verano de su vida. En un pueblo en medio de la nada con muchos bichos, mucho sol y cero cobertura, solo esperaba dos semanas terriblemente aburridas. Pero allí conoció a Ho Seok, y su vida dio un vuelco. Mien...