Reino de Atlas en las profundidades
Ava alejó a Nakir y a Galiah velozmente de donde se encontraba el príncipe dejandolo solo donde intentaba desaparecer de nuevo al percatarse de donde estaba. Su intento por volver le resultaba inútil al Galiah congelar todo a su alrededor cada vez que el intentaba crear un portal y dirigirse a el.
Ava les dió a Galiah y Nakir de su escencia y de inmediato el agotamiento hizo que su cola desapareciera. El aire del príncipe se agotaba, la presión comenzaba a aturdir sus oídos, presionar su pecho y marearse. Todo ocurría ante las reinas quienes solo esperaban pacientemente que perdiera la consciencia.
Pataleaba y seguía una y otra vez arrojando fuego, veia a todos lados y al final su vista quedó pedida hacia arriba, donde la superficie era nada mas que una mancha de oscuridad absoluta y solo su fuego iluminaba a su alrededor, poco a poco se fue apagando hasta que el brillo de cientos de sirenas aparecieron.
Nakir al verlo ahora flotar sin sentido alguno se acercó a el, lo tomo y lo abrazo. Poco a poco el brillo del príncipe comenzó a ser de nuevo la fuente de luz del lugar. Nakir absorbía cada gramo del poder de el, entraba en ella haciéndola sentir poderosa, sentía poder acabar con todo con solo pensarlo. De ahora en adelante todo parecía simplemente no ser una amenaza, un solo movimiento y podría acabar con el mismo mundo. Lo soltó cuando lo consumió por completo, aquel principe ahora era solo mas que un hombre.
En un torbellino de agua que creo Nakir junto a Ava, Galiah y el príncipe para desaparecer y reaparecer de nuevo en el campo de batalla el príncipe cayó al suelo aun inconsiente.
-¿Donde esta el rey?- preguntó sin mas.
-¿Nakir?- Jade se acercó- ¿Que te paso?
Jade al verla solo pudo sentir miedo ante tal Magnitud de poder, ella no era Nakir, no lo era para Jadenrose. Era obvio al ver al príncipe adónde se había ido toda la magia que poseia. Su aura era sumamente rara, incomprendida y ella sabia que el poder rara vez traía cosas buenas cuando era tanto inclusive para las buenas personas. Los ojos de Nakir no eran rojos como cuando usaba su poder, era de un negro inquietante, el aspecto de Nakir era pálido y neutral y Jade pensó que solo era por haber absorbido no solo el maligno poder de aquel principe si no también su escencia malvada y desquiciada.
-todo el ejército se dirigió al reino mas cercano- respondió Luther- al parecer el Rey huye junto a Gwennebeth. Daven y Britt fueron junto a ellos, ya deben estar alli.
-bien- respondio y miro a su alrededor- Luther, carga a Rhoin, nos aparecere alli, ellos no escaparan.
Reino de Goudlid
Nakir apareció en aquel reino devastado escuchando aun como luchaban contra los soldados de Rosstone. Con Luther cargando al príncipe Rhoin se abrían paso con facilidad entre todos. Veian al príncipe siendo cargado por Luther y no podían asimilar lo que veian y solo se quedaban allí parados, recorrieron las calles siguiendo a Nakir y ahora siendo seguidos por todo aquel curioso. Llegaron al medio de una plaza donde se veia a los que quedaban del ejército de Rosttone luchando solo con Daven mientras su madre los comandaba.