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El rey Geral de Rosstone fue lanzado en una de las celdas y Britt se encargó de colocar un fuerte hechizo para evitar que sus barrotes fueran destruidos o cortados.

Ava volvió a Frey y el resto se dispuso a descansar por ese día en las habitaciones del castillo de Asthed. Nakir, acostada al lado de Jade la sentía dispersa, esta veia hacia el techo con seriedad problamente perdiéndose en sus pensamientos, algo que para experiencia de Nakir era peligroso.

-Jade- la llamo y acarició su rostro logrando que esta la mirara- ¿Estas bien?

-solo pienso- respondió con una sonrisa.

-¿En que?

-cosas- se limitó a decir- ¿Crees que es buena idea dejarle a Daven el reino de Frey? - desvío el tema sutilmente.

-aun estás en desacuerdo.- dijo con cuidado.

-ellos solo llegaron y lo tomaron.

-les pertenece, siempre les ha pertenecido- afirmó.

-¿Y si Basilius mentia? Además si eso fuera cierto hace años que el reino dejo de ser de ellos, es tuyo por derecho y deberías tomarlo y quedartelo.

-apenas puedo con las responsabilidades de Trempler. si no fuera por mí madre, Luther y Northen, estaría en caos.

-podria ayudarte, he tenido toda una vida de experiencia. Puedo ayudarte con Trempler y Frey- dijo con una sonrisa que hizo sus ojos brillar- ¿No te parece?- Nakir analizó su mirada,no parecía Jaderose, esas palabras jamás saldrían de ella por mas que no les caiga bien los Vikingos.

-sabes, yo también llegué y tome Trempler.

-es diferente.

-es lo mismo, el tiempo fue lo diferente.

-bien, lo que quieras. - se dio la vuelta- solo te digo algo, si Daven hace una estupidez yo misma tomaré Frey, sera mio y no permitiré que nadie entre a decir lo contrario.

-¿Nisiquiera yo?

-exacto, tu me lo hicistes entender una vez, el reino y nuestra relación son dos cosas totalmente distintas.

Nakir no contesto a eso y solo espero a que Jade se durmiera para ir a la habitación de Galiah, debía apresurar las cosas, debía buscar una solución a lo que sea que estuviera pasando, a lo que sea que hacia actuar a todos con tanto enojo e ira.

Habitación de Daven en Asthed

-¿Madre?- Daven se asomó al balcón al haber escuchado el graznar de un cuervo- no hay cuervos aquí- susurró para si mismo y se dió vuelta, encontrándose con la viva imágen de su madre, su rostro tenia sangre, sus manos, su ropa. Vio la herida donde la apuñalo Jaderose, esta cada vez dejaba salir chorros de sangre- ¿Por qué me perturbas, madre? Descansa, ve y descansa junto a mi padre. - dijo dando un paso hacia atrás.

-¿Descansar? ¿Cómo hacerlo? Morí injustamente, Daven. Quiero venganza y no puedo obtenerla.

-te advertí sobre ellas, me ignoraste y fuiste en contra de todo.

-fui a hacer lo correcto, ha hacer lo que nuestro padre Odín quería ¡Conquistar este mundo en su nombre!

-no, vete, vuelve al Valhalla. - Daven retrocedió.

-mirate, con tu ropa fina, tu espada fina, tu corona reluciente.

-represento a nuestro pueblo y cultura, no he hecho nada para enojar a nuestros dioses y el mismo Odín me lo hizo saber. Vete, si no quieres descansar es tu problema ¡Tienes un paraíso lleno de paz y decides volver aquí! ¿¡Pretendes volverme loco!? Solo tu intentas hacer que me maten ahora.

Littium: la alianza de BasiliusDonde viven las historias. Descúbrelo ahora