Jimin.
—¿Dijo que debía hablar conmigo, directora Harris?— pregunté una vez que todos y cada uno de mis alumnos se fueron del salón de clases, dejándonos sólos a mí y a la señora de cabello afro y mirada juzgadora.
—Si, de hecho, es un poco más complicado que eso. No sé si logra entenderme— respondió entrelazando sus dedos, forzando una sonrisa de lo más incómoda posible.
—No, siendo sincero no lo entiendo.
De hecho sí, o bueno, creo entenderlo.
—Profesor Park cuando tocó las puertas de esta institución con su título en la mano decidimos darle una oportunidad porque vimos el entusiasmo y lo mucho que necesitaba este empleo. Su presencia, educación e impronta son cosas dignas de admirar, aún siendo alguien joven ha dominado las riendas de algo tan difícil como lo es la docencia en una escuela secundaria, y debo admitir que me llena de orgullo tener a alguien así en mis instalaciones.
Supongo que no vino aquí para soltar una adulación tras otra cómo si del empleado del mes de tratase, la forma en la que hacía sonar sus palabras me daba a entender que hay un pero entre medio de todas y cada una de sus frases.
Algo aquí no andaba bien, y odio el hecho de tener que aguantar una adulación antes de que lleguen al punto que es encontrarle un problema a lo que hago.
Y en mi mente, el peor de los escenarios tomó forma y de pronto siento como todo se puede ir a la mismísima mierda a partir de lo que la directora vaya a decir a continuación. Si descubrió o sospecha algo entre Zoe y yo estaremos bajo una lupa de inmenso tamaño, y las cosas con esa chica parecen estar algo agitadas por su comportamiento de hace un momento.
Pero no puedo hacer mucho desde mi posición, tal como lo veo, sólo estoy limitado a responder y replicar de manera inteligente cada cosa que la mujer frente a mí suelte.
—Me encantaría decir que me siento alagado y feliz por las palabras que acaba de decir directora— desvíe mi mirada unos momentos al suelo y luego la devolví a ella— Pero algo me dice que esa no es la razón principal por la cual estamos sentados aquí como en un interrogatorio.
—¿Se siente interrogado?— preguntó con una ceja en alza.
¿A que carajos estás jugando, vieja?.
—La verdad es que no sé cómo debo sentirme realmente— copié el movimiento de sus manos, devolviendo una sonrisa que reflejara tranquilidad—Sería más sencillo si fuéramos al punto de esto.
—El punto es que usted en un signo de interrogación andante, profesor Park. Aunque nos ha dicho a mí a mis colegas... perdón, nuestros colegas— corrigió— Lo básico de su vida aún hay cosas que no me quedan del todo claras, aveces sin darme cuenta termino dándole más vueltas al asunto aquí, en mi cabeza— con su dedo índice señaló su cien.
Carajo, otra vez este maldito asunto. ¿Porqué no pueden aceptar que ya estoy aquí y dejar las cosas cómo están?.
Pero no, tienen que saber más de la cuenta, saber cada maldito detalle desde mi nacimiento hasta lo que cené ayer por la noche. Porque son los famosos “Ordenes de arriba”, gente con delirios de sentirse juez, jurado y verdugo, y si supieran que de ves en cuando mi desayuno antes de venir aquí es un vaso de whisky no dudarían en apuntarme con sus dedos para echarme de aquí.
—No encuentro sentido alguno en que piense demasiado en eso, de hecho, estoy algo perplejo de que lo que fuí o lo que soy la haga darse mil vueltas en la almohada antes de dormir. ¿Si desconfía de mí porque fue usted quién me estrechó la mano dándome el si para dar clases aquí?. Además dudo que tenga esta misma conversación con los demás profesores.
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Obsession | Park Jimin |
Teen FictionZoe Barton; una adolescente con una vida que se fue poco a poco por la borda luego de un trágico suceso intenta olvidar mediante fiestas y alchol lo problemático que se volvió su hogar y por lo tanto, su vida. Park Jimin; un profesor que aparenta se...