Jimin.
Ya no hay pesadillas.No. Desde hace varios días que mis noches son normales y tranquilas, pasó un tiempo desde que dejé de despertar asustado y sudado durante la madrugada.
Finalmente lo había conseguido.
—B más— hablé en voz baja mientras calificaba la tarea de uno de mis estudiantes, dejándola junto con las otras.
De hecho, esas pesadillas fueron siendo reemplazadas poco a poco por los sueños eróticos en donde Zoe compartía sábanas conmigo, sueños que ahora se vuelven realidad. Cambié el susto por una erección mañanera, y elijo lo segundo sin dudarlo.
No sé cuándo ocurrió, en que momento Minying decidió dejar mi mente y mi vida en paz, romper las cadenas que me atan a ella y dejar que ambos seamos libres a nuestro modo.
Patético. Realmente me sentía patético. Abrumado por el pasado aún cuando huí de mí país para dejarlo atrás, sintiéndome tan débil que creí que debería aprender a convivir con su fantasma rondando por mi cabeza el resto de mi vida.
Pero al parecer la solución llegó en forma de adolescente renegada que me vuelve completamente loco, haciéndome olvidar que soy su profesor y ella mi alumna.
—Veamos...— susurré pasando de página en la tarea de otro de mis alumnos. Sus respuestas varían desde ser demasiado concreto a ser sumamente extenso sin necesidad alguna.
Una sonrisa se escapa al recordar pequeños fragmentos de los movimientos y gemidos de Zoe anoche, sus palabras pidiendo que no me detuviera, sus manos aferrándose con fuerza a mí espalda o las mías, la humedad entre sus piernas. Recuerdos que hacen que mi pequeño amigo despierte.
“No, ahora no” pensaba entre sonrisas traviesas concentrándome en corregir las tareas, pero es imposible cuando los recuerdos están tan frescos. Luchando contra el impulso de ir tras ella, cargarla en mis brazos y volver a hacerla mía una y todas las veces que el cuerpo me dé.
—A— pronuncié en vos alta y escribiéndolo de manera arrebatada, no debo dejar que las calientes noches junto a ella me compliquen el día a día o estaré jodido.
No quedaban más de tres o cuatro tareas por corregir, y tengo el tiempo suficiente para terminar en otro momento.
Debo salir. Dar un paseo donde sea, salir de esta casa o pasaré el resto del día masturbándome recordando las secuencias de Zoe en diferentes posiciones.
Miré el reloj y entre tarea y tarea ya se habían hecho más de las doce, supongo que debo comer algo aunque no tenga apetito. Tal vez aproveche el momento y use la excusa para ir a un restaurante.
Pero no siendo ese el caso, supongo que... Él estará feliz de verme.
Tú:
¿Aún sigues en la ciudad?
Enviado - 12:27 pm.
Pasó tiempo desde la última vez que lo ví, ni siquiera sé en qué estado se encontrará a estas alturas conociéndolo, tal vez avejentado o rehabilitado, no lo sé, con el todo es posible.
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Obsession | Park Jimin |
Teen FictionZoe Barton; una adolescente con una vida que se fue poco a poco por la borda luego de un trágico suceso intenta olvidar mediante fiestas y alchol lo problemático que se volvió su hogar y por lo tanto, su vida. Park Jimin; un profesor que aparenta se...