II

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Zoe•

—Disculpe— Levanta la mano Peggy en el pupitre de adelante, llamando la atención del profesor— Obviando el hecho del cual usted no quiere que se nombre tal cuestión como lo es su nacionalidad o país de origen, ¿como puede alguien extranjero explicar lo que es la historia americana?.

Jimin presta atención a cada una de sus palabras, y una mueca como de obviedad se dibuja en su rostro.

Debía estar acostumbrado a este tipo de preguntas. Que era alguien extranjero en la tierra de las oportunidades no era sorpresa para nadie, incluso debía ser un dolor de cabeza aguantar ese tipo de cuestionarnos en su primer día con un nuevo grupo.

Pero no se podía esperar menos de Peggy Evans, la chica que sólo le interesaba caer bien a todos y cada uno de los profesores con tal de aprobar por medio de la labia al final del año.

¿Lo peor o lo cómico? Le funcionaba a la perfección.

—Quería omitir esa parte y pasar directamente a anotar sus nombres en una hoja con la cual pasaré lista el resto del año— Respondió juntando sus manos detrás de su cintura y caminando lentamente entre medio de los espacios que dejaban los pupitres en fila— Pero ya que están lo suficientemente interesados, les haré un resumen. Nací en Corea del sur para ser más precisos, luego de una disputa acorde a la política del país, mis padres emigraron a Estados Unidos con millones de dudas y miedos en sus maletas y con un niño muy pequeño en brazos el cual no estaba preparado para entender nada de lo que sucedía. Una vez instalados, consiguieron empleos los cuales no eran de su agrado, pero no estaban en posición de ser exigentes en su actual postura. Crecí con la historia de este país, yendo a escuelas y universidades del estado siendo aceptado por pequeños grupos los cuales me permitieron formar el tipo de persona que soy hoy. Aunque mis padres se encargaron de explicarme lo bello y hermoso que era nuestra ciudad natal, no perdido el tiempo en concentrarme en un lugar el cual sólo conocía a través de los relatos vacíos provenientes de ellos.

—¿Que quiere decir con que fue aceptado por pequeños grupos?— Preguntó Peggy nuevamente, queriendo indagar más de lo que debía.

—No eres la única la cual notó ciertos detalles llamativos a simple vista—Respondió elevando una ceja— Debía lidiar con comentarios racistas y despectivos porque mis ojos eran más cerrados que los suyos o porque mi piel les resultaba “amarilla”, pero tuve que aprender a sobrellevar eso y convivir con ese tipo de tratos.

—¿Y por ser profesor de historia? Deduciendo que domina dos idiomas a la perfección como el inglés y el coreano podría... no sé.. ser agente de viajes.

Deseaba lanzarle mi mochila completa para que se callara de una maldita vez. No sabía que era más tortuoso a estas alturas; si las insoportables preguntas de mi compañera, las suelas de los zapatos del profesor resonando en todo el salón con cada paso que daba, o el hecho de que aún faltaban más de tres horas para irme de aquí.

La clase no me importaba en los más mínimo, historia nunca fue una de mis materias favoritas y ni siquiera un profesor a la talla de Park Jimin podía cambiar ese hecho. Pero prefería estar escuchando a este tipo de voz que aún no lograba definir si era gruesa, fina, o la medida justa de ambas, a tener que seguir soportar el cuestionario patético de la ya mencionada.

—Para ustedes historia debe ser una materia que enseña lo que diferentes tipos hicieron hace cientos de años, como ser un patriota hecho y derecho y de como van cambiando los ideales a lo largo de esta, obviando que algunos usan esos ideales de formas erróneas y no respetan al píe de la letra los conceptos. Tal vez lo que diga a continuación les suene a sanata barata y leída de un papel que está dentro de una galleta de la fortuna; pero cada persona es una historia diferente.

Obsession | Park Jimin |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora