Capítulo Ocho

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-¡Hola tía July! —grito Felipe cuando la morena abrió la puerta, se lanzó a sus brazos para abrazarla, ella lo levantó.

—Estaba muy ansioso por venir —le dijo Mariana.

—Hola —esa era la voz de Valentina, al oírla Felipe se bajo de los brazos de la morena y fue donde la castaña que también la abrazo y también lo cargo —¿que tal pequeño? —le susurro al oído ya que tenía su cabeza en el cuello de la castaña.

—Las quería ver a las dos —ese fue Luciano —Aunque al parecer su favorita es otra, Juliana te arrebataron el puesto —molesto a la morena.

—Lo volveré a ganar pronto —le dijo, la castaña la miró con los ojos entrecerrados.

—En está bolso están todas sus cosas —le indicó Mariana —nada de comida chatarra después de tu cena, sabes que después no puedes dormir.

—¿Y si es solo un poquito? —le preguntó Felipe sin dejar el cuello de la castaña.

—No —le dijo definitivamente —te portas bien con tus tías ¿bueno? —el pequeño asintió, Mariana se acercó y le dio un beso en la frente —nos vemos mañana, mi amor.

—Ustedes solo disfruten, nosotras nos encargaremos de este pequeño —le aseguro la morena, su hermana y Lorenzo sonrieron y salieron de la casa, la morena los miro hasta que se fueron —bien, ¿quién quiere pizza? —preguntó al darse vuelta y dándoles una sonrisa.

—¡Si, pizza! —grito Felipe levantando sus dos brazos.

—No puede comer chatarra —le recordó la castaña.

—No le damos cena y solo comemos pizza —le dijo la morena que camino mientras marcaba el número en su celular.

* * *

Juliana, Valentina y Felipe estaban en la habitación acostados sobre la cama y la pizza en medio, veian películas animadas, vieron varias seguidas, la última que estaban viendo era Luca, Felipe estaba bien acostado en medio de las dos, la castaña tenía un ojo en la televisión y otro en el celular, no había recibido ningún mensaje de Andrés desde hace cuatro días y la verdad no le molesto, dejo el celular al lado y miro a la morena y a Felipe que estaban con su mirada fija en la pantalla de verdad la morena parecía una niña.

—¿Vemos otra? —preguntó media hora después cuando terminó la que estaban viendo.

—Creo que alguien se quedó dormido —le aviso la castaña, al girar un poco su cabeza la morena vio al chico dormido, por suerte estaba con su pijama.

—Lo llevaré a la otra habitación —le dijo, lo iba a cargar pero la mano de la castaña la detuvo.

—¿Porque no mejor lo dejamos dormir aquí? —preguntó la castaña.

—Pero a Mariana no le gusta que duerma con ellos, ya es grande y tiene su cama —le dijo.

—Pero nosotras no somos sus madre —le recordó —una vez no le hará daño ¿bueno? —miro los ojos de la castaña que le suplicaba, la morena sonrió y asintió —tómalo para poder abrir la cama —eso hizo la morena, dejo a Felipe en el medio, luego las dos se acostaron al lado de él y se taparon, la morena apago el televisor.

—¿Algunas vez has querido tener hijos? —le preguntó la morena susurrando.

—Si...me encantaría ser madre —ella también susurro.

Amor Incondicional (one shot) [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora