Capítulo Diez

4.4K 403 37
                                    


Tiempo después

La castaña por fin estaba teniendo la inspiración que necesitaba, la morena había tenido razón, la vista de esa ventana era perfecta para inspirarse.

Tomó el pincel y comenzó a trazar sobre el lienzo blanco.

Juliana estaba en su taller trabajando en su máquina de cocer terminando algunos vestidos, solo faltaba cocer uno, los detalles de los vestidos le gustaba hacerlos a mano, se demoraba un poco más, pero ya estaba acostumbrada, además tenía tiempo de sobra, los vestidos debían ser entregados en dos semanas más y en sus cálculos los tendría listos en la semana o semana y media.

Se oyeron tres toques a la puerta.

-Pasa —le dijo la morena, la castaña abrió la puerta y entró.

—Traje algo para que comamos —le dijo, traía una bandeja, la morena la miró —Y no me digas que no tienes hambre.

—No iba a decir eso —le dijo con una sonrisa, dejo los vestidos aún lado, ordenó la mesa que estaba desordenada con agujas, hilos, habían tijeras, uno que otro dedal, etc. Valentina dejó la bandeja, ahí estaban los dos platos, tenían una tapa para que siguiera caliente, la castaña destapó y comenzaron a comer.

—¿Te falta mucho con esos vestidos?

—Solo me faltan las terminaciones, decoración. Son para dos semanas, pero creo que las tendré antes —le contestó.

—Es genial, pero deberías descansar un poco —le sugirió la castaña —Has trabajado todos estos días sin parar.

—Ahora estoy descansando —le dijo divertida.

—No es gracioso, lo digo en serio, te puedes enfermar. Te levantas muy temprano y te acuestas a la madrugada —le dijo preocupada.

—Lo se, es solo que...

—¿Qué sucede? —le preguntó.

—Me sirve para distraerme —le respondió.

—¿Distraerte? ¿Porque? ¿Sucedió algo?

—Ehh... —no sabía que responder, pero la realidad es que necesitaba distraerse para no pensar en ella, en la castaña, sus sentimientos hacia ella crecían cada vez más en su interior, por un tiempo lograba reprimir lo que sentía, pero llegó a un punto en que ya no podía más y sentía que en cualquier momento explotaría, y tenerla cerca le hacía peor, más cuando la miraba y esa sonrisa que aceleraba su corazón —...no es nada grave, solo me gusta distraerme, nada más —respondió cualquier cosa.

—Por un momento creí que te estaban alejando de mi, que no me querías ver —le hablo divertida, pero en realidad tenía un leve tono de tristeza, la castaña le había tomado demasiado cariño a la morena y en el fondo también había florecido un sentimiento que aún no quería aceptar.

—Estaba todo muy rico —le dijo al terminar, prácticamente no dejó nada en el plato.

—Que bueno —le dijo, se levantó y tomó la bandeja —Te dejó, no quiero seguir molestando.

—No, tu no molestas —le dijo rápidamente, al ver la sonrisa de la castaña se dio cuenta que era una broma.

—Yo saldré unos minutos —le aviso —Por si entras a la casa y no me encuentras.

—Esta bien —le dijo, la castaña salio y cerró la puerta, la morena sentada en su silla soltó un largo suspiro, tomó el vestido para terminar con su trabajo.


* * *

—Que bueno que viniste —habló el chico tras ella.

Amor Incondicional (one shot) [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora