Amor Incondicional (one shot) [Terminada]

Capítulo Siete

Andrés ya estaba algo asqueado de que la castaña hablara tanto de la morena y los famosos a los cuales les había confeccionado algunos vestidos o trajes

-... Angelina Jolie, Brad Pitt...¿Te dije que también conoce a Selena Gomez?

—Si Valentina, y que también tiene su número y se lo pediste para hablar con ella —le contestó molesto.

—Pero que pesado.

—No has dejado de hablar de Juliana —le dijo —no me interesa saber nada de ella, me da lo mismo a que famoso le a hecho trajes —la castaña soltó un bufido —me interesan otras cosas, como...¿Te ha hecho algún regalo? ¿Pulseras, aros, collares?

—Eh...no —contesto Valentina.

—Pero que tacaña es.

—No lo es —le dijo la castaña —al contrario, es muy atenta conmigo, me lleva a veces el desayuno a la cama...es demasiado buena conmigo, yo no tanto —eso último lo susurro con pena.

—Espero que no te estés enamorando de ella —le dijo con una sonrisa burlesca.

—¿Qué? No, estas loco, eso...eso nunca pasaría —le dijo —es solo que...creo que le estoy tomando mucho cariño.

—No lo hagas —le dijo, la castaña lo miró —no le tomes cariño, ella no tiene importancia, en un tiempo más este trato se acabará y nosotros podremos ser felices juntos —le dijo mientras la tomaba de la cintura y la acercó a su cuerpo con fuerza, esas acciones al principio le encantaba a la castaña, lo salvaje que podía ser, pero en el último tiempo le estaba molestando y deseaba que Andrés fuera más cariñoso con ella, que la tratara con delicadeza.

—Es que ya le tome cariño —le dijo la castaña.

—Tal vez con unos besos —beso sus labios, fueron besos cortos —te olvides del cariño que le tienes a ese monstruito.

—No le digas así —lo regaño.

—No he dicho nada que no es cierto, bebe, esa tipa es un monstruito —le volvió a decir —no hablemos de ella y pensemos en nosotros que hace rato no estamos así de cerca —beso el cuello de la castaña, eran besos húmedos —estoy muy excitado —le susurraba en el oído y era verdad la castaña podía sentir el miembro duro sobre el pantalón que hacía presión con su centro —necesito estar dentro de ti —le decía mientras movía la pelvis y hacia más presión en el centro de la castaña —tu también quieres que este dentro de ti ¿verdad? —apretó uno de sus senos con fuerza sobre la ropa logrando que la castaña soltara un leve gemido.

—¿Puedo pedirte una cosa?

—¿Qué cosa? —preguntó Andrés con la voz agitada.

—¿Podrías ser más cariñoso y delicado conmigo?

—Valentina, sabes como me gusta a mi y no pienso cambiar eso —le contestó su novio, eso molesto a la chica y se alejo —¿que pasa?

—Solo te importa lo que a ti te gusta, ¿qué pasa con las cosas que me gustan a mi? ¿No son importantes?

—Vamos, Valentina, no hablemos de eso y sigamos con lo que estábamos empezando —le dijo mientras se acercaba.

—No —le dijo tajante y se alejo más.

—¿Es en serio?

—Cuando entiendas que las cosas que yo sientan y que me gustan son importantes me vienes a buscar, pero si solo importa lo tuyo, pues, no habrá más sexo —le contestó y se fue dándole la espalda.

—¿Y me vas a dejar así de caliente? —le preguntó indignado.

—Para eso tienes las manos —le contestó.