Amor Incondicional (one shot) [Terminada]

Capítulo Doce

Valentina desde la habitación donde pintaba escucho que tocaban la puerta, se levantó para ir abrir, era una chica.

-¿Hola?

—Hola, ¿esta Juliana? —le preguntó.

—Eh...si, esta en su taller —le contestó —¿Quien la busca?

—Anastasia —se presentó.

—Valentina.

—Lo sé, Juliana me ha hablado algo de ti —le dijo ella.

—Espero que hayan sido cosas buenas.

—Bastante buenas —le afirmó, por una extraña razón la castaña se sonrojo.

—Juls...El taller está a la vuelta, verás una valla de madera. La puerta está abierta.

—Gracias —le dijo la chica muy sonriente, se fue y tomó la dirección que le indicó la castaña, al cerrar, Valentina se quedo pensando un poco en esa chica, era muy bonita, al parecer la morena estaba cumpliendo con lo que le dijo, que lo que sentía por ella se le iba a pasar, pero algo en su interior no me gustaba esa idea y no entendía el porqué, movió la cabeza y volvió a la habitación.

...

La morena veía fijamente los vestidos que había terminado.

—¡Wow! Son muy hermosos —la voz la hizo reaccionar y se giro.

—Anastasia.

—Hola, Juliana —camino hacia ella y beso su mejilla.

—Viniste —le dijo con una sonrisa.

—Claro, no podía perder la oportunidad de volver a verte —le dijo —Conocí a tu "esposa"

—Es linda ¿verdad?

—Si, lo es —le contestó —Pero tu lo eres aún más —le coqueteo, la morena se puso nerviosa.

—Aún no he hecho nada para comer.

—No te preocupes —le dijo —Podemos solo pedir algo y listo.

—Es verdad. Yo terminé aquí, ¿vamos a dentro?

—Bueno —acepto la chica, las dos juntas salieron del taller —Deberías tener tu propia tienda de ropa ¿no lo has pensado?

—Valentina me dice lo mismo —le dijo mientras caminaban en dirección a la casa —Y lo he pesando.

—No lo pienses tanto y hazlo —le dijo.

—Puede que pase, pronto.

...

—¿Valentina? —la voz de la morena la asusto, además de que ya no le decía "Val", ni ella le decía "Juls" —No quise asustarte, perdón.

—Estoy bien —le dijo —¿Qué sucede?

—Pedí Sushi para comer —le dijo —¿Quieres acompañarnos?

—No me gusta el Sushi, además no quiero incomodar tu cita.

—No es una cita, Anastasia solo vino a verme, la había invitado —le dijo.

—Tienes buen gusto, es muy linda —le dijo en un tono de tristeza aunque la morena no lo noto.

—Si, es muy linda, simpática, le gusta conversar de muchas cosas, es entretenida.

—Parece la chica perfecta —le dijo.

—Puede ser —se formó un silencio entre las dos chicas, solo hubieron miradas —Eh...se que no te gusta el Sushi, por eso te pedí un sandwich, ¿vienes?