Capítulo Quince

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Valentina y Juliana se besan lenta pero apasionadamente, la castaña estaba sobre la morena, solo quedaba en sus cuerpos las bragas de la castaña y el bóxer de la morena.

La ojiazul se movía lentamente haciendo fricción, mientras sus labios dejaban los de Juliana y atacaba su cuello. Sentir los besos húmedos de la castaña en su cuello la excitaban y su miembro se lo hacia saber, estaba duro y le dolía, la castaña lo acaricio sobre la tela del bóxer sin dejar su cuello, eso hizo sentir un poco mejor a la morena, pero no por mucho. La castaña miró a la morena, tenía los ojos cerrados, miró abajo y sin dejar de acariciar noto el bulto más grande, se acomodo y se puso a la altura de la morena.

-Juls —le habló, esta abrió los ojos —¿Te molesta? —le señaló su bulto.

—Si. Esta muy duro —le contestó, la castaña sonrió le dio un corto beso, bajo ante la atenta mirada de la morena, vio que bajo un poco su bóxer y libero a su miembro que estaba completamente erecto —Val... ¡Ahhh! —exclamó al sentir la mano de la castaña que lo acariciaba haciendo movimientos de arriba a bajo, eran lentos, pero luego fueron más rápido, fueron solo unos segundo y se lo metió a la boca y lo saboreo con su lengua, la morena sentía el placer que recorría por todo su cuerpo, la castaña miraba de reojo a la morena sin dejar de jugar con su miembro, sacaba y metía el miembro en su boca,  la morena ya no pudo aguantar más —Me voy a venir —le aviso a la castaña, esta retiro su boca y con ayuda de sus manos hizo que la morena terminará, subió hasta donde Juliana y la beso, su lengua pidió permiso para entrar y la morena acepto, sus lenguas se movían como si un baile hubiera en el interior.

Juliana quería darle el mismo placer, así que en un hábil movimiento y sin separar sus bocas ella ahora era la que estaba arriba, hizo fricción sobre el centro de la castaña varias veces oyendo varios pero leves gemidos de su parte. Dejó su boca, dio pequeños besos hasta llegar a su cuello que lo beso y chupo de un extremo a otro, con la punta de su lengua dibujo una línea hasta llegar a sus senos, mientras chupaba y hacia círculos con su lengua al rededor del pensó, con su mano libre jugaba con el otro, lo apretaba con suavidad, jugaba con su pezon erecto, luego intercambio de lugar, la castaña daba gemidos suaves. Su boca dejó sus senos, comenzó a bajar, beso cada parte del cuerpo de la castaña, retiro su braga con cuidado y vio lo húmeda que estaba sin previo aviso lamio su clitoris, eran suaves lamidas, delicadas, su lengua se movía de arriba a bajo, de izquierda a derecha, Valentina se aferraba a lo que tenía cerca, las sábanas, las tomó con más fuerza cuando la lengua de la morena entró en ella, un fuerte gemido había salido de su boca, movía su cabeza de un lado a otro jadeando al sentir como entraba y salía rápidamente la lengua de la morena. Dejó su lengua y metió dos de sus dedos haciendo retorcer a la castaña de placer, sus piernas temblaban, su lengua hacia maravillas en su clitoris al igual que sus dedos dentro de ella que se movían rápidamente.

—Te necesito, Jusl —le pidió la castaña, la morena sabia perfectamente lo que quería, metió un tercer dedo y aceleró sus movimientos hasta hacela venir, sin darle respiro se acomodo sobre ella y la penetro con su miembro, lo hizo tan profundo que el grito que soltó la castaña la asusto por un segundo, pero al oír sus gemidos y que estaba aferrada a su cuerpo la hizo seguir. Sus frentes estaban unidas, sus labios se rozaban, intentaba besarla pero sus jadeos se lo permitía por unos segundos —Más rápido —le pidió la castaña, la morena obedeció, puso su cara en su cuello y aceleró sus penetraciones, la castaña rodeó la cintura de la morena con sus piernas y sus brazos en su cuello, la morena no paraba, sus cuerpos sudaban, el sonido de sus gemidos cubrían cada espacio de ese pequeño cuarto. La morena dio las tres últimas embestidas antes de acabar dentro de ella, su miembro palpitaba aún dentro, no quería separase aun de la castaña y permaneció unos segundos más dentro de ella.

Al salir siguieron unidas, cuerpo con cuerpo descansando, las dos estaban exhausta, la morena temblaba y eso asusto un poco a la castaña.

—¿Te encuentras bien? —le preguntó la castaña, la morena la miró, su cabello estaba húmedo y pegado a su rostro, ella solo asintió con una sonrisa —¿Segura?

Amor Incondicional (one shot) [Terminada] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora