Ya habían pasado dos semanas desde el matrimonio y la convivencia de la castaña con la morena era bastante buena, la morena se levantaba temprano ya que tenía mucho trabajo con unos diseños que terminar, le dejaba el desayuno a la castaña cuando ella se despertaba un rato después. En las tarde almorzaban juntas y en la noche cenaban juntas, lo bueno es que tenían tema de conversación así que los momentos no se volvían monótono, a la morena le encantaba hacer reír a la castaña con alguna historia de sus clientes y los tipos de diseños que pedían, que eran bastante estrafalario.Pero la vida no era color de rosas y los problemas comenzarían más pronto de lo que esperaban.
-¿Y donde esta tu flamante esposa? —preguntó Ana molestando a su amiga.
—Creo que ya sabes con quien —le contestó ella, le dejo la taza con el chocolate caliente sobre la mesa de la cocina.
—Gracias —le dijo soplando y bebiendo un sorbo —hace mucho frío creo que en cualquier momento se pone a llover.
—Eso parece —dijo mirando por la ventana, veía que las nubes estaban oscuras, cargadas de agua —espero que que este bajo techo.
—Estoy segura que debe de estar debajo de algo, pero no de un techo —bromeó Ana, la morena frunció el ceño —no me mires así, sabes perfectamente de lo que hablo.
—Lo sé —dijo y repentinamente se escucho el fuerte estruendo de un rayo.
—¡wow! Eso sí que sonó fuerte —dijo Ana sorprendida, siguió bebiendo de su chocolate caliente.
—Es una tormenta.
—Y eso que aún no llegamos al invierno —comentó su amiga.
Ana estuvo una media hora compartiendo con su amiga hablando y bromeando, a Juliana le encantaba el humor de su amiga, aunque había momentos es que molestaba mucho a su primo y Valentina, eso a la morena no le gustaba mucho ya que poco a poco conocía más a la castaña y era todo lo contrario de lo que decía Ana.
Ana se había ido, Juliana encendió la chimenea para que cuando la castaña llegara el lugar estuviera agradable, movía la leña con un fierro, de repente escucho un ruido en la cocina, se levantó y camino hasta allá con el fierro en la mano, pero antes de que pudiera entrar choco con alguien, al darse cuenta que era la castaña dejó el fierro aún lado.
—¿Es-so es pa-para mí? —preguntó con dificultad al ver el fierro.
—No, claro que no —contestó, veía que la ojiazul temblaba, la toco y se sorprendió al verla mojada —Estas muy mojada.
—Es cielo s-se está cayen-do afuera —le dijo.
—Ven —la tomó de la mano y la llevó a la habitación —hay que sacarte esta ropa mojada o sino te vas a enfermar —la castaña no protesto y dejo que la morena la desvistiera, Juliana se detuvo al ver lo que estaba haciendo, no era nada malo, solo la ayudaba pero sentía que no estaba haciendo algo correcto, le era difícil no mirar el perfecto cuerpo de la castaña —Será mejor que tu te sigas desvistiendo —le decía sin tratar de mirarla, la castaña si la miraba pero extrañada —buscaré una toalla —se dirigió al closet y encontró una toalla grande —toma —se la paso —Eh...yo...yo estaré en la cocina, te prepararé algo para que calientes el cuerpo —dijo eso y salió rápidamente de la habitación, le pareció curiosa la actitud de la morena pero hizo lo que le dijo y se quito la ropa mojada.
* * *
Juliana en la cocina preparaba otro poco de chocolate caliente. Saco dos tazas y sirvió, sobre el chocolate coloco pequeños malvaviscos, saco la canela para ponerle un poco.
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Amor Incondicional (one shot) [Terminada]
Fiksi PenggemarValentina Carvajal una joven de 19 años, alegre, algo rebelde y consentida, se entera que la empresa de textiles de su padre pronto quebrara, pero una idea surge en la mente de León Carvajal, casarla con la hija de Macario Valdés uno de los hombres...