Día 27. Conocer a los padres.

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Entonces las marcas gemelas creadas por Clary funcionaron, lo suficiente para sobrevivir a la batalla, y Alexander por fin había cumplido con su palabra de no mantenerlo oculto, aun si lo hizo de una forma poco ortodoxa o muy impulsiva delante de cientos de cazadores y subterráneos.

Ahora, con ochocientos años de vida, un padre como el suyo y haber terminado una batalla más parecida a una masacre, Magnus se enfrentaba a algo más temible. Ser presentado ante los Lightwood como el novio subterráneo de Alexander.

Tal vez el mejor momento no era la fiesta de la victoria, Alexander estaba de acuerdo, pero le pidió que lo hicieran.

— Si he de morir a manos de mis padres, más vale que sea ahora. — El tono de Alec delataba que trataba de ser gracioso, pero claramente estaba muy asustado.

Sus padres no parecieron muy contentos después de su beso al momento de colocar las marcas. Magnus tomo la mano del pelinegro y dejo un suave beso en esta.

— Siempre podemos escaparnos a Manhattan y mandar un texto para tomar un café.

Alec rio, relajándose un poco. Magnus no estaba tan nervioso como el chico, técnicamente ya conocía a Maryse y Robert Lightwood, y si bien sabía que ese par no se tomaría bien no solo que Alexander fuera gay, sino que estuviera saliendo con un mago (y que este justamente fuera Magnus Bane) también sabían que con todo lo que había pasado no se atreverían a hacer nada extremo.

Al menos eso esperaba.

Ambos caminaron por la multitud, buscando a los Lightwood, iban tomados de la mano, aún si eso les ganaba algunas miradas llenas de censura.

Encontraron a los padres de Alexander cerca de los escalones del salón de los Acuerdos, ambos charlaban con otro que, si Magnus conocía, no reconoció, en cuanto Maryse y Robert los vieron se despidieron y caminaron para encontrarlos a medio camino.

— Bane, — saludo Robert, con más dureza de la necesaria— Alexander, al parecer hay algo que debes explicarnos.

Alec asintió, se veía menos decidido y más asustado que antes, aun así, cuadro los hombros y elevó la mano que tenía agarrada firmemente con la de Magnus.

— Madre. Padre, — Trago saliva— Soy gay, lo he sabido desde hace mucho y... estoy saliendo con Magnus Bane, quien es un mago y creo que lo amo.

El mago sintió como su corazón se aceleraba de la emoción de escucharse correspondido, pero tenía otros asuntos más urgentes que atender.

Los Lightwood se veían tan descompuestos como después del beso, pálidos del horror. Sin embargo, Maryse parecía ante todo resignada a lo inevitable.

— En estos momentos, no me siento con las fuerzas para luchar contra esto, ya he perdido a suficientes de mis hijos, — Clavo su mirada en Magnus, logrando verse aterradora— Así que no voy a permitir que a ninguno le pase nada, ni dejaré que el responsable de cualquier forma de daño sobre uno de ellos viva para contarlo, quedas advertido, Bane.

Sin esperar respuesta, Maryse se fue llevando con ella a su esposo, quien solo había asentido con la cabeza a lo que dijo su esposa.

Alexander soltó un suspiro como si soltará todo el aire que había estado conteniendo.

— Bueno, eso pudo haber salido mucho peor.

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¿Quién creen que tuvo que darle una rápida releída al tercer libro de cazadores de sombras porque no se acordaba de nada?
Para ser mi primer Malec no está tan mal :v

Besos, se les quiere.

Fluff-tober 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora