Día 31."Tú me haces mejor persona"

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— Todo lo que he pedido, llegará a mi porque me lo merezco, cuando tenga que llegar y como tenga que llegar.

Draco apagó la llama que había hecho cuando prendió el pergamino, el aire estaba inundado de humo que olía a incienso de alguna hierva mágica que recordaba al Copal. Acomodo un pequeño cuarzo que estaba en su altar mientras sentía la suave caricia de la magia en su mejilla, le hizo saber que ella escuchaba y que había hecho caso a sus peticiones.

Así lo encontró Harry, de rodillas frente a su altar de Samhain, con el humo del incienso a su alrededor y velas blancas iluminando su rostro.

— ¿Pides un deseo? — Fue el saludo del pelinegro.

— Pido por ti— Respondió el rubio, con una sonrisa enigmática.

Siempre decía lo mismo, aunque solo una vez dio detalles, era una costumbre, cada 31 de octubre, Draco hacía rituales de purificación y pedía cosas a la magia. Siempre decía que está respondía, Harry nunca lo creyó del todo, pero no queriendo herir la susceptibilidad de su pareja lo dejaba a sus anchas a realizar los rituales que quisiera, siempre que no fueran peligrosos.

Aunque hacía años que Draco no hacía nada peligroso, desde antes de concluida la guerra, el rubio había sido inofensivo la mayor parte de ella y cuando terminó, Draco se acercó para entregar una oferta de paz, una tentativa amistad, Harry acepto dudoso. Tomaron un par de cervezas cuando sus caminos se cruzaron y pronto Harry descubrió que le gustaba mucho la compañía del Slytherin.

Eso, sumado a los rumores de las beneficencias en las que Draco participaba con más que su dinero, cuando Harry preguntaba él siempre lo negaba, eso hasta que una noche, demasiado ebrio para decir algo que no fuera verdad, el rubio admitió que ayudaba en todo lo que podía, era voluntario en orfanatos, ayudaba en construcciones y en miles de cosas que Draco hizo jurar a Harry nunca volver a mencionar.

— Solo quiero ayudar a reparar el dolor que ayude a crear— había dicho cuando Harry preguntó por qué.

Con el tiempo su relación evolucionó algo más que amistad y los gestos de Draco, hacia su mejoría como persona, sólo se hicieron más y más numerosos para Harry. Hasta que una noche del 31 de octubre, cuando se habían mudado juntos a un apartamento, Harry había regresado temprano del trabajo y lo encontró arrodillado frente a un altar, con humo a su alrededor y una vela blanca iluminando su rostro.

Harry preguntó que hacía, Draco se sobresaltó y respondió.

— Pido un deseo.

Fue toda su explicación, Harry volvió a insistir, con un poco más de fuerza el año siguiente y aunque tardo un poco, termino consiguiendo respuestas.

— Pido por ti. — Respondió, con una voz que casi parecía un susurro— ¿Recuerdas el accidente que tuviste hace más de 15 meses?

Harry asintió con la cabeza, no entendiendo que tenía que ver, había sido durante una redada, alguien le dio con un hechizo y había quedado en coma por un mes.

— Nunca había tenido más miedo en toda mi vida, ni siquiera durante la guerra, que cuando te vi en esa cama en San Mungo, sin saber cuándo ibas a despertar o si lo ibas a hacer en absoluto. — Draco se detuvo para respirar profundo, controlar sus emociones lo suficiente para poder continuar sin llorar— Fue cuando me di cuenta que te amaba y que no podría continuar sin ti. Cuando hice tanto para ganarme tu favor, tu cariño. Me di cuenta que junto a ti yo soy mejor, no estaba listo para perder eso.

>> Y entonces despertaste y yo me sentí el hombre más afortunado del planeta y solo quiero asegurarme que no tengo que pasar por ese susto nunca más sin tener que pedirte que dejes tu trabajo como auror, porque sé que nunca lo harías y no sería justo pedirte que lo hicieras.

Harry se había sorprendido bastante, no era algo que hubieran hablado nunca, lo único que pudo hacer en ese momento fue acercarse a su novio y abrazarlo mientras le aseguraba que no volvería a pasar y que lamentaba haberlo asustado.

Desde ese Halloween Harry dejo de arriesgar tan temerariamente su vida, para tranquilidad de Draco, aunque esté nunca pudo dejar de pedir por él.

.FIN.

Fluff-tober 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora