Fluff-tober 2021

Día 25. Futuro.

— En esta ocasión haremos un trabajo especial, para el ejercicio de su ojo interior. — Explico Trelawney, mientras gesticulaba enfática, pero sin mucha energía en sus movimientos.

Harry rodo los ojos, Ron bostezo, el único que se veía atento era Neville, Trelawney siguió explicando el hechizo que usarían para inducir una visión al "futuro" que más bien era una ilusión de como querías que fuera tu futuro. 

— Apuntarán hacia su pecho con su varita mientras pronuncian: futura dilecti ¡Abran su ojo interior o no funcionara!

Uno por uno, hicieron lo que la profesora indicaba, si el hechizo salía bien, una luz dorada salía de la varita y se extendía por todo el pecho del lanzador, su mirada se volvía brumosa por un par de minutos, que es cuando la visión se estaba efectuando. 

Cuando llego el turno de Ron el chico solo estuvo en el efecto del hechizo por un minuto y al terminar tenía las mejillas rojas y no quiso hablar nada respecto a lo que vio. Al llegar su turno, Harry suspiro y se acercó al centro del salón.

 — ¡Futura dilecti! — Exclamó y una luz dorada salió de su varita. 

 Su mirada se nublo y oscureció, cuando esta se aclaró sintió como alguien lo sacudía suavemente por el hombro. 

— Harry, ¡Harry, cariño despierta! 

El mencionado abrió los ojos, le sonaba vagamente familiar la voz que le hablaba, lo primero que capto fue un largo cabello cayendo sobre su rostro, era de un tono claro, rubio, preciso al ser más consciente de sí mismo. 

Enmarcados entre ese sedoso cabello, un par de ojos grises llenos de cariño y una sonrisa deslumbrante le dio la bienvenida.

— Al fin despiertas dormilón. — El chico (porque era obvio que era un chico) aplicó su sonrisa— Tengo que ir a trabajar, pero no quería irme sin despedirme.

Es en ese momento que Harry se da cuenta de quién es el hombre frente a él; se parece muchísimo a Lucius Malfoy, pero claramente no es él, por lo que cuando la conclusión lógica lo golpea, abre la boca para gritarle al maldito Draco Malfoy qué carajos hace en su visión, pero lo único que sale de su boca es:

— No quiero llegar a la oficina, Robards está cada día más insoportable. ¿Qué te parece si nos reportamos enfermos y nos quedamos todo el día en casa?

Draco le sonrío, y Harry no tiene idea de porque esas palabras salieron de su boca, el rubio sigue sobre él, pero niega con la cabeza suavemente.

— No puedo, estoy en medio de algo importante y tú solo tienes que aguantar un par de días más al auror Robards antes de tomar su puesto y así yo podré decir por fin que me estoy tirando al jefe de aurores.

Harry se siente cada vez más impactado y confundido, pero de nuevo no son las réplicas y maldiciones lo que salen de su boca.

— Solo unos meses más... bien, ¿Te veo para la cena?

— Cuenta con ello— Promete Draco, y lo vuelve a besar más lenta y profundamente esta vez. Harry cerro los ojos dejándose llevar en esa ilusión.

Cuando el beso termino, Harry abrió los ojos y se encontró de nuevo en el aula de adivinación, con su corazón desbocado, sintiendo que acababa de presenciar algo que ni siquiera sabía que quería.