Fluff-tober 2021

Día 1. Contacto visual.

Todo fue un concurso de miradas que llegó demasiado lejos.

Era quizás la tercera o cuarta fiesta de los octavo año, en favor de la unión de las casas, todos estaban muy ebrios, alguien, tal vez Parkinson, dijo que Malfoy era el rey de mirar sin parpadear, Harry lo refuto diciendo que él podría hacerlo más tiempo. 

El rubio se tomó el desafío muy a pecho y pronto estaban al centro de la habitación sentados uno frente al otro, listos para comprobar que eran mejor, en ese momento un concurso de miradas le parecía a todos la idea más asombrosa del planeta. 

A los diez segundos comenzaron a sentir arder sus ojos y ambos comenzaron a susurrar insultos bobos por lo bajo, provocando algunas risas por parte de ambos, aun después de volverse amigos habían seguido con los insultos que formaban parte prácticamente de su rutina, de formas mucho menos hirientes. 

Se veían intensamente aun sin parpadear, ni ceder, solo que, producto del alcohol o de llevar casi un minuto viéndose fijamente, Harry comenzó a notar que los ojos de Draco no eran de un gris único como él siempre había creído, sino más bien toda una paleta de tonos desde el plateado hasta el mercurio y unos destellos brillantes que solo estaban cuando era feliz, como en ese momento. 

Harry pensó que eran los ojos más hermosos y únicos que había visto nunca.  

Por la expresión del rubio, que como él había dejado de bromear y molestarlo, parecía estar pensando lo mismo que él. Los ánimos de sus amigos habían perdido significado, Harry solo podía pensar que Draco era bastante apuesto. 

Todo quedo en silencio cuando se precipitaron a darse un beso, torpe, rápido y después lento, conscientes de que ese primer beso era lo más correcto y perfecto que nunca habían hecho. 

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Yo sé que no estaba pensado para ser así, pero se me ocurrió y en mi mente era gracioso. 

Espero que les haya gusto.