~Alberto X Luca ~

Parte 7

Algo pesado impedía que Luca pudiera moverse, lentamente comenzó a abrir sus ojos pero la luz que entraba por la ventana frente a él le impidió poder ver claramente.

Llevó sus manos a su cara para frotarse los ojos, al poder tener una mejor visión se dio cuenta de dónde estaba y qué había pasado, miró  su abdomen donde él brazo de Alberto descansaba, con el corazón a punto de salirse de su pecho levantó suavemente el brazo del chico a su lado para ponerse de pie silenciosamente.

-No puede ser... Esto no está pasando-se repetía a sí mismo en un susurro casi inaudible, al encontrar su ropa que estaba regada por toda la habitación se dispuso a vestirse y a salir.

-Luca.. - un gemido lo hizo pegar un salto, Alberto aún estaba medio dormido lo que tomó como una oportunidad para escapar sin tener que hablar de lo sucedido la noche anterior.

Un suspiro de alivio salió de su boca al estar frente a la puerta que conecta al exterior.

-¿Ya te vas? - una voz ronca sonó detrás de él y en cuestión de segundos los brazos de Alberto lo envolvieron por la cintura atrayendo lo hacía su pecho cálido, su rostro se oculto en su cuello haciendo que su corazón se acelerara - ¿no vas a despedirte? - dio un suave beso debajo de la oreja de Luca, haciendo difícil que se mantuviera de pie.

-Tengo que ir con Giulia, debe estar preocupada - respondió Luca temeroso y sin apartar la mirada de la puerta de entrada.

-No veo porque lo estaría, sabe que estas conmigo - Alberto lo acercó aún más hacia él y dio un suave beso en su nuca.

-Tango que irme - Luca se safo del agarre de Alberto dejándolo confundido y salió corriendo.

-Luca!-Salió detrás de él - Espera!

-Alberto, me voy - Luca gritó girandose para ver al hombre medio desnudo a unos metros  detrás de él, -Fue un error venir anoche.

-¿Qué pasa contigo? - en un par de pasos Alberto acortó la distancia entre ellos - Ayer estabas perfecto, ¿y hoy solo quieres irte y dices que todo fue un error? - en su voz se podía notar el enojo que iba creciendo.

-Me voy, Alberto, no pienso hablar de esto-Luca no estaba seguro de que estaba diciendo, las palabras salían de su boca sin poder controlarlas.

-Esta vez no vas a huir y no hablar conmigo como lo hiciste- 

-Fue un error y lo sabes bien, no hay nada más que decir- Al decir esas palabras pareció que todo se quedó en silencio.

-¿Cómo puedes decir eso? - Las manos de Alberto temblaban.

-Me arrepiento de haber dejado que todo llegara tan lejos anoche, somos amigos y eso no va a cambiar- Luca comenzaba a subir la voz

-¿Te arrepientes? - las palabras salieron como un susurro del hombre frente a él.

-Alberto, espera... - Se había dado cuenta del peso de sus palabras.

-¿Sabes que, Luca? si quieres que seamos amigos esta bien... Y si quieres irte seis años otra vez y no querer tener contacto  conmigo, esta bien, no podría importarme menos.- Alberto dio la espalda a Luca.

-Alberto... Lo siento.. lo siento por no haber hablado contigo estos últimos años y por lo que acabo de decir - Tomó su brazo evitando que siguiera su camino al interior.

-Vete, Luca-Alberto se safo del agarre del chico y entró a la casa sin decir nada más.

Luca se quedó ahí plantado unos segundos más, reflexionando sobre lo que había ocurrido, Su corazón se sentia vacío y un dolor lo recorría de pies a cabeza.

Esa misma tarde, Luca seguía sumido en los pensamientos de lo que había pasado esa mañana y de cómo arreglaría las cosas.

-Bien, la mesa está lista-Animuncio Giulia orgullosa de haber acomodado los platos correspondientes para la cena. - ¿Estas bien? - miró a su amigo quien estaba distraído.

-Si.. La mesa quedó perfecta - respondió

-Tienes razón, Luca -Massimo entro a la Cocina - La mesa se ve perfecta - después de ver al padre de Giulia entrar a la cocina Luca regresó a sus pensamientos dejando de lado la conversación entre padre e hija.

-¿Qué habrá de cenar?-Giulia preguntó despreocupada mientras ocupaba un lugar en la mesa.

-Pasta-respondió su padre quien ordenaba unos cubiertos-Es verdad, lo había olvidado, agrega un lugar más a la mesa

-¿Quien vendrá? - Giulia se puso de pie para agregar un plato más.

-Alberto, cenara hoy con nosotros - Al escuchar la noticia los pensamientos de Luca se disiparon y su atención se centro en las palabras de Massimo

Las miradas de Luca y Giulia se cruzaron, la mirada del chico reflejaba preocupación, lo que alarmó a Giulia.

-Será como en los viejos tiempos - Massimo salió de la cocina

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Hola!

Espero que esten disfrutando de la historia y pues solo quería agradecer  quienes han estado siguiéndola desde el principio, en verdad muchas gracias.

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