Parte 11

2.8K 267 43
                                    

-Ahí estas-la voz de Giulia se escucho, el enojo era evidente

-¿Qué quieres, Giulia? - Alberto se acercó a su amiga, quien estaba recargada en la vespa esperándolo.

-Quiero que seas claro con Luca-respondió

-muévete-ordenó Alberto

-Te fuiste y lo dejaste por irte a coger a Ercolo

-¿Qué mierda estas diciendo?-Alberto la miró

-Ercolo nos lo dijo en la mañana mientras te buscábamos, ¿Te das cuenta de lo que le haces a Luca?

-Nada de lo que dice Ercolo es verdad y creí que ustedes mejor que nadie sabían que clase de persona es él -Alberto subió a la vespa-pero si Luca lo creyó entonces así es como piensa de mi, yo no le he hecho nada a tu amigo.

-Luca merece una explicación

-El nunca me explica nada, ¿por qué intentaría explicar algo yo?

-No puedes dejar a Luca sin decirle nada, no haces eso con la persona con la que estas

-¿La persona con la que estoy? - El motor comenzó a sonar-Solo somos amigos y el dejo muy en claro eso

-Maldita sea, Él está enamorado de ti

-No te creo, Ahora quítate del frente

-Ve y preguntale a él entonces

-¿Quieres quitarte?

-Alberto-Giulia se plantó aún más cerca de la vespa para evita que se moviera-¿Qué sientes por Luca? - El hombre no contestó y sólo la miró - Si es lo que pienso, deberías ir a hablar con él.

Giulia regreso a casa, no sabía si había cambiado algo pero sólo quedaba esperar, preparo la comida y llamó a Luca quién no respondió.

Esa tarde era aún más fría que la mañana, las nubes eran grises y parecía que lloverá en algún momento.

-Ahora voy! - Giulia grito desde la cocina-Pensé que no vendrías-abrió la puerta y dejó pasar a Alberto.

-Tenía que pensar en que iba a decirle-inspecciono la casa con la mirada - ¿Donde está?

-Arriba, no ha bajado en todo el día

-iré a verlo.

-Yo saldré a alcanzar a papá, fue a comprar un par de cosas, los dejaré solos para que puedan hablar.

Alberto no respondió a esto último y simplemente subió las escaleras hasta llegar frente a la habitación de Luca.

-¿Luca? - Alberto tocó la puerta suavemente

-Entra-la débil respuesta lo sorprendió

Luca estaba recostado abrazando una almohada, sus ojos estaban rojos y aún se podían ver un par de lágrimas dentro de ellos.

-¿Podemos hablar? - Alberto se sento en la cama cerca de Luca, mirando hacia la pared grisácea frente a él.

-Si.. - susurró el chico con los ojos llorosos

-No se por donde empezar... - pensó unos segundos antes de continuar - perdoname por haberte tratado así anoche, no tengo excusa y... No espero que me creas después de como te trate, pero no te deje para irme a coger a Ercolo-Luca no respondió

Alberto entendió ese silencio como una señal para irse, se puso de pie con ese objetivo, sus manos temblaban a causa de la idea de que probablemente había perdido a Luca a causa de tonterías.

-Espera-Luca tomó su mano para evitar que se fuera- Confío en ti, Alberto-los ojos de ambos se encontraron por primera vez desde que Alberto había entrado en la habitación - y no tengo que perdonarte nada...al contrario... Yo... - su voz temblo

-Llegamos! - la voz de Massimo resonó por toda la casa.

-¿Podemos hablar en otro lado? - Luca preguntó sin soltar la mano de Alberto y aún mirándolo a los ojos.

-Claro, vamos-lo ayudó a ponerse de pie.

Ya abajo en la cocina, ambos chicos ayudaron a poner la mesa para la cena, pero solo con dos lugares.

-¿No cenaran aquí? - preguntó Massimo

-Hoy no, llevaré a Luca a un lugar nuevo que acaba de abrir - respondió Alberto por los dos

-De acuerdo, tengan cuidado-

-Suerte-murmuró Giulia cerca de Luca para que solo el lo escuchara.

La noche era fría como se esperaba, el aire que chocaba contra la cara de Luca a causa de la velocidad que llevaba la vespa hacia que su nariz se congelara.

-Cenaremos en casa, ¿esta bien? - Alberto detuvo la vespa para que ambos bajaran de ella

-Si, no hay problema.

Ambos bajaron y cruzaron el mar hasta llegar a la casa de Alberto, el pequeño viaje fue silencioso y ninguno miraba al otro.

-Bien, llegamos-Alberto susurró y ambos descendieron del pequeño bote.

Caminaron hasta estar frente a la entrada, ya adentro todo era más cálido, había un par de luces encendidas pero aún había partes oscuras de la casa.

-¿Quieres cenar..

-Alberto-Luca interrumpió, sus manos temblaban

-Luca...

-Dejame hablar-Su mirada estaba clavada en el suelo-he estado enamorado de ti desde que te conocí, cuando me fui de Portorosso en lo único que pensaba era en regresar y estar contigo, todo lo que hacía era pensar en ti y en querer que estuvieras conmigo pero... Me dio miedo, me dio miedo pensar en que habría personas que nos verían diferente solo por querernos y yo... No quería que pasaras por eso, no quería que te sintieras de esa manera y preferí alejarme de ti... Perdoname, en verdad lo lamento-Las lágrimas salían a chorros de los ojos de Luca.

-¿Por eso dijiste todas esas cosas? - La voz de Alberto era dura

-Lo lamento-Luca intentaba parar las lágrimas que salían de sus ojos.

-No puedes decidir con quien puedo y no puedo estar-el enojo era evidente.

-Yo no...

-Maldita sea, Luca, ¿cómo pudiste no decirme lo que pasaba desde el principio?

-Alberto...

-Yo jamas te hubiera hecho algo así..

Las manos de Alberto temblaban a causa del enojo que comenzaba a crecer dentro de él.

-Mierda-grito Alberto.

~Alberto X Luca ~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora