𝑬𝒖𝒑𝒉𝒐𝒓𝒊𝒂 || 𝓑̴𝓲̴𝓷̴𝔀̴𝓸̴𝓸̴

⊱ Quincidi ✨

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« Hola, otra vez »

Omnisciente

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Con la respiración entrecortada y un poco de sudor en su frente debido a su larga carrera, Jinwoo al fin llego al hospital más cercano de la zona.

Aquel hospital era considerado el número uno.

Número uno en muertes.

Ahora no podía ser quisquilloso, lo que importaba ahora era la salud del menor que traía cargado entre sus brazos completamente inconsciente.

—¡Por favor, necesito ayuda aquí! —exclamó, llamando la atención de varios doctores y enfermeras cercanos los cuales se acercaron de inmediato.

Trajeron una camilla en donde recostaron a Dongmin con cuidado, llevándolo a uno de los espacios en aquella sala de emergencia.

—¿Qué sucedió?

—Y-Yo no lo sé. Él simplemente se desmayo de la nada. Estábamos hablando y de un momento a otro cayo al suelo.

Jinwoo se hizo a un lado dejando que los doctores comenzaran a revisar a Dongmin. Con una pequeña linterna examinaron sus ojos notando que las pupilas estaban un poco dilatadas.

Luego, con un estetoscopio, comenzaron a revisar los pulmones y el corazón de Dongmin, solo por si acaso.

—Llamen al cardiólogo, ahora.

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—Tranquilízate. Pronto irás a otro hospital y todo se resolverá. Tendrás una mejor paga y no tendrás que soportar a los odiosos de tus compañeros con cara de muertos cada día. —susurró para sí mismo aquél joven de 28 años mientras ordenaba aquellos papeles de los pacientes y se los daba a la enfermera.

Segundos después, el localizador que se encontraba colgado en el borde de su pantalón azul bajo la bata blanca que traía comenzó a sonar. Lo revisó, y al ver que se trataba de emergencias comenzó a correr como un loco.

Ya era algo normal para él después de todo. Ser el doctor, y cirujano cardiotorácico, con mejor experiencia en aquel hospital le otorgaba ciertos... beneficios.

Al cruzar por un pasillo su cuerpo chocó contra una de las carretillas que llevaban suministros a las habitaciones, haciendo que cayera al suelo y estampara su rostro contra el suelo.

—E-Estoy bien. —pronunció como pudo mientras se levantaba con rapidez para continuar con su carrera.

Si se preguntaban sobre los "beneficios", era que al pasar por algo ridículo como eso no sería la burla del hospital por un mes entero.

Pobre Bogum, una vez mientras masticaba chicle se le cayó al suelo mientras se reía, y justo fue en el momento exacto en donde tomaron una foto.

La foto aún sigue colgada en medio de la cafetería del hospital y ya han pasado 3 meses desde entonces.