𝑬𝒖𝒑𝒉𝒐𝒓𝒊𝒂 || 𝓑̴𝓲̴𝓷̴𝔀̴𝓸̴𝓸̴

⊱ Dodici✨

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« Tú me salvaste »

Dongmin

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¡Mierda, mierda, mierda y más mierda!

Cuando era pequeño mi madre me decía que no me metiera en problemas. Que sea un buen chico. Uno con buenos valores y modales. Uno que saque notas excelentes y sobresalga entre todos.

Pues adivina qué madre, tu hijo es un drogadicto que esta viendo como su compañero tanto de escuela como de trabajo está siendo apuntado por un arma en la cabeza mientras que él esta escondido detrás de una pila de cajas de crema corporal.

Fue lo único que se me ocurrió apenas logré reaccionar.

No entendía qué era lo que estaba pasando. ¿Por qué a Sanha? ¿Por qué esta tienda? ¿Y los de seguridad?

—Escuchen todos. —una voz al exterior de la tienda se escuchó. Parecía estar hablando por un megáfono—. No queremos que nadie salga herido. Piensen lo que quieran sobre lo que estamos haciendo pues nos interesa una mierda.

¿Qué es esto, un atentado terrorista o algo parecido?

Un par de disparos se oyeron en el primer piso, junto con unos cristales romperse. El grito de la gente llegó a mis oídos claramente, haciendo que un gran temor inundara mi cuerpo. Con cuidado y delicadeza, tomé mi celular, marcando al 911.

—P-Por favor... déjeme ir. —podía oír como Sanha suplicaba entre susurros y llantos. Maldición, cuando quería que le asaltaran lo decía de forma figurativa. Yo no quería que nada de esto sucediera.

—Línea de emergencia, ¿en qué le puedo ayudar? —una joven atendió el teléfono, y yo tapé mi boca y el altavoz para evita que el terrorista escuchara.

—N-Necesito ayuda... —maldición. Mi mente estaba ofuscada, no solo por la situación, sino también por las drogas—. E-En el centro comercial... mi a-amigo está siendo apuntado por un arma. —dije en un susurro, viendo de reojo a los contrarios los cuales seguían en la misma posición.

La contraria pareció quedarse callada por unos momentos.

—Joven estamos haciendo todo lo posible. Por favor manténgase a salvo. ¿Está herido?

—¿Q-Qué? No, no estoy herido. —negué con mi cabeza, aún sabiendo que no me vería—. Pero mi amigo está siendo apuntado por un arma en la cabeza. ¿M-Me está escuchando? Tiene un arma en la cabeza.

—Lo sé. Necesito que mantenga la calma y se mantenga a salvo. ¿El que posee el arma tiene una cicatriz en el ojo? —preguntó de la nada. ¿Qué le pasa? Le doy 0 estrellas a esta mujer por su pésima atención. Seguramente esto se trata de una secta o algo así.

Con cuidado, giré mi cuerpo y me fijé en el rostro del asaltante:—N-No puedo ver. Tiene un parche cubriendo su ojo izquierdo. —susurro apenas, escondiéndome de inmediato al ver como se volteaba en mi dirección.

Mierda ¿Me habrá visto?

—Oye. —dijo, asustando a Sanha el cual retenía las lágrimas y los llantos—. ¿Hay alguien más contigo? —preguntó. Por favor, di que no, di que no.