𝑬𝒖𝒑𝒉𝒐𝒓𝒊𝒂 || 𝓑̴𝓲̴𝓷̴𝔀̴𝓸̴𝓸̴

⊱ Trois ✨

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« Solitario »

Lee Dongmin

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Se sabe que desde los inicios de los tiempos el humano a sobrevivido por su audacia y su tan avanzado instinto de supervivencia. Ellos descubrieron el fuego, evolucionaron, sus mentes ingeniaron nuevas formas de herramientas, armas, hogares, y mucho más.

Una simple alteración en todo aquello podría haber cambiado todo nuestro futuro tal y como lo conocemos, pero por fortuna no fue así, o por desgracia quién sabe. Quizá y esa alteración haya sido algo mucho mejor de lo que tenemos ahora, pero no viene al caso.

En conclusión, el ser primitivo fue inteligente, aunque ni él mismo lo sabía, para llegar a donde estamos ahora, miles de años después. Entonces, alguien, por el amor de Dios, por lo que sea, ¿Me puede explicar por qué la humanidad está tan cagada?

Incluyéndome, mírenme ahora, estoy tirado en el suelo pasando una vergüenza inimaginable a vista de todos en el centro comercial en el primer día de trabajo por un error mío.

¿Cómo es que pude ser tan tonto como para tropezarme? Sabía que tener tantas cajas entre mis manos solo por ayudar a Soobin no era buena idea, sin mencionar el ligero mareo que tuve segundos antes de caerme.

Cosas sin importancia.

Mis ojos se encontraban cerrados por completo sintiendo mi rodilla doler al chocar directamente con el filo inferior de la puerta. Los apreté con fuerza tragándome las miles de maldiciones que quería soltar en ese momento. Apoyé mis manos en el encerado suelo blanco el cual hacía prácticamente la función de un espejo de tan resplandeciente que estaba, Sanha es bueno limpiando.

Abrí los ojos lentamente, sintiendo una suave textura de tela en mi mano izquierda. Me mantuve aplastándolo por unos cuantos momentos, tratando de descifrar qué era ello, masajeándolo y sintiendo su forma, parecía una... ¿¡Pierna!?

Mis ojos se abrieron en menos de un segundo, parecían que se iban a salir de mi rostro den tan abierto que estaban. Confirmé lo que había pensado hace tan solo unos instantes, mi mano estaba sobre una pierna, exactamente en el muslo izquierdo de alguien.

Fui subiendo la mirada lentamente, con algo de temor y bastante avergonzado cabe decir. Vi una definida mandíbula la cual me llevaba a unos finos y apetecibles labios color rosa, una linda nariz algo gruesa en la base pero bastante alineada, y por último, unos hipnotizantes ojos color café oscuro, casi llegando al negro, no pareciera que tuviera iris alguna.

Era una mirada felina, haciendo estremecer cada rincón de mi cuerpo y haciendo que mis vellos de los brazos se coloquen de punta. Parpadeé un par de veces analizándolo, se me hacía bastante conocido.

—¿D-Dongmin? —pronunció suave y sin quitar su vista de mí.

¡Claro, ya recuerdo! Es Moonbin, aquél tipo que me estaba acosando en la escuela y que lo golpeé en el rostro tan fuerte que lo noquee, ya me acuerdo de él. Por su culpa no puedo cerrar mis puños sin sentir un punzante dolor en mis nudillos, idiota.

—¿Moonbin?

Me sentí bastante avergonzado en ese momento, no sé porqué a decir verdad, simplemente quité mi mirada de la suya posándola en el suelo, tratando de no verle a la cara.