𝑬𝒖𝒑𝒉𝒐𝒓𝒊𝒂 || 𝓑̴𝓲̴𝓷̴𝔀̴𝓸̴𝓸̴

⊱ Ventitré ✨

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« ¡Corre! »

Omnisciente

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—¡Maldita sea! —gritó Myungjun algo frustrado—. Esta cafetera no sirve.

Había tenido una mañana demasiado frustrante como para que ahora esta cafetera no quiera servirle un simple vaso de café el cual era su único trabajo, ¡el único!

—Al menos me iré hoy con la madre de Dongmin. —susurró resignándose y yendo hacia la máquina expendedora para obtener una bebida aleatoria. Ni siquiera estaba de ganas.

—Myungjun, es hora. —oyó detrás suyo.

¡Sí, maldita sea, al fin!

Giró intentando no sonreír lo más que pudiera, al fin se iría de este hospital de la muerte a uno mejor en donde sus compañeros no estén intentando matarse o donde las cucharacharas no se suban a tu comida apenas te distraes.

La madre de Dongmin sería trasladada junto con él para mejores cuidados, pues en este hospital no iba a sobrevivir un largo tiempo.

"—Dongmin... hola, soy yo, Myungjun. —susurró este en el teléfono.

—¿Myungjun? ¿Qué sucede?

—Bueno lo que pasa es que...

Y ahí comenzó a explicarle el problema que había en el hospital acerca de la falta de recursos y que lo mejor sería que su madre sea trasladada al hospital al cual él iba a irse para hacerle un seguimiento constante y procurar que todo esté en orden.

—Sé que sería un gran costo adicinal proporcionarle esos nuevos cuidados a tu madre pero-

—Está bien. —contestó inmediatamente—. Transfiéranla. No importa el dinero, yo pagaré todo así me quede en la calle.

Esas palabras lo dejaron sorprendido".

—Seungkwan, ¿tienes lo que te pedí la vez anterior? —preguntó con desgano entrando hacia la sala de urgencias oyendo inmediatamente a las personas hablar y unas cuantas llorar. sobre todo niños.

Pero eso no llamó su atención pues ya estaba más que acostumbrado, lo que sí hizo que se detuviera de repente fue una rubia cabellera frente a él.

Lo miró extrañado por un par de segundos. Estaba sonriendo y sostenía en su mano una flor junto con un sándwich y un refresco.

La gente es rara.

Miró detrás suyo cerciorándose de que aquél hombre estuviera viendo a alguien aparte de él pero lo único que vio fue un señor de tercera edad meciendo sus pies mientras estaba en la camilla.

Qué más da.

Myungjun simplemente lo ignoró y pasó de largo dirigiéndose hacia la recepción.

—¡O-Oye! —escuchó detrás de él haciendo girar su cabeza de forma ligera.

Aquél hombre empezó a seguirlo.

Myungjun enarcó una ceja y comenzó a caminar de forma más rápida viendo que aquél hombre realmente lo estaba persiguiendo.

Aquello hizo que su corazón comenzara a latir con algo de fuerza y el sentimiendo de adrenalina esté inundando sus venas con rapidéz.