𝑬𝒖𝒑𝒉𝒐𝒓𝒊𝒂 || 𝓑̴𝓲̴𝓷̴𝔀̴𝓸̴𝓸̴

⊱ Tredici ✨

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« Reflejo »

Omnisciente

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Dongmin y Sanha habían sido sacados del centro comercial por un grupo de policías. Conforme bajaban las escaleras, los llantos silenciosos de Sanha llegaban a los oídos del mayor mientras que este aún se mantenía en estado de shock con algo de sangre en su rostro.

Todo el lugar estaba hecho un desastre. El humo inundaba el lugar, y una sensación de revoltijo en el estómago le llegó cuando vio la mano de una persona bajo uno de los grandes fluorescentes caídos.

Podía ver el cielo a través de los cristales del techo, notando que ya estaba todo oscuro. El barullo de la gente y familias le daban escalofríos.

¿Cuánto tiempo estuvieron él y Sanha atrapados con ese tipo? Al parecer fueron horas.

Comenzaron a dirigirse a la puerta principal, viendo a través del cristal toda la aglomeración que había. Cuando los policías abrieron la puerta, la helada ventisca de la noche chocó contra su rostro, haciéndolo reaccionar.

—¡Dongmin! —oyó una voz a lo lejos. Giró su cabeza en su dirección, notando a su madre asustada entre la multitud.

—Ma... má. —pronunció apenas. Al dar un paso hacia adelante, algo lo detuvo. Miró hacia atrás, notando que Sanha estaba aferrado a su brazo, tembloroso y asustado aún por lo que había hecho.

No puedo dejarlo solo.

Tomó una bocanada de aire, y tomándolo fuertemente de la mano lo comenzó a guiar hasta su madre la cual una vez estuvo cerca de él, se lanzó, abrazándolo fuertemente y llorando.

—Hijo... mi hijito estaba muy asustada. —dijo entre lágrimas—. Tenía miedo de que algo te haya pasado. ¿Estás bien? ¿Te hiciste daño? ¿Por qué tienes sangre en el rostro?

—No... No es mía. —pronunció débil, sintiendo como un nudo comenzaba a formarse en su garganta.

Segundos después, Dongmin no logró aguantarse más y comenzó a llorar fuertemente en los brazos de su madre, pidiéndole perdón sin ninguna razón. En este momento quería estar en casa, viendo una película mientras comía con su madre y ambos reían. Quería estar con ella así la odie, porque era su madre, y la amaba.

—Mami... —dijo en un hilo de voz—. Mami tenía mucho miedo.

—Ay hijo. —su madre se separó, comenzando a limpiar sus lágrimas para luego besar su frente colocándose de puntitas.

Los minutos transcurrieron, en donde ambos se desahogaron con palabras y lágrimas. Pero luego, la policía pidió que tanto Dongmin como Sanha los acompañen para poder interrogarlos sobre lo ocurrido.

Sanha estaba asustado y con las piernas temblando, y Dongmin lo notó, así que tomándolo de la mano lo comenzó a llevar con él, siguiendo a los policías los cuales lo llevaban a unas carpas alejadas de la multitud en donde habían estado operando desde la tarde contra aquellos terroristas.

Y así pasaron las horas, horas en las que Dongmin fue interrogado con preguntas básicas como: "¿Qué pasó? ¿Cómo llegaron ahí? ¿Algún dato que nos quieras mencionar?" Y sobre todo le preguntaban una y otra vez si es que aquél terrorista que había estado con ellos tenía una cicatriz en el ojo.