𝑬𝒖𝒑𝒉𝒐𝒓𝒊𝒂 || 𝓑̴𝓲̴𝓷̴𝔀̴𝓸̴𝓸̴

⊱ Diciotto✨

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« Reencuentro »

Omnisciente

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Dongmin vestía un hoodie negro mientras que la capucha cubría la mayor parte de su cabeza. Sus manos estaban guardados dentro del bolsillo de esta mientras veía cada cierto tiempo a sus alrededores para que nadie lo esté descubriendo.

Eran pasadas las 9pm, y lo más probable es que se encuentre solo en aquella solitaria y oscura calle pero de todas formas quería cerciorarse de que algún ladrón lo esté siguiendo o algo así. Siempre es mejor prevenir que lamentar ¿No?

Su vista se posó en una gasolinera en la cual había un par de autos rellenando sus tanques. Justo a su costado había una tienda, de esas que estaban abiertas las 24 horas del día. Sobó su nariz con su mano de forma rápida, y se dirigió hacia ella.

El sonido de la pequeña campana resonó por el lugar al abrir la puerta. La calidez del ambiente inundó inmediatamente todo su cuerpo. Pasó entre los estantes y se dirigió directamente al cajero.

Como odiaba a este tipo.

—Cariño, que bueno verte. ¿Me extrañabas? —dijo el contrario, apoyándose con sus dos brazos en el mostrador.

—Jaehyuk, no me vengas con tus mierdas, sabes que no me interesan los hombres. —

—Y yo soy mujer, seguro. —contestó con una sonrisa de lado volviendo su vista hacia la caja—. Yuta se fue.

—¿Qué? —preguntó confundido—. ¿Cómo que se fue? ¿A dónde? ¿Quién se hará cargo del negocio ahora? ¿Si quiera siguen vendiendo? ¡Habla!

—Wow, tranquila princesa. No te preocupes por el negocio. Sigue circulando. Yuta dijo que quería hacerse cargo de algunos asuntos personales fuera del país, o algo así. Dejó el negocio a cargo de uno de sus conocidos. Ong Seungwoo.

Dongmin se quedó callado.

—¿Ong... Seungwoo?

—Sí, así es. Puedes ir a la parte tra-... —cuando levantó la mirada notó que Dongmin ya no se encontraba frente a él sino que yacía entrando por la puerta verde metálica que llevaba hacia la parte de atrás—. ¡A bueno gracias por tu atención! Malagradecido.

Mientras Dongmin comenzaba a cruzar aquellos pasillos llenos de estanterías llenas de cajas que contenían suministros para abastecer la tienda, una pequeña sonrisa apareció en sus labios. Fue cruzando rápidamente por cada una de ellas mientras que la poca luz que le otorgaba los fluorescentes en el techo lo guiaban por su camino.

Y entonces cuando lo vio. Ahí estaba Ong Seungwoo cruzando aquél último pasillo de estanterías. Estaba fumando junto con sus demás compañeros mientras estaba recostado en aquél sillón gris. Una pierna doblada encima de la otra mientras que usaba una remera negra sin mangas que le permitían ver los pocos tatuajes que contenían.

Sonrió en grande y comenzó a ralentizar su paso. El contrario, al oír sus pisadas, simplemente bajó la mirada, ladeó el rostro sonriente y sacó el cigarrillo que traía en su boca.

—Lee Dongmin. Ha pasado tiempo.

—Hola, Seungwoo.

Los acompañantes del nombrado miraron directamente a Dongmin, sintiendo como la tensión en el ambiente crecía. Ambos tipos se quedaron completamente callados mientras se miraban directamente a los ojos. Incluso uno de los chicos colocó su mano en su bolsillo trasero con la intención de sacar el arma que portaba por si es que sucedía algo.