35. QUIEN DIRIA?

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Las siguientes semanas se volvieron un poco agotadoras para Lauren, entre exámenes y la organización del nuevo departamento que compartiría con Camila el cuerpo comenzaba a pedirle un descanso. Aun así la pelinegra no pensaba ceder, ya tendría tiempo para descansar cuando terminara con todo aquello mientras tanto ella seguiría con su habitual rutina que incluían libros y muebles para el hogar.

Era sábado por la tarde y Lauren estaba con Beth en el que seria, dentro de poco, el nuevo hogar que compartirían con la castaña y los gemelos.

Ambas pelinegras estaban a la espera de Camila, pero mientras tanto "discutían" sobre la decoración de la casa.

-Beth, elige de que color quieres pintemos tu habitación- le decía Lauren a su hija bajándola al suelo para que la pequeña eligiera entre las muestras de colores que la ojiverde le mostraba.

Beth miro a su madre mientras ésta se arrodillaba frente a ella y le tendía el catalogo de muestra. Camila y Lauren decidieron empezar con la decoración del dormitorio de Beth, seguido del de los gemelos, un pequeño cuarto que las chicas determinaron que seria la sala de descanso donde ya planeaban instalar un televisor, un reproductor de DVD y una pequeña biblioteca por petición de Lauren. Decidieron que su habitación seria la ultima en decorar por cuestiones de que ambas no se ponían de acuerdo.

Lauren ya había comprado varios muebles, incluido las cunas para los gemelos y una cama para Beth, un armario para la ropa de los niños y otro para ellas, veladores que irían sobre las mesitas de luz de cada habitación y un televisor que habían instalado en la espaciosa sala del lugar, acompañado de dos sillones individuales. Ese día llegarían los sofás y la cama de matrimonial para ella, incluida la biblioteca de madera que Lauren se había encargado de elegir ella misma y de la cual estaba más que ansiosa por recibir.

-Beth, elige el color que te gusta más- le decía Lauren a su hija mientras se sentaba en el suelo con las piernas cruzadas en pose de indio y Beth se sentaba sobre ella.

-Eté- le dijo Beth a su madre después de unos minutos en silencio señalando un color rojo furioso que no le gusto para nada a Lauren.

-¿Ese, Beth? No lo creo- negó la pelinegra y si hija se giro para mirarla. -No me mires asi, respeto tus decisiones, pero ese color rojo no me gusta y tampoco te va a gustar a ti, ya lo veras. ¿Qué te parece este? - le pregunto Lauren a su hija señalando un color salmón. Beth miro el color y después miro a su madre con una expresión de ironía en el rostro. -¿Qué? Es un buen color.

-¿Problemas para ponerse de acuerdo?- pregunto la voz de Camila entrando a la habitación de Beth. Lauren y Beth se giraron para mirarla y ambas sonrieron con idénticas sonrisas que derritieron a Camila internamente. -Uy, disputa Jauregui. ¿Qué sucedió ahora?

-Beth quiere pintar su habitación de un color rojo espantoso y yo quiero un color salmón, Camila - se quejo Lauren haciendo un puchero apenas visible. -Encima me mira mal, como si mi elección no fuera la adecuada.

-Pintaremos las habitaciones de un verde suave. Tanto la de Beth como la de los gemelos- dictamino Camila mirando seriamente a las dos pelinegras aunque por dentro se moría por reír. -Es mi ultima palabra.

Después de eso la castaña se fue dejando a madre e hija mirándose con una mezcla de sorpresa, desconcierto y vergüenza mientras que del otro lado de la puerta la castaña se tapaba a boca para que no se escuchara la risotada que había soltado.

Quince minutos después, Lauren y Beth seguían con su disputa de colores, pero bajo la atenta mirada de Camila. La pelinegra dejo a la bebé con la castaña y fue a comprar las pinturas para pintar el lugar mientras la castaña y Beth comían galletas que Camila había horneado.

¿ SOMOS AMIGAS ? - ALGO ASIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora