30. LA ELEGIDA (PARTE 2)

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-¿Adonde me llevas, Lauren?- era la pregunta bastante recurrente de Camila desde que salieron del departamento de Lauren hacía poco más de media hora.

La pelinegra iba con su hija en brazos y Camila a su lado con su brazo derecho entrelazado al de Lauren, que sonreía completamente feliz contagiando esa felicidad a su novia. Ambas sabían que el mal trago que sufrieron en la mañana no se había ido completamente, pero las dos pondrían lo mejor de si para eliminarlo por completo. Lauren sabia que aquello era solo hasta que los gemelos nacieran y se supiera de la paternidad de los bebés. En su interior rogaba por que el padre fuera Alessandro, pero también sabia que había un cincuenta por ciento a favor de Austin y eso era lo que más la incomodaba. Sabia que Majon usaría la excusa de que Matt y John eran sus hijos para acercarse a Camila y ella no tendría ningún derecho en impedir aquello por que él sería el padre.

Tampoco dejaría a los gemelos sin uno a pesar de que el padre en cuestión sea un idiota cabeza dura.

Por otro lado, haría lo que fuera por que Camila la eligiera a ella cada día como el amor de su vida. Sudaría sangre de ser posible para llevar a cabo eso. Por que, como dicen por ahí, solamente amas de verdad una sola vez en la vida y Lauren Jauregui ya había encontrado al amor de su vida. A sus escasos 18 años, casi 19, lo había encontrado, contra todo pronostico, en una chica bajita de ojos marrones, piernas bronceadas y kilométricas que podían llevarla a la locura, voz increíblemente asombrosa, una chica que venia con el combo del dos por uno incluido pero que ella amaba ese combo, que la aceptaba con una hija que parecía experimentar los celos por primera vez cada vez que su madre se acercaba a la castaña, La misma chica que ella había torturado en el instituto y que en su ultimo año se había convertido en algo asi como su amiga, aquella que no le quería decir nada su embarazo por que no quería que abandonara su vida en New Haven, aquella por la cual no dudo un segundo en cambiarse de universidad, la chica que sin saberlo o sin planteárselo siquiera la fue enamorando de a poco, cambiando aquel "No estoy aquí para enamorarme "por un "Te amo tanto, Camila Cabello ". La misma que le ayudo a remodelar uno de los cuartos vacíos de su departamento convirtiéndolo en la hermosa y reconfortante habitación de Beth. La misma con la que a veces discutía pero que solucionaba todo rápidamente siguiendo su mismo concejo de que en una pareja lo primordial era la confianza, la sinceridad y la comunicación. Por esa misma razón, Lauren siempre se alejaba unos minutos para reflexionar y pensar, luego regresaba y hablaba de que sea que haya sucedido con Camila. Estaban juntas en esta relación y juntas arreglaban sus problemas o discusiones, llevándola a la mejor parte de las peleas: La reconciliación. Camila le hacia el amor como nadie se lo había hecho antes, había tanta ternura y al mismo tiempo tanta pasión en sus caricias, en sus besos que Lauren creía imposible sentirse más querida por una persona, pero de repente aparecía Camila y le demostraba que no era imposible por que ella lograba hacerle sentir miles de sensaciones que jamás creyó sentir, ni con un hombre ni con una mujer, pero que estaba encantada de experimentar aquello con la mujer que ahora caminaba a su lado mirando de un lado a otro, en busca de algún indicio de hacia a donde la estaba llevando su novia.

-Llegamos- anuncio Lauren deteniéndose frente a un gigantesco centro comercial y mirando a Camila que parecía no creerse donde la había llevado la pelinegra. -Te dije que una vez que sepamos el sexo de Matt y John iríamos a comprarles ropa, a ellos y a Beth. Entonces, aquí estamos- repuso Lauren señalando con su mano libre el lugar. -Quiero que me ayudes a elegir la ropa de nuestros hijos, ¿Aceptas, Camila Cabello?

-Acepto, Lauren Jauregui - respondió Camila en tono de broma, pero sabiendo que la conversación de esa mañana con la pelinegra estaba muy presente entre ambas. Sabiendo también que algún día ese ''Acepto" la uniría para siempre a la mujer que ahora la mira con un brillo especial en los ojos y una sonrisa capaz de cautivar y enamorar a cualquiera.

¿ SOMOS AMIGAS ? - ALGO ASIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora