¿ SOMOS AMIGAS ? - ALGO ASI

36. CABELLO-JAUREGUI...O ¿JAUREGUI-CABELLO?

Era miércoles por la mañana cuando Lauren despertó en su cama completamente sola. Fue un poco absurdo pasar su mano por el lado izquierdo de la cama buscando el cuerpo de su novia sabiendo que ésta no había pasado la noche con ella. Aun sabiendo que la castaña estaba perfectamente bien en su departamento en compañía de Ryan no podía evitar sentirse un poco triste no haber despertado al lado de su novia, recibiendo su beso de los buenos días.

-No esperare a los tres meses después del nacimiento de los gemelos para irnos a vivir juntas- se dijo asi misma abandonando la calidez de su cama justo al tiempo que su reloj despertador marcaba las 7:14 a.m.

Se dirigió hacia la cocina para preparar el desayuno, pero se sorprendió de encontrar a Dinah allí, con cara de dormida y el pijama puesto. Pijama que dejaba muy poco a la imaginación.

-Dinah, ¿Se puede saber que haces aquí tan temprano? - cuestiono la pelinegra con cansancio. -¿Acaso dormiste aquí y yo no lo supe? Por cierto, ¿Podrías vestirte antes de desayunar?

-Tranquila, Laurenza. No hay nada que no hayas visto ya- respondió la morena con una sonrisa picara y pasándose las manos por su cuerpo sugerentemente. -Y no, no dormí aquí, la que durmió aquí fue Ashley, Jauregui. La vi salir cuando llegué- continuo Dinah ocultando un bostezo. -Más tarde hablaremos sobre eso ahora sírveme un poco de café.

-No has respondido mi pregunta, ¿Qué haces aquí, Dinah? - volvió a cuestionar Lauren sirviendo dos tazas de café.

-No me culpes a mi, culpa a tu novia que se despertó a las seis de la mañana y comenzó a cantar a los cuatro vientos interrumpiendo mi sueño. Entonces, me vine aquí con intenciones de seguir durmiendo, lo cual haré cuando ustedes se vayan n a Columbia - repuso Dinah. - Lo dije una vez y lo vuelvo a repetir...a pesar de que quiero a la enana, por momentos, me sigue inspirando las irrefrenables ganas de ahorcarla con alambre de púas.

-Ni se te ocurra, por que el día que hagas eso se termina tu existencia en este estúpido planeta, Hansen - amenazo Lauren apuntándola con un dedo. -Pasaras de ser un sexy cuerpo moreno caliente a ser un frío cadáver sin identificación.

-Buenos días- saludo la voz de Eleonor entrando a la cocina con el pelo revuelto y su ya habitual pijama.

-Eleonor, vete a vestir- ordenaron Lauren y Dinah al mismo tiempo, pero después solo la morena continúo hablando. -Ni se te ocurra llamar a eso pijama. Estas con tu trasero al aire y tus pechos piden a gritos un poco de libertad en ese ajustado top.

-¿Ves, Dinah? Esto es lo que yo tengo que soportar todas las mañanas. A tu hija práctica mente desnuda. Además, tú eres la menos indicada para reprocharle algo- replico Lauren señalandole el cuerpo. -Mírate, tu "pijama" deja poco a la imaginación.

-¿Qué pasa, Laurenza? ¿Un día sin tener sexo con tu pitufina y ya estas toda histérica? - bromeo Dinah haciéndole una seña a Eleonor y acercándose a Lauren. Ambas abrazaron a la pelinegra, dejándola en el medio.

-¡Suéltenme!- exclamaba Lauren riéndose ya que las otras comenzaron a hacerle cosquillas.

Estaba tan metida en esa situación que no vio como alguien entraba a su departamento y posteriormente a la cocina. Los aplausos pausados e irónicos de su novia fueron las que obligo a las tres a separarse.

-Y cuando ya teníamos a punto caramelo a Lauren para llevarla a la cama aparece el gnomo más sexy y arruina nuestros planes- ironizo Dinah ganándose una mirada asesina, no solo por parte de Lauren sino también por parte de Camila.