17. DOS PALABRAS

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Las siguientes semanas fueron las mejores para Lauren, estaba en su mejor momento con Camila, aun no había visto personalmente a Beth, pero Sinu la mantenía al tanto de todo lo que sucedía con la pequeña. Además, estaba el hecho de que tenia nuevo hogar y también tenia un nuevo empleo.

Hacia una semana atrás había conseguido empleo en una pequeña librería cercana a la universidad. Después de salir de Columbia pasaba por la librería y allí pasaba sus horas hasta las cinco tardes que terminaba su turno. No era la gran cosa, pero le dejaba un ingreso económico aparte del deposito que Clara le hacia cada mes. Era un buen primer paso hacia la independencia.

La convivencia con Eleonor tampoco estaba tan mal. La chica era una caja de sorpresas y Lauren se asombraba cada vez más de eso. No es que no la conociera, por que ya habían convivido en el dormitorio del campus, pero ahora era diferente. La chica era más de responsable de lo que parecía. Era una gran cocinera y una gran compañera de piso, algo que a Lauren le gustaba.

Era viernes por la tarde y estaba en su trabajo, le quedaban cerca de quince minutos antes de salir de allí e ir en busca de Camila. La había visto la noche anterior y hablaron por teléfono antes, durante y después de sa lir de Columbia. Se asombraba lo mucho que la extrañaba y la necesitaba a pesar de tenerla a pocas cuadras o de lo rápido que latía su corazón cuando la tenia cara a cara o hablaba con ella por teléfono. Con ninguno de sus novios y conquistas anteriores le paso algo asi. Camila estaba consiguiendo algo que los demás no Se estaba enamorando, bueno ya lo estaba, pero ese sentimiento aumentaba cada día más.

Estaba enamorada de Camila Cabello y no lo negaría. Su idea era ir despacio, pero hacía ya tres semanas que estaban juntas y era hora de ponerle un titulo a aquello que tenían juntas. Camila se merecía algo especial por aceptarla tal y como era.

La había aceptado y apoyado con el tema de Beth a pesar de su poca y casi inexistente relación con Sinu. La había ayudado a remodelar una de las habitaciones de su nuevo departamento con la intención de que se convirtiera en el dormitorio de Beth las veces que la fuera a visitar. La había tranquilizado de una manera asombrosa cuando, con el correr de los días, no veía a su hija. Camila le había dicho que a lo mejor Sinu la estaba poniendo a prueba y que necesitaba tiempo para que se diera cuenta de que aquella nueva oportunidad que le había dado a Lauren valía la pena.

-Hola, buenas tardes- saludo una voz de mujer mientras Lauren se encontraba entre los estantes acomodando algunos libros. -¿Se encontraría Lauren Jauregui, por favor?

-Ella misma habla- respondió la peli negra yendo hacia el escritorio de la entrada y encontrándose con quien la estaba buscando. Se llevo una sorpresa enorme cuando frente a ella se encontró con una versión mucho más mayor y madura de Camila Cabello. -¡Sinu! ¿Qué-qué haces aquí? ¿Beth esta bien? ¿Le paso algo?

-Beth esta bien- resoondió Sinu con una enorme sonrisa en su rostro. -De hecho, esta dormida en el auto.

-¡Oh, por dios!·exclamo Lauren tapándose la boca con emoción. -¿Esta aquí? ¿Puedo verla?

-Más que eso. He decidido que, como me has demostrado que te estas tomando esto seria y responsablemente, he pensado que a lo mejor te gustaría pasar algunas horas con Beth - repuso Sinu mientras Lauren abría los ojos como platos por la noticia.-¿Qué me dices?

Lauren no dijo nada. Siguiendo un impulso abrazó a Sinu. Estaba más que feliz. Después de esperar tantos días a hora tenia la posibilidad de pasar un tiempo, aunque sea unas horas, con su hija, su pequeña y adorable hija. Sinu la llevo hasta la salida y le señalo el asiento trasero del auto donde dormía Beth profundamente.

¿ SOMOS AMIGAS ? - ALGO ASIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora