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La chica con trenzas me sonrió ligeramente, y se veía bastante hermosa, pero la sonrisa no le llegaba a los ojos, en ese momento Lonnie me pareció un cascarón vacío. No sé si es porque la iluminación del lugar era deprorable, o porque después de ver las sonrisas de felicidad sincera en mis amigos, se me hizo fácil reconocer una falsa.

- No has contestado mis llamadas - me dijo tímidamente, como si no fuera capaz ni de matar una mosca

- Lonnie, pense que había sido clara - dije lo más firme que pude ser

- Esta bien, lo entiendo - contesto algo irritada - ciertamente no soy de las mejores personas del mundo ¿ Pero en serio me cambias por Catra?

- No te estoy cambiando por Catra - me defendí - y si así fuera, ella al menos es una buena persona

Lonnei bufo y sonrió irónicamente, sus ojos eran oscuros y sin brillo, quizás porque nunca en su vida había sufrido un rechazo - ¿ Buena persona? Ella es una puta, una criminal,¡ una narcotraficante! Es parte de una banda, ¡ TODA UNA DELINCUENTE ! - gritaba- No es buena personas, puede que mi actitud sea una mierda, y acepto si no quieres estar conmigo por eso, pero es ridículo que me digas que la prefieres a ella "por que es buena persona". Ella solo va arrastrarte a su mundo de porquería.

- No sabes lo que dices - trate de defenderla pero fue en vano

- Si lo sabe

No se desde cuando Catra estaba ahí escuchando, pero habló justo en ese momento para objetar contra mi defensa, su cara era sin expresión y caminaba lentamente y con mucha paciencia hacia nosotros

- Si, tienes razón, soy una delincuente - dijo mirando a Lonnei - y ya que no estan tus amigos para defenderte, agregaré homicidio a la lista de crímenes que he cometido si no te largas ahora.

Lonnei decidió irse, quizás porque era una debil cobarde que no era nada sin sus súbditos, o quizás porque Catra sonó tan atemorizate que hasta a mi me asustó porque parecía que lo decía en serio

- Como quieran - dijo Lonnie - quédense con su mierda

Lonnie se alejo lo suficiente como para perderse en la oscuridad del sitio, pero sus pasos sobre el asfalto aún resonaban. Nos quedamos en silencio por un tiempo hasta que el único sonido era el del viento helado de aquella noche, el bullicio de las personas viendo el partidos adentro y nuestra respiración. Alguna de las dos tenía que hablar primero, fue ella

Su voz no sonaba feliz y juguetona como de costumbre.

- Ya empezó - dijo refiriendo al partidos - ¿Aún quieres verlo conmigo ?

Asentí, ella me ofreció su mano, no vacile en tomarla, era suave, sus palmas pequeñas, sus dedos largos y delicados. Me gustaba la sensación de calor de su mano sobre la mía en una noche fría como aquella

Bajo las estrellas ella no me guió para entrar a las gradas sino atrás de estas, donde había unas vigas de concreto y metal a las que estaban unidas muy arriba, las enormes farolas que iluminaban la cancha.

- ¿Le tienes miedo a las alturas?

Había estado en cientos de aviones antes, no podía quejarme de la altura, pero a decir verdad, mis pies amaban el suelo y la tierra firme

- Solo si no miro abajo - respondí tratando de lucir valiente

Ella sacao una llave de su bolsillo y la uso para liberar un candado que protegía a la cadena de ser liberada

La cadena era para evitar que cualquier idiota le diera a la palanca y las escalera plegable quedarán sueltas, estas te llevaban a una pequeña ( muy pequeña) plataforma a un par de metros del suelo. Catra bajo la palanca y las escaleras estuvieron a nuestro alcance segundos después. Yo no tenía que preguntar que íbamos a hacer, pues ya lo había supuesto. Subiríamos a la última plataforma, donde se encontraba las enormes farolas.

Refugio [CATRADORA] she-raDonde viven las historias. Descúbrelo ahora