Estaba durmiendo tranquilamente en la habitación de la posada, pero pasaba por mi mente aquellos recuerdos.
Estábamos llegando a Europa después de que los alemanes y rusos dejaron las costas Americanas. Habíamos despegado de portaaviones USS Enterprise XV y llegábamos a las playas de España. Los españoles nos recibieron como en su casa, y gracias a los mexicanos lográbamos hablar entre todos. Jamás pensamos que el infierno se desatará en unos días.
Me desperté tranquilamente, pero algo ya no me dejaba en paz.
Miraba al techo y realmente no se que era lo que buscaba o esperaba, ¿realmente podría volver a la Tierra? ¿Y si lo logro, que me garantiza que no me maten apenas llegue?
Tantas preguntas me invaden la cabeza, y la idea de quedarme aquí para siempre empezaba a comerme, pero tenía que regresar y despedirme por última vez de mi hermana, solo necesitaba eso para estar en paz.
Mientras pasaban esos pensamientos por mi mente, sentía que algo se estaba moviendo por mis pies, luego subió a mi estómago y finalmente se metió entre mi brazo. Era Kamelia, y se comportaba como un gato en busca de calor. Yo empecé a acariciarle la cabeza y ella ronroneaba. Podía decir que era algo calmante.
A la mañana siguiente, Kamelia y yo salimos de la posada, y en frente de esta habían dos guardias imperiales. La primera era la capitana, pero al segundo no lo reconocía, y tenía algo diferente en su traje. Si bien los guardias de ayer tenían un casco que sólo les cubrían los ojos, esté soldado tenía una clase de cubrebocas metálico que le escondía la boca y la nariz, pero dejaba ver sus ojos azules y un cabello desordenado castaño.
"¡Ey tu, hombre de verde, ven para acá!"
Kamelia se escondió detrás de mí y me preguntó.
"¿Conocés a la capitana Raquel?"
"Lamentablemente si"
Luego caminamos hacía ella.
"Hombre de verde, te presento a Mauro. Mauro sera el soldado que te vigilará y me reportará tus movimientos, y será él quien me confirme que eres aliado y no enemigo"
"Esta bien"
Aquel soldado soldado me extendió la mano y yo hice lo mismo, sin embargo, su apretón de manos era más amistoso y agradable que el de la capitana el día de ayer.
"Es todo un placer estar junto a usted en esta aventura, hombre de verde"
"Llamame Archer"
"Entendido, señor Archer"
"Bueno" interrumpió Raquel "Partiremos en la noche así que preparen sus cosas" luego se fue, dejando a Mauro.
Kamelia dejó de esconderse de detrás de mí y me miró con unos ojos llorosos.
"¿Te vas esta noche? Se supone que tengo una semana para convencerte"
"Lo sé, pero no sé porque dijo eso"
"Entonces no vayas"
"Me temo que eso no será posible" interrumpió Mauro "El hombre de verde, digo, Archer, es sospechoso de espionaje militar, y para probar su lealtad tendrá que obedecer a la capitana hasta que ella lo decida"
"Pero él no es un espía, ¿o sí?"
"Claro que no"
"¿Entonces?"
"Lo siento Kami, pero ahorita está en juego mi vida"
Ella parecía que quería llorar.
"No te preocupes, cuando esto termine, volveré y tendremos aventuras, ¿ok?"
"Esta bien"
Ella seguia triste, pero parecía entenderlo.
Mauro se fue y yo empecé a preparar todo lo necesario. Aliste mi cuchillo, mi pistola y el rifle, los cartuchos, las ultimas dos granadas que tenia, y una pistola de bengalas que tenía. También prepare mi ballesta y las flechas, y le compré otras más a Roiy. Ya tenía todo listo, solo me acerque al carruaje y tomé algunas de las monedas, metiendolas en una bolsa de tela que conseguí.
Ya estaba listo para irme y el sol se estaba metiendo. Mauro estaba al final de la calle y yo solo debía de ir con él. Mire detrás de mí y estaban varios de los vendedores, ademas de estar también Kami. Me acerque a ella y me agache a su altura.
"No sigas triste, solo serán unos días y luego volveré"
"Lo sé, pero quería ir de aventuras contigo. Hace mucho que no hacía un amigo"
Yo sonreí y luego le acaricié el cabello.
Me despedí de todos y luego me puse el casco. Después fui con Mauro.
Caminamos por las calles hasta que llegamos a la otra salida de la ciudad, donde ya estaban varios soldados y algunos carruajes y caballos listos para salir.
"Al final si viniste"
Yo no dije una palabra, y Raquel dio la orden para que todos subieran a los carruajes. Mauro y yo subimos a uno de ellos junto a otros soldados, y a los pocos minutos empezamos a movernos.
La Luna alumbraba el cielo y casi todos estábamos cansados, así que nos dormimos.
Era de día y poco a poco se iban despertando todos.
El viaje era muy aburrido, y después de la noche que pase, empecé a extrañar a los camiones de tropas. Más rápidos, cómodos y espaciosos, y con menos astillas.
Todos estábamos despiertos, y el jinete nos dijo que llegaríamos en unas horas a la ciudad. No es por quejarme pero, estoy seguro que un Maus ya hubiera llegado a la ciudad. Como sea, empezamos a hablar entre todos durante el resto del viaje y parecían buena gente. Todos ellos preguntaban sobre mi raras vestimentas, y de mis armas mágicas que llevaba en la espalda y la cintura. Yo empecé a contarles sobre los soldados de mi época, y de las máquinas poderosas que usábamos, y cada quien hacía sus preguntas.
"¿Cómo es posible que existan carruajes de metal que no se muevan por caballos?"
"¿Enserio existen aves de metal más rápidas que un dragón?"
"Es imposible que exista algo más rápido que un caballo?"
"¿Y todos se visten igual que tu?"
"¿Y cómo funciona ese Internet?"
"¿Qué magia usan para que se muevan esos "robots"?"
"¿No existen criaturas mágicas en tu territorio?"
Esas eran sólo unas pocas de las muchas preguntas que tuve que responder.
Despues de lo que parecieron cuatro horas, empezamos a entrar por las puertas de la ciudad capital y quede totalmente asombrado al ver lo que era, una enorme ciudad clásica, colorida y llena de vida.
Finalmente llegamos hasta el puesto de guardia y salimos de los carruajes. Lo primero que hice fue estirarme y acomodar mis cosas. Terminando, todos nos movimos dentro de las tiendas militares. Yo seguía a Mauro, quien me explicaba como funciona toda la organización de la guardia, y no era tan distinta a la organización militar a la que estoy acostumbrado.
ESTÁS LEYENDO
One arrow, one kill
AdventureDe una manera misteriosa, Archer, un francotirador de la fuerza armada estadounidense, parece haber llegado a otra dimensión después de que ocurriera un ataque con misiles cerca de su posición. Ahora su misión será encontrar la forma de regresar a s...