Sons Of Quirce

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Por fin habíamos llegado, y aún nos quedaban los últimos minutos de luz solar, y aunque esto no era algo más que una redada tipo SWAT, no podía sentirme tranquilo.
"Soldados, plan de batalla. Grupo uno, avanzan conmigo por el frente iniciando el ataque. Objetivo: establos y armería. Grupo dos, tomarán ventaja elevada desde la colina y atacaran una vez el enemigo mueva a sus soldados al frente. Objetivos: esclavos de combate. Quiero por lo menos a 20 enemigos vivos, no importa si les falta un brazo o ambas piernas, pero los quiero vivos. Esta puede ser una oportunidad única de encontrar a Quirce y a sus aliados, por lo que si en 50 minutos no terminamos el asalto, la guarnición nos enviará otro pelotón. ¡Quiero verlos de nuevo con vida soldados, recuerden por que luchamos!"
"¡HAI!"
Todos alzaron armas y luego nos dividimos en dos. El grupo uno estaba conformado por Mauro, cuatro caballeros y 20 soldados, mientras el segundo grupo está compuesto por un caballero, tres soldados, el idiota y su grupo, Erika, Einar, Kamelia, Sarah y yo. Einar y Erika eran los únicos que podían convencer a los demás esclavos para ayudarnos, por lo que el caballero era el responsable de cuidarlos.
Nuestro grupo llegó hasta la cima y sería yo quien diera la señal para nuestro ataque. Me coloque el casco y active el zoom. Podía ver como el grupo uno ya estaba atacando la barricada de madera. Mauro y los espadachines cubrían a los magos y arqueros mientras lanzaban proyectiles de fuego, pero los mercenarios no eran tontos, sus combatientes evitaban acercarse demasiado a la línea de ataque de Mauro, y los arqueros disparaban desde las torres de vigilancia y de detrás del muro. Dos caballeros trataban de acercarse, pero la línea de defensa del enemigo evitaba que ellos pasarán, por suerte las armaduras de los caballeros era resistente a las flechas, y los golpes de espada no eran tan efectivos en ellos.
Con más de la mitad de soldados enemigos en la posición de Mauro, era el turno del segundo grupo para atacar. Di la orden y todos comenzamos a descender de la colina, listos para destruir la barricada. El caballero ganó velocidad y adelanto al grupo, y una vez bajada la colina siguió corriendo hasta llegar al muro de madera e impactar contra este, aunque sólo logró fracturar parte de este.
"¿Te encuentras bien?"
"Si, aunque es más duro de lo que pensé"
"Yo me encargo" respondió Gerrit (el chico zorro del otro grupo).
Caeli (la chica maga) comenzó a conjurar un hechizo, en un idioma que parecía latín, y su mano derecha se iluminó de color amarillo. Tocó la espalda del chico y este soltó un grito de guerra aturdidor, además de parecer extasiado, como si le hubieran inyectado una o dos dosis de adrenalina. Después del grito, soltó un golpe izquierdo al muro y lo quebró, luego dió un golpe con la derecha y destruyó gran parte del muro, e incluso arranco parte de la tierra.
Ya con la apertura, entramos al campamento, pero tuvimos la mala suerte de toparnos con siete mercenarios que estaban moviendo armas y una catapulta al frente de batalla, siendo cuatro de ellos matones de dos metros que tomaron armas de las cajas y se lanzaron contra nosotros en cuestión de segundos. El caballero se movió rápidamente y defendió a Gerrit de dos matones usando su espada larga. Yo apunte y dispare una flecha contra uno de ellos, pero la desvío con su antebrazo, pero eso permitió al guardia cortarle el pecho, aunque solo fue superficial. Los otros dos matones y tres mercenarios rodearon el combate y nos atacaron directamente. Sarah coloco un muro de fuego para evitar que se acercarán, pero no funciono con los matones, los cuales cruzaron el muro de fuego y cruzaron espadas con el idiota, un guardia, y Kamelia. Los otros dos guardias y Gerrit cruzaron el muro para ayudar al caballero contra los otros cinco.
Triono detuvo otro golpe del matón Caeli y Rita (la arquera) atacaban a la distancia con flechas mágicas. El matón dió un paso atrás y Triono aprovecho para dar una estocada al estómago y matarlo rápidamente.
Al mismo tiempo, el guardia y Kamelia detenían al segundo matón, pero Kami no aguanto el impacto y cayó al suelo. Mientras el guardia bloqueaba el ataque, yo dispare un flecha y logré herirlo del hombro. En ese instante, el guardia lo alejo de una patada y lo quemo un poco con el muro de fuego, y en ese punto Erika y Einar se lanzaron para retenerlo, pero no tenían la fuerza suficiente para hacerlo, sin embargo me dieron el tiempo necesario para dispara una última flecha entre sus ojos.
Sarah deshizo el muro y nos dispusimos a ayudar a los demás, pero al cruzar vimos que varios esclavos tenían sometido a uno de los matones y a un mercenario. El caballero estaba herido y con la armadura muy maltratada, y ambos guardias lo atendían.
"Hermanos elfos, ¿Son ustedes?" dijo un esclavo de piel verde.
"Si, aquí estamos" contesto Erika.
"¿Qué hacen aquí? Ya eran libres, ¿Por qué volvieron?"
"El trato era que si escapaba uno,escapaban todos"
"Idiotas, pero que bueno que llegaron, aunque creí que odiaban a la guardia"
"Menos charla, más acción" dijo Triono "¿Dónde están los demás?"
Los esclavos empezaron a llevarnos mientras la guardia y el grupo de Triono se encargaban de los arrestados. En el camino veía cómo ya había una guerra interna entre mercenarios y esclavos, siendo una masacre total en ambos bandos, pero el primer objetivo se logró solo, liberar y armar a los esclavos, ahora solo faltaba liberar a esa tal G.
Llegamos hasta la jaula de G y podía confirmar que era tan grande como una celda estándar de prisión, además de ella estaba encadenada a esta con cadenas tan gruesas como las utilizadas en los muelles. Incluso tomaría su tiempo cortarlas con láser.
G era una mujer con músculo y con una altura de 1.80 metros. Tenía piel morena y un cabello rojo quebradizo que le llegaba hasta la cadera. Todo su cuerpo estaba lleno de golpes y latigazos, y con dificultades podía abrir un ojo y hacer una mueca rara con la boca.
Afuera de su celda habían dos matones que estaban preparando a cuatro caballos para llevarse la celda y con ellos dos se encontraba otro mercenario, solo que este tenía una armadura tan gruesa que me recordó al soldado Panzer de Liverpool, y usaba un mazo tan grande como el de Mauro. Casi por instinto desenfunde mi pistola y dispare contra él tres balas. La primera le golpeó en el pecho, pero el metal la detuvo, la segunda se desvío y golpeó un poco más abajo, y también fue detenida por el blindaje, y la última bala atoró el arma. El tipo preparo su ataque, y levantando su mazo lo más alto que pudo, se acercó y trato de aplastarme. Yo di un brinco hacia atrás y caí de espaldas. En eso enfunde mi arma y le dispare una flecha, la cual rebotó. Él volvió a preparar su ataque y yo gire por mi lado derecho para evitar el mazo. Me levanté y tome mi cuchillo, sabía que solo podría dañarlo si le apuñalaba el cuello o los ojos, ya que son las únicas partes que la armadura no cubre totalmente, solo debía de encontrar la manera de acercarme sin morir. Él tipo preparo su mazo por tercera vez, pero ahora pensaba atacarme de lado por la forma en la que tenía el mazo. Yo me tire al suelo y cuando el mazo paso por encima de mi, tome impulso y trate de derribarlo al atacar su pierna, pero era más resistente de lo que pensé. En eso, me atacó con un golpe directo a la espalda y me tumbó. Con su mano izquierda me tomo de la playera y me levanto unos sentimientos del suelo. Me miro directo a los ojos y a su vez yo veía sus ojos rojos.
"Hombre de verde, asesino de ogros. Solo eres una burla"
"..."
"Ni siquiera puedes decir tus últimas palabras"
*Le levanto el dedo medio*
Después, levanté mis brazos y me deslize por mi playera hasta tocar el suelo, y con un rebote rápido, atravesé la axila izquierda del hombre y saque el cuchillo rápido. Su grito fue algo aturdidor, pero el hecho de que se agachara me dió ventaja para trepar por su hombro y llegar hasta el cuello. Me senté en sus hombros y luego le clave el cuchillo en un ojo. Empezó a sacudirse violentamente y al rato de unos segundos me derribo, no sin antes empeorar la herida en el ojo.
"¡No veo! ¡Estoy ciego, Aaaa!"
El tipo empezó a retorcerse de dolor y tiro su casco al suelo, y para sorpresa mía, el tipo no era humano, era un ogro. Revise mi cuchillo y no me había percatado que la sangre era verde.
"Me las pagarás, maldito"
Empezó a correr hacia mi, pero yo prepare el cuchillo y lo lance a su cara. No lo mató, pero lo desoriento lo suficiente para preparar la ballesta y dispararle, matandolo de una vez.
Tome mi cuchillo del cadáver y me volví a poner mi playera que estaba tirada en la tierra. Fijé mi vista en la jaula y vi que varios mercenarios habían llegado, y todos estaban pelando contra ellos, todos menos Einar quien había cortado las cuerdas que tenían los caballos y ahora trataba de romper las cadenas con una espada. Trate de darles apoyo a todos los demás con la ballesta, y en segundos lograron derrotarlos, y los pocos que quedaban se fueron corriendo.
Nos acercamos con Einar, y él parecía agotado. Erika lo detuvo y lo recostó en sus piernas.
"Sin las llaves tardaremos años en quitar las cadenas" dijo Kamelia.
"Solo... solo necesito... algo de comi... comida" respondió G.
Tal vez encuentre una poción de fuerza o energía en alguna caja. Iré a buscar" dijo un esclavo humano antes de irse.
"Energía. Solo un... poco de energía... y acabaré con ellos"
"Una barilla" dije mientras limpiaba mi cuchillo.
"¿Qué cosa?"
"Una barilla, o un alambre. Cualquier cilindro de metal que pueda entrar por la cerradura de las cadenas"
"¿Para que lo necesitas?" pregunto Erika.
"Ya he abierto camiones con pinzas y alambres, además, la única diferencia entre ese candado y el de una bicicleta es el tamaño"
"Ahora resulta que sabes abrir puertas" dijo Sarah sarcásticamente.
"Solo denme un alambre y ya"
Sarah saco algo de uno de sus bolsillos y me lo dió en la mano. Eran unas ganzuas simples, pero servirían. Me acerque al primer condado y trate de abrirlo, pero las dimensiones era distintas y tarde un poco en comprenderlas, y en 32 segundos ya estaba abierta, ahora faltaban otras tres.
Yo continúe con las cadenas, y durante ese tiempo, el esclavo que se había ido regreso con algunos frascos de diferentes colores.
"Esto es lo único que encontré en una caja"
"Ponlos en mi boca" dijo G.
El esclavo afirmó y abrió el primer frasco. Era un tubo de cristal con un líquido rosa, casi morado, y lo puso en los labios de la mujer. Ella empezó a beber del tubo y con problemas logró terminar con el líquido. Después el esclavo tomo otra botella con un líquido azul claro y se la dio a beber.
"Retiro la última cadena. Cuidado"
Hice el último movimiento y la última cadena que atrapaba su mano se abrió. Ella cayó de rodillas y levanto su rostro hacía el esclavo.
"La última botella"
El esclavo le entrego una botella mas pequeña con un líquido verde. Ella la tomo y la bebió de un solo trago. Parecía que ganaba fuerza, pero sus heridas la obligaron a sentir dolor en todo el cuerpo, aún así ella se levanto y abrió ambos ojos, mostrando una mirada llena de odio. Camino un poco y tomo una espada del suelo.
"Amigos, es hora de la venganza"
Al momento en que ella dijo eso, todos los esclavos cercanos gritaron al unísono, y como en una película, una gran explosión apareció detrás de ella, al parecer el grupo de Mauro había llegado hasta los depósitos de armas.
G y el resto de esclavos se unieron al combate mientras la guardia se acercaba poco a poco a nuestra posición. Los pocos mercenarios que quedaban trataban de luchar, pero eran derrotados de uno en uno, y algunos ya se estaban rindiendo ante la guardia ya que los esclavos no dudaban en matarlos.
Einar se despertó y Erika y Kamelia le ayudaron a levantarse, pero su situación parecía peor. Estaba totalmente agotado y apenas tenía capacidad para mover sus brazos sin soltar un quejido. El caballero y el resto del grupo por fin habían regresado, y nos informaron que la guardia había traído a dos pelotones más, y que el número de mercenarios ya era menor a 100. Esas eran muy buenas noticias. El caballero tomo a Einar sobre sus hombros y empezó a cargarlo, ahora debíamos de cruzar el campo de guerra hasta la entrada para llegar con la guardia. No era facil, pero de alguna forma avanzamos entre todo el caos, aunque algo nos desvío del camino, eran cuatro jinetes, y entre esos cuatro se encontraba un objetivo valioso, el líder del campamento. Erika y yo empezamos a seguirlo, pero sería imposible alcanzarlo. Erika preparo su arco y le disparo, pero la flecha paso a un lado de él. Al percatarse de eso, él se detuvo y nos observo.
"Felicidades, esa a sido la cosa con filo que más cerca a estado de mi el día de hoy" decía mientras se acercaba montado de su caballo blanco.
"Ríndete, ya no tienes a dónde correr" dije apuntando con la ballesta.
"Si me detuve a conversar es porque tengo tiempo de sobra para escapar"
"Basura como tú merece morir" dijo Erika enojada, y al mismo tiempo disparo una flecha, pero él extendió su mano y creo lo que parecía una barrera magia que detuvo la flecha. Su barrera estaba compuesta de varios círculos que giraban en ambos sentidos, y la flecha de Erika quedó estática con la punta tocando la barrera.
"Antes de que preguntes, perder un campamento no me duele en absoluto, y cuando te fuiste ayer, yo sabía que atacarías, aunque no espere un ejército tan grande, así que la victoria es tuya. Cuando nos encontremos de nuevo, uno de los dos se volverá leyenda, hasta entonces cuídate, Archer"
Su caballo dió media vuelta y luego escapó con sus tres guardias. Su barrera desapareció y la flecha cayó al suelo como un lápiz. Nosotros ya no podíamos hacer nada.

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Después de varios minutos el combate termino. Varios mercenarios estaban arrestados, y algunos esclavos decidieron escapar antes de hablar con los guardias, y otros aceptaron la ayuda de ellos. La luna ya estaba iluminando el cielo, y varias fogatas alumbraban el lugar. Los gritos de victoria se escuchaban en varios puntos, así como las quejas por las heridas en la pequeña enfermería dónde estábamos.
"Fue difícil, pero ganamos" me decía Mauro "Tuve que pedir dos pelotones más, pero al menos no perdí a ningún soldado"
"Eso es verdad, aunque si murieron muchos otros"
"Si de verdad eres un soldado ya deberías saber que no podemos salvar a todos"
"Lo sé muy bien, pero hay ocasiones en las que pienso que es por mi culpa"
"¿Desde cuándo eres militar?"
"Seis años. Dos en la academia y cuatro en la guerra"
"Aun te falta experiencia"
"No creo que me falte experiencia, solo necesito pensar menos en lo que pasa y concentrarme"
"Si te sirve de consuelo, ordene que a tu amigo elfo lo trataran como guardia en la clínica, así que no morirá"
"Gracias Mauro"
"Bueno, tengo asuntos que atender, además, parece que alguien quiere hablar contigo"
Él miro hacia una de las barricadas y yo seguí su mirada. Al parecer Sarah nos estaba espiando, aunque no intento disimularlo, simplemente nos veía desde la barricada con sus típicos ojos de odió.
Nos levantamos y yo camine hacia ella.
"¿Pasa algo?"
"Quiero mis herramientas"
"Ahhh, claro. Aquí están"
Ella extendió la mano y yo le di sus cosas. Ella las tomo y las guardo en su bolsillo.
"¿Por qué tan enojada?"
"Solo es cansancio, nada más"
"Espero que nos den de comer pronto, así no tendremos que comprar pan por el camino"
"Volveremos a la posada, dormiremos, y repetiremos lo de todos los días, ¿O tienes otro plan?"
"No, no tengo otro plan"
"Me gustó esto de la tranquilidad, pero realmente no es lo mío"
"Ya somos dos"
"Sabes, me puse a pensar en lo que me dijiste"
"¿Qué cosa?"
"Que me quieres ayudar y todo eso. Aún no te creo nada, pero de ser verdad, ¿Qué ganas con hacerlo?"
"Nada"
"¿Entonces? ¿Qué ganas con ayudarme a mí a todos estos esclavos? Ni siquiera es tu trabajo"
"Lo hago porque alguna vez yo también necesite ayuda, pero no hubo nadie que estuviera para ayudarme. Pude volverme un delincuente egoísta y sin escrúpulos, pero le prometí a Sally, y me prometí a mi mismo que no sería el villano, y que me volvería en esa ayuda que nunca tuve"
"Así que soy una criminal egoísta y sin escrúpulos"
"No. Si de verdad fueras alguien mala, me hubieras atacado por la espalda el día en que no conocimos, pero en vez de eso pediste ayuda, después me robaste y escapaste, pero no me lastimaste. Por eso se que en el fondo eres buena"
"Eso no... Solo olvídalo, no importa que paso"
"Jaja, claro que importa, si no fuera así entonces no estaríamos hablando en este momento"
"Ya olvídalo" ella se dió media vuelta y camino hacia la entrada del campamento "El carruaje con Kamelia y tus amigos elfos está próximo a salir, y no pienso ir caminando hasta la ciudad"
"Como digas, buena y respetable ciudadana"
Ella se molestó y comenzó a caminar más rápido. Yo me apresure y finalmente llegamos al carruaje. Subimos y luego empezó a moverse. Era hora de volver, y lamentablemente no era a casa.

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