El Nuevo Mundo

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Sentía la suavidad de la tierra debajo de mi, y para ser sincero se sentía mejor que cualquier cama militar que alguna vez hubiera usado. Los rayos de sol golpeaban contra mi rostro y una brisa soplaba sobre mi cuerpo.
Me levanté con las pocas fuerzas que tenía y luego deje caer mi mochila al suelo. La abrí y empeze a buscar vendajes y estimulantes. Ya una vez que los encontré, me senté en el suelo y empeze a limpiar mis heridas con el agua de mi cantimplora, luego inyecte los estimulantes en mi estomago, ahora solo me quedan tres tubos de estimulantes. Finalmente vende mis heridas y guarde todas mis cosas en la mochila.
"Aquí Tirador 2. ¿Aún hay alguien con vida?"
"..."
Al parecer no tengo señal ya que ni siquiera existe interferencia, pero no parece que mi intercomunicador estar dañado. Cómo sea, necesito establecer comunicación.
Mire a mi alrededor y apenas me percate que estoy en un campo, y no parecía haber sido afectado por la guerra. Tal vez este a salvó aquí, aunque sea territorio enemigo.
Volví a recorrer todo el lugar con la mirada y me pregunte en dónde estaba el helicóptero estrellado, tal vez pueda conseguir suministros y municiones, aunque no recuerdo de dónde vine. Tal vez esté en frente o atrás de mi, pero no veía la columna de humo. ¿Por cuánto tiempo dormí?
No debía de perder más tiempo y empecé a caminar sin ninguna dirección, pero tarde o temprano encontraría algo.
En el viaje estaba observando mis alrededores y no veía a ningún avión o helicóptero volando, o algún dron, no había nada. A demás de que el cielo estaba totalmente azul, algo que no había visto hace mucho tiempo.
Ya habia pasado media hora aproximadamente y a la lejos veía un camino. Estaba salvado, o por la menos parcialmente, solo estaba el camino y algunos árboles, pero si sigo el camino me llevará a algún pueblo o una granja, pero que más me da, un lugar donde pueda reabastecerme y comer es lo único que necesito.
Camine por el sendero de tierra y mi vista se enfocaba al frente del camino, y con el visor del casco trate de encontrar alguna imagen por satélite, pero la única imagen que me mostraba estaba en negro y decía "NO SIGNAL"
La caminata era larga y el sol estaba en su punto más alto. Tome mi cantimplora y le di un gran sorbo. Luego la volví a guardar y con mi brazo me seque los labios.
Volví a usar el visor del casco y casi todas las funciones estaban inutilizada, únicamente servían el zoom, la mira infrarroja y nocturna, el sensor de proximidad, y la brújula (aunque está se volvía un poco loca en algunos momentos). Por sorpresa, mientras revisaba esto, a lo lejos ví un bulto en el suelo. Con ayuda del zoom logré darme más una idea de lo que era eso y parecía una persona. Camine hasta llegar con ella y saque mi pistola, no sabía si podría ser alguna trampa del enemigo.
Llegué y vi que era una mujer tirada en el suelo. Tenía algunos golpes y parecía herida.
"¿Te encuentras bien? ¿Hablas mi idioma?"
Ella solo volteó su rostro hacia mi y podrá decir que se veía fatal.
"¿Qué fue lo que te pa..."
Mi visor empezó a sonar y soltó una alarma, el sensor me mostró 10 señales de calor que se aproximaban. Yo empeze a mirar a los lados y localicé a las diez personas, pero luego escuché el sonido de un arma siendo desenfundada.
"¡MUERE!"
Regrese mi vista a la chica y está saco un cuchillo que tenía escondido. Trato de clavarlo en mi pecho, pero logré sostener su muñeca y clavarlo en el suelo.
Rápidamente me levanté y desenfunde mi pistola. Apunte a la chica y los diez sujetos me rodearon.
"Vaya, vaya, ¿Pero que tenemos aquí? ¿Otro aventurero?"
Volteó a ver al hombre que dijo eso y parecía ser el líder, aunque su vestimenta era realmente rara. De hecho todos vestían de una manera extraña, pantalones rotos o rasgados, playeras blancas sin mangas y maltratados (algunos de ellos no llevaban playera) y tenían... ¿Armaduras de metal?
A parte de sus ropas mal gastadas tenían piezas de armaduras de metal que les cubrían los hombros, las rodillas y/o parte del pecho (no todos portaban las mismas piezas). Su vestimenta era extraña, y jamás había visto algo similar. Los rebeldes suelen usar prendas que los mantengan escondidos, como capuchas y mascarillas, pero estos sujetos no se parecían ni siquiera a la gente pobre de todos los países a los que e ido.
Otra cosa curiosa de ellos es que solo llevaban espadas y uno de ellos portaba un hacha medieval, pero ninguno parecía estar armado con alguna pistola o granada, y sus espadas no son muy lindas que digamos. Llegué a conocer a algunos soldados y capitanes que llevan sus espadas al campo de combate, y también hay un general ruso que usa un sable, y su segunda al mando solo pelea con una katana, y esas armas si se ven bonitas y bien cuidadas.
"¿Sabes en qué situación te metiste?"
"Ustedes no parecen rebeldes, y tampoco parecen alemanes"
"¿Ala qué? No pienses que nos distraeras con tus trucos"
Él se empezó a acercar a mi, y cuando estaba a un metro de distancia, tome la pistola únicamente con mi mano derecha y le apunte directo en la frente al mismo tiempo que daba un paso en frente y enterraba más profundo el cuchillo de la chica. Sabía que no la podía descuidar.
Todos los sujetos se pusieron en guardia con su armas a excepción del líder, que solo se quedó viendo sin miedo.
"¿Qué pretendes hacer con ese pedazo de metal?"
"Tal vez sea un arma mágica, jefe"
Uno de los sujetos que nos rodeaban hablo.
"¿Tiene razón? ¿De casualidad eso es un arma mágica, aventurero?"
"Primero, no soy un aventurero. Segundo, está pistola no es mágica, y tercero, si no se largan no dudaré en disparar"
"Sabes que te superamos en número, ¿Verdad?"
Él tipo tenía razón, ellos me superan en número, y mi arma solo tiene cuatro balas en el cargador, no serán suficientes para matarlos sin que me lleguen a golpear.
"Si sabes lo que te conviene, soltarás esa cosa y también el cuchillo que cargas en tu hombro"
Tire mi pistola al suelo y luego tire mi cuchillo. Levanté mis manos y las puse detrás de mi cabeza.
"Buen chico. Ahora entregamos todo tu oro"
Es broma verdad. Me están asaltando a la antigua, ¿Cómo es que no lo sospeche desde antes?
Con mis manos detrás de mi, tome mi rifle y en un movimiento rápido lo golpe con la culata y empeze a asfixiarlo.
"Ahora me escucharán a mi si no quieren que su líder muera"
Por un momento creí que tenía el control, pero todos empezaban a acercarse lentamente, incluyendo a la chica del principio. Tal parece que no les importa que mate a su líder.
"Les recomiendo que suelten sus armas y todos saldremos vivos de esta situación"
"Ataquen, no importa si salgo lastimado, solo maten a este desgraciado"
¡Maldito! No le importa morir por dinero.
Le quite el rifle del cuello y luego lo lancé contra sus seguidores, logrando derivar a tres de ellos y abrirme camino hacia mi pistola y mi cuchillo.
Me aleje un poco y todos ellos me perseguían rápidamente, así que tome mi rifle y con el empeze a defenderme de todos los espadasos, y me sorprende que sea capaz de resistirlos.
En uno de los ataque, desvíe la espada a la derecha y tomando mi cuchillo, lo incrustar en el cráneo de aquel sujeto, tirando su cuerpo al suelo y dándome una pequeña ventaja para alejarme y tener una línea de tiro.
Ya a unos metros, solté mi rifle y me arme con la pistola, y cuando tres de ellos se acercaban a mi corriendo, dispare las cuatro balas que aún me quedaban, matando a dos de ellos. El otro se tropezó al evitar el disparo, y callo frente mío por lo que aplaste su cabeza contra el suelo, dejandolo sometido.
Todos los demás se detuvieron y yo levanté mi rifle del suelo.
"¿Quien demonios eres?"
"¿Que quién soy? ¿Seguros que quieren saber?"
Guarde la pistola y me volví a armar con el rifle. Empeze a caminar y todos ellos retrocedían, manteniéndose apartados de mi. Llegué hasta el cadáver que tenía mi cuchillo en la cabeza y de un movimiento lo saqué totalmente ensangrentado. Con una parte de mi traje lo limpie y luego lo guarde, y cuando hize eso, escuché que unos de ellos trago saliva.
"Mi nombre es Archer, francotirador de primera línea de la armada de los Estados Unidos, y si no hacen lo que yo les digo terminaran como sus compañeros"
Todos asintieron con la cabeza y de manera automática soltaron sus armas.
"Ahora, den 10 pasos atrás, se ponen de rodillas y sus manos detrás de la cabeza"
Ellos obedecieron y se alejaron. Yo me acerque a sus armas y las empeze a revisar. No me vendría mal tomar una espada, por si las dudas.
Empeze a revisarlas y algunas de ellas estaban dañadas y parecían de muy mala calidad. Todas eran pésimas, pero una de ellas me agrado solamente porque no parecía estar en caso terminal.
Volví mi vista hacia los asaltantes y no supe que hacer, matarlos sería un problema, pero dejarlos sueltos con sus armas sería peligroso, aunque ahora no sé dónde estoy ni a dónde debo de ir.
"Antes de dejarlos libres, quiero que me digan si saben dónde hay una torre de comunicaciones"
"En la capital hay muchas torres"
"¿Y dónde queda la capital?"
Si sigue el camino sin distracciones, llegara a la capital en tres días"
"¿Tres días?"
"Solo si va a caballo"
La chica comentó rápidamente y yo quedé sin palabras. Tres días seguidos y a caballo, y como no tengo vehículo, eso tal vez me lleve una semanas.
"Está bien. Ahora desaparezcan de mi vista y espero no volverlos a ver"
Todos ellos se levantaron y empezaron a alejarse sin recoger sus armas.
Continué con mi camino y nececitaba analizar toda la situación. Lo más probable es que esto ya no sea Inglaterra y tampoco ningún país europeo, también parece que no estoy en mi mundo, o ellos no están actualizados al mundo real. Cómo sea, en caso de que sea lo que piensan los japoneses, también morí con el resto del escuadrón y llegué a este mundo, o si llegó a ser posible, que durante la caída, por alguna razón, halla viajado al pasado y esto si sea Inglaterra durante sus años 1300 y tanto, pero no puedo dar una teoría válida hasta encontrar algo que me lo asegure totalmente.
Pasaron algunas horas y yo me sentía realmente cansado de caminar, y el sol empezaba a ocultarse.
Salí del camino y empeze a montar un pequeño campamento improvisado, aunque no tenía nada que me ayudara. Busque algo de leña y luego prendi una fogata.
La noche llego y yo me quedé observando el cielo nocturno. No siempre tenía la oportunidad de ver las estrellas, y menos en la ciudad donde la mayoría de veces está todo lleno de pólvora y humo.
Ya era de día y guarde todas mis cosas para continuar con el largo viaje.
Seguía mi camino y estaba dispuesto a llegar a mi destino a cualquier costo, aunque el costo fuera morirme de aburrimiento. Cómo me gustaría tener a alguien con quién hablar, aunque sea por el micrófono del casco.
El sol pegaba fuerte contra mi rostro y decidí terminarme el agua de mi cantimplora.
Creía que todo estará perdido, pero detrás de mi empezó a escucharse el ruido de varios caballos jalando una carreta. Voltee y ví a la carreta acercarse hasta donde estaba yo. Empeze a hacerle señas y sujeto se detuvo.
"Gracias por detenerse"
"No sé preocupe, para eso estoy yo"
El hombre vestía ropas de campesino, y tenía un sombrero de paja que le cubría del sol.
"¿Entonces que deseas comprar?"
"Yo nada. Solo quiero que me ayude a llegar a la capital"
"Ahhh. No hay problema, yo lo llevo"
"Muchas gracias, de verdad"
"Son 10 monedas de oro"
"¿Pero qué...?"
Maldito hijo de put@, me quiere cobrar por llevarme. Ni que fuera un taxi.
"¿Encerio piensa cobrarme?"
"Así funciona el mundo"
"No tengo ni un miserable dólar"
"No sé que sea un dólar, pero si no tienes dinero, busca a alguien que te lleve gratis, porque yo no"
El sujeto empezó a marcharse, pero esto no terminaría así. Cuando se alejo un poco, yo empeze a correr hasta que lo alcancé, y rápidamente brinque hasta sujetarme de la parte trasera de la carreta y sin que me viera, me metí dentro. Cai encima de algunas cosas metálicas, pero solo fueron necesarios unos segundos para acostumbrarme y acomodarme.
Después de media hora, la carreta empezaba a detenerse y yo salí de ella antes de que me viera aquel señor.
Al parecer llegamos a un pueblo antiguo, con casas de piedra y madera, y un camino sin pavimentar. Lo único que veía eran caballos, algunos comercios pequeños y a la gente con vestimentas antiguas.
Caminaba por las calles y todas las personas volteaban a verme. Algunos parecían curiosos y otros pensaban que estaban alucinando pero no, y yo estaba dentro de los que pensaban que estaban alucinando, aunque se siente muy real todo esto.
Llegué a la plaza y mi senté en la fuente, donde aproveche a llenar la cantimplora. La gente pasaba y mi sensor de proximidad empezaba a volverse loco por todas las personas que pasaban y que no reconocía, así que decidí desactivarlo por el momento y quitarme el casco. Acomode mi cabello y me levanté para caminar un rato.
Encontré un mercado y decidí entrar para ver qué cosas había. Se escuchaba mucho ruido por parte de la gente, pero se sentía un ambiente agradable. Varios puestos vendían comida, como frutas, verduras y carne, a demás de dulces, postes y comidas raras que nunca había visto, y el simple hecho de verlo me daba hambre, pero no tenía nada de dinero, y aunque la idea de robar alguna manzana paso por mi mente, me negué y continué viendo el mercado.
Más en lo profundo, encontré varios puestos de armas y armaduras, y varias personas estában comprando en ese momento, y varios de ellos parecían expertos en armas y, a demás de los puestos de armas, habían otros sujetos que ofrecían sus servicios, entre ellos habían mercenarios, asesinos y cargadores, y dos de ellos se acercaron directamente a mi a ofrecerme sus servicios.
Salí de este y continué caminando, aunque algo llamo mi atención.
"¡Kyaaa!"
"¡Ven aquí, Mocosa!"
Una chica, como de 15 años, venía corriendo para escapar de un hombre que la perseguía. Ella traía un vestido azul marino con algunas decoraciones blancas y una placa metálica en el pecho. El hombre, por su parte, parecía molesto y traía una daga en la mano, y la niña solo corría asustada, sin embargo, la niña no parecía una niña cualquiera, tenía orejas y cola de gato.
La niña no me vio y cuando se dió cuenta, choco contra mi y se callo al suelo. El hombre llego y ella únicamente se escondió detrás de mi mientras trataba de defenderse.
"¡No trates de esconderte!"
"¡Grrrrrr!"
¿Acaba de gruñir? La chica acaba de gruñirle al hombre.
El hombre trato de apuñalarla mientras ella lo esquivaba, y yo no podía quedarme quieto.
"¿Qué le haces a la pobre niña?"
"¡Hey!"
"Eso no te incumbe"
La chica se quejo y el hombre respondio.
"Ahora quítate y déjame atraparla"
Él me empujó y casi caigo, así que yo también lo empuje y casi se caía. En ese momento, preparo su daga para atacarme y cuando atacó, sujete su brazo y lo baje, después subí mi rodilla y se lo rompí.
El hombre empezó a gritar y varias personas empezaron a llegar y lo mejor era alejarse.
Me fui del lugar y algunas personas no paraban de observarme con ojos un poco temerosos.
Cuando por fin me aleje de toda la gente, mi estómago empezó a rugir y presione mi estómago y empeze a buscar en la mochila si me quedaba alguna ración, aunque era imposible que hubiera traído alguna. Si la misión hubiera salido bien, el ejército británico hubiera instalado una cocina en la base, y estaría comiendo en este momento.
En mi momento de sufrimiento sentí como alguien jalaba mi uniforme de la parte de atrás. Era aquella chica gato que defendí en el mercado.
"¿Qué haces aquí?"
Ella no me contestó, solo tenía su mirada baja y sus orejas estaban decaídas.
"Gracias por ayudarme"
"No tienes porque agradecerme. Ese es mi trabajo"
"Me gustaría agradecerte de algún modo"
Esa oferta sonaba tentadora, aunque no sabía de qué manera podría cobrarme, pero mi estómago si.
"¿Tienes hambre? A mí me sobran unas monedas. Si quieres puedo cómprate algo de comida"
"Eso suena bien"
"Entonces sigueme."
Ella se dió la vuelta y su tono de voz sonó más alegre que hace rato, a demás de que sus orejas y su cola demostraban que estaba felíz. Caminamos por varias calles y las personas me veían extrañados por mi uniforme y el arma que cargaba en la espalda, que era mi rifle de francotirador.
"Listo, aquí estamos"
Nos detuvimos frente a un puesto de pesca que tenía colgados varios pescados frescos y grandes.
La chica se acercó al puesto y luego un hombre con bigote y algo grande (como de 1.8 metros y 50 años) salió del local.
"Hola pequeña, ¿Qué se te ofrece hoy"
"Vengo a pagarle las dos monedas de plata que le debía"
Ella sacó una bolsa pequeña de tela de la cual tomo dos monedas plateadas, entregándolas al señor del bigote.
"Esta vez te tardaste un poco más, pero sabía que pagarías"
Luego el señor guardo las monedas en su bolsillo.
"Aunque también se que viniste a comer, ¿Verdad?"
"El hombre de allá me ayudó, y ahora quiero pagarle el favor"
Ella me señaló y ambos voltearon a verme. Yo solo sacudí ligeramente mi mano como un saludo.
"Entonces quieres que le sirva un plato a él también"
"Solo me alcanza para uno así que será solo para él"
"Bien, en un momento te lo traigo"
El hombre entro y después la chica me llevo hasta una mesa donde nos sentamos.
Ella me miraba fijamente y parecía que trataba de analizarme como un robot o una IA, aunque no la culpo, si yo viera algo nuevo que creyera imposible, lo cual estoy haciendo, también trataría de analizarlo, como sus orejas y cola de gato que realmente estaban conectados a ella, y esa tentación por acariciar esas orejas suaves y peludas. Acerque mi mano a su cabeza e intenté acariciarla, pero ella se alejo, tal vez no quiere que un desconocido la toque.
Pasaron dos minutos y el señor trajo un plato. Lo dejo en la mesa y luego volvió a su local. El plato constaba de un pescado hervido con algunos guisantes alrededor. Realmente era una comida muy simple, pero ella dijo que solo le alcanzaba para un plato, así que no me debo de quejar.
Tome el tenedor y empeze a cortar el pescado para comerlo, pero mientras comía, la chica me observaba y también parecía tener hambre.
"¿Quieres comer un poco?"
"Yo... ¡No! Esa es tu recompensa por salvarme y no quiero quitartela"
Ella volteó la mirada y yo decidí continuar comiendo, aunque notaba que ella miraba el plato mientras pensaba que no le ponía atención. Finalmente termine la mitad del plato y luego se lo di a ella.
"Dije que sería tu recompensa. Solo para ti"
"Lo sé, pero yo ya me siento bien y se ve que no has comido en un largo tiempo. ¿Cuanto llevas sin comer? ¿Un día?"
"Cuatro"
Cuando contestó, no pude evitar sentirme mal, así que le acerque más el plato. Ella mi miro y solo le sonreí, dándole a entender que se podía comer la otra mitad. Sonrío y rápidamente empezó a comer, terminandolo todo en menos tiempo que yo. Yo me límite a observarla y mientras ella lamía el plato, yo me rei un poco y después ella dejo el plato en la mesa fingiendo que no había hecho nada, provocando que volviera a reír.
"Ya que estamos aquí, me gustaría saber algo"
"Pregúntame lo que quieras"
"¿Por qué te perseguía ese sujeto en el mercado?"
"Él y su grupo me culpan de haber fracasado en una misión"
"¿Qué clase de misión?"
"Íbamos a matar a unos ogros. Todo estaba saliendo bien, pero yo trate de clavarle mi daga a uno de los ogros, pero uno de sus compañeros intento hacer lo mismo y chocamos sin poder atacarlo, y después de eso, los ogros lograron acercarse y nos atacaron brutalmente, por lo que tuvimos que escapar. Todos ellos me culparon y yo tuve que escapar"
"Y es por eso que ese sujeto te perseguía"
"Si, aunque creo que ya todo termino"
"Bien por ti"
El señor se acercó y recogió el plato, y luego la chica le dió todo lo que tenía un su bolsita, pero algo parecía que no estaba bien.
"Kami, te faltan 3 monedas"
"Pero eso es imposible, le di tres monedas de plata, me deberían de sobrar dos monedas"
"Lo sé, pero la semana pasada vinieron y nos obligaron a subir cinco monedas más a nuestros productos, o nos quitarían el puesto"
"Al menos déjame pagarte luego, ya sabes que nunca te e fallado"
"Lo sé. Pero mañana vendrán a recoger el dinero y no se que hagan si se llegan a enterar que le permito a mis clientes que me paguen después. Ya sabes que ellos buscan cualquier motivo para sacarnos a todos de nuestros comercios"
"Entonces déjeme ayudarle en otra cosa, como cargar cajas u otra cosa"
"Veré qué encuentro"
"Señor, yo también quisiera ayudar"
Me levanté de mi silla y me puse frente al señor.
"Se ve que eres fuerte y sano, joven aventurero, pero no sé que podrían hacer"
"Realmente soy un soldado, y estoy ..."
"¿Eres soldado?"
El hombre me interrumpió y luego dijo que yo era un soldado con un tono esperanzador. Cuando dijo ese palabras, los dueños de los otros locales se acercaron y formaron un círculo alrededor mío, incluyendo a la chica y a otros clientes.
"¿Pero no pareces uno? ¿Dónde está la brillante armadura y la espada?"
"No soy esa clase de soldado"
"¿Entonces que tipo de soldado eres?"
"Me limitarse a decir que realizó misiones especiales y de apoyo"
"Creeremos en ti, y si dices la verdad te confiaremos una tarea especial"
"Hace unos meses dejamos una misión en el tablón de misiones de la plaza, pero nadie la acepta porque no podemos ofrecer mucho dinero"
El señor había contestado y luego una anciana me dió esos detalles.
"Existe una banda que siempre viene aquí cada semana a llevarse el dinero de los locales, y hay veces que vienen a robarnos para conseguir más dinero"
"Mi papá, el antigüo herrero trato de hacerles frente, pero lo terminaron matando, y es por eso que no nos atrevemos a atacarlos"
"Si logras detenerlos te daremos 70 monedas de plata. No es mucho para una misión cómo está, pero es lo único que podemos ofrecer"
Todo el mundo me miraba con esperanza de que los liberará de esos criminales. Yo no era ningún héroe de guerra, pero la ventaja tecnológica que tengo en estos momentos me será de ayuda si acepto.
"Está bien, intentaré atraparlos, pero necesitaré un lugar para dormir"
"No hay problema con eso jovencito. Tu y tu amiga pueden pasar la noche en mi posada"
Ambos aceptamos el trato y esperamos a que oscuresiera para dormir.
La señora nos mostró el cuarto en el que dormiríamos. Habían dos camas individuales y una ventana que daba a la calle. No era el mejor lugar, pero al menos era cómodo.
La chica y yo nos acostamos en nuestras cama y apague la vela que iluminaba el cuarto, pero está vez no podía dormir y no sabía porque.
"Oye, ¿aún estas despierto?"
"Claro. ¿Qué pasa?"
"No me dijiste que eras soldado cuando nos conocimos"
"Creí que con las ropas sería suficiente, pero aquí soy un total desconocido"
"¿Y de dónde eres?"
"¿Mi país?"
"Sí ¿Cuál es tu país?"
"No sé cómo explicarte sin confundirte"
"Dime, soy una chica muy lista"
"Cuando conosca más sobre este lugar te lo explicaré. Por el momento debo concentrarme en la misión de mañana"
"¿Y crees que te pueda acompañar?"
"No veo el problema, después de todo tu si eres una aventurera, ¿Verdad?"
"Te prometo que no fallaré"
"Claro. Ahora debemos dormir"
Me acomode y repose mi cabeza en la almohada, pero antes debía preguntar una cosa.
"¿Cuál es tu nombre?"
"Kamelia"
"No es un mal nombre. Soy Archer"
"Tu nombre tampoco está mal"
Ella sonrío y luego nos dormimos.

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