One arrow, one kill

Viaje A La Capital

Todo está en silencio, y eso da miedo. Conozco a todos los que estamos aquí y no es normal que todos estén en silencio, aunque tampoco es que saliéramos del fuerte felices. Raquel y Erika aún tenían esas miradas de odio en sus rostros, listas para matarse en cualquier momento. Einar y Kamelia estaban en la parte trasera del carruaje. No sé qué es lo estarán haciendo aunque no podrían hacer mucho ahí afuera, tal vez están hablando y viendo el paisaje, pero no sé. Mauro, por su parte, solo ha estado vigilando a Sarah, la cual solo ha tratado de esconder su rostro con la capucha de su chaleco mientras vigilaba todo a su alrededor, y se daba su tiempo para lanzarme miradas de odio por unos segundos. Yo miraba por la ventana y en ratos daba un recorrido visual al carruaje. El ambiente estaba tenso, y el único ruido era el de los caballos. No me sentía cómodo.

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La vista desde el carruaje era muy bonita, y de vez en cuando saludaba a los jinetes que estaban detrás, y ellos me regresaban el saludo, eso también era bonito. Movía mis pies en el aire y observaba el entorno, y algunas veces cruzaba la mirada con Einar, y le sonreía, a lo que él hacía lo mismo y luego centraba su mirada hacia abajo.
Einar: "Chica gato. Lo siento, no se tu nombre"
Yo: Soy Kamelia, pero últimamente me dicen Kami"
Einar: "Kami, ¿cómo conociste al héroe? digo, a Archer"
Yo: "Él me salvo de un hombre"
Einar: "¿Cómo fue eso, si puedo preguntar?"
Yo: "Yo... yo tuve un problema con unos aventureros. Cometí un error y luego trataron de tomarme para castigarme. Casi siempre escapó de ellos y logró esconderme, pero en la persecución choque contra Archer y me escondí detrás de él. El hombre trató de tomarme, pero Archer lo detuvo y le rompió la mano con un movimiento, fue increíble"
Einar: "Suena increíble"
Yo: "Por lo general la gente me ignora o trata de detenerme, pero Archer me protegió, y después lo invite a comer, y aunque solo pude comprar un plato de sopa, él me dejó comerme la otra mitad, e incluso ayudó a mis amigos comerciante contra unos bandidos que sólo venían a quitarles el dinero, y también salvo a unos esclavos antes de que la guardia se lo llevara"
Einar: "Suena como un héroe de verdad"
Yo: "Si, es una de las personas más buenas que conozco"
Einar: "Es casi imposible pensar que existen personas como él"
Yo: "Puede ser que su magia sea superior a cualquier cosa, pero dice que en un futuro seremos capaces de igualarla"
Einar: "No me refiero a su magia, me refiero a él en sí mismo"
Yo: "No entiendo"
Einar: "En el poco tiempo que lo he conocido ha hecho actos dignos de cualquier héroe, pero no parece buscar fama ni gloria, de hecho, me he dado cuenta que trata de pasar desapercibido como un fantasma"
Yo: "Bueno... puede ser que... a veces si disfruta la recompensa pero... aunque muchas veces no le importa... pero... Ahh. Ahora estoy confundida"
Einar: "Je je" *viendo al cielo* "Tal vez solo quiero pensar que él no es un héroe egoísta como los otros, y que todas las cosas que hace no las hace por fama o dinero, que las hace por su propia voluntad. Quiero pensar que no estoy equivocado"
Yo: "Archer no es egoísta, él es un buen hombre. Es verdad que hacemos trabajos por dinero, pero solo es porque necesitamos el dinero para comer. Él ha ayudado a varios, aunque eso significará arriesgar su vida, y no ha hecho nada pensando en la fama. Si le dices que alguien necesita ayuda, irá a ayudar, y solo volverá para decir que cumplió su misión. Yo lo he visto"
Nos quedamos en un silencio absoluto y en ese momento me di cuenta que me emocione de más. Los guardias que nos escoltaban desviaban la mirada y fingía no haberme escuchado. Qué vergüenza.
Einar: Si alguien como tú lo dice de esa forma, entonces deberé de creer.
Él me sonrió y yo me sonroje demasiado, en serio no puedo creer todo lo que dije, en serio me emocione.
Raquel: "Al menos tenemos documentos que acreditan tus acciones"
Archer: "Tampoco es que sean acciones tan heroicas"
Mauro: "Lo quieras o no, todo el mundo te llama héroe, así que tendrás que adaptarte"
Si me escucharon. Me quiero morir.

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El sol ya se estaba escondiendo y era hora de parar para que descansarán los caballos y que nosotros comiéramos algo. Los guardias sacaban algunas cajas del carruaje, al parecer era comida. Yo estaba con Mauro tratando de prender una fogata, y aunque teníamos lo necesario para hacerlo, no podíamos generar la chispa ya que no teníamos un pedernal. Usábamos dos rocas, pero no servían para iniciar una chispa, y tampoco teníamos el sol suficiente para usar un cristal, y tampoco teníamos el cristal. Otro guardia se unió a nosotros e intentamos usar su espada y una piedra para hacer la chispa, aunque el resultado no fue diferente.
Sarah: "¿No creen que ya tardaron mucho?"
Yo: "Sería más fácil si nos ayudas con tú magia"
Sarah: "No"
Debía de haber algo que no se nos había ocurrido, y estoy seguro que la respuesta es algo más sencillo de lo que pensamos.
Yo: "Lo tengo, debemos frotar un palo"
Sarah: "Asqueroso"
Metí mis manos en la leña y comencé a buscar alguna vara que pudiera usar, y entre algunos de estos encontré una que sería perfecta. La saqué y comencé a frotar la encima de otro trozo de madera, y a los pocos minutos ya estaba generando humo, solo era necesario un poco más de tiempo y tendríamos la fogata.
Una hora después, con la fogata prendida, la carne cocinando, los caballos dormidos, y las tiendas de dormir armadas, nos reunimos todos alrededor de la fogata y esperábamos a que la carne se cocinara mientras bebimos y contábamos cosas del día a día y alguna que otra historia.
Guardia 3: "... Y después de eso, ninguno de los aventureros volvió a ser visto. Se dice que ahora, dentro de los bosques que rodean la capital, el alma de aquel caballero patrulla cada noche, en busca de una nueva cabeza para decorar su decapitada armadura"
Un rayo cayó del cielo en ese justo momento, y al unísono se escuchó el grito de Kami. Ella se escondió detrás de Raquel mientras yo miraba al cielo, ¿Cómo es que cayó un rayo si no hay nubes en el cielo?"
Guardia 1: "Creo que te pasaste un poco"
Guardia 3: "Pero si es una historia clásica"
Guardia 1: "Habló del rayo, ya hiciste llorar a la señorita" *apuntando a Kamelia*
Kamelia: *llorando* "No estoy llorando"
Ambos fueron a consolar a Kami mientras le ofrecían otro trozo de carne, yo seguía viendo al cielo. Al parecer eso también era magia. No puedo explicarlo, pero a la vez estoy sorprendido.
Guardia 2: "Archer, ¿Tú no tienes una historia de tu país?"
Yo: "Algo de mi país. La verdad no se me ocurre nada"
Mauro: "Vamos, tu mundo tiene muchas cosas, de seguro deben de tener historias de terror también"
Yo: "En este momento no se me ocurre nada... Mmm, tal vez Pie Grande"
Guardia 3: "¿Qué es un Pie grande?"
Yo: "Se dice que es una criatura gigante de 3 metros de alto la cual está llena de pelos y camina por las montañas nevadas del mundo"
Guardia 3: "Wow"
Mauro: "¿Y eso es todo?"
Yo: "Técnicamente sí"
Guardia 3: "Debe haber algo más. ¿Fantasmas, monstruos, asesinos, ejércitos de muertos, algo tenebroso?"
Yo: "Déjame pensar... No, bueno sí, pero no podría contarlo como una historia. Si se dé cosas como fantasmas y objetos malditos como juguetes, pero no puedo relatar una historia"
Guardia 3: "¿Enserio nada?"
Yo: "Nada"
Guardia 3: "Y ustedes compañeros elfos, ¿Alguna historia de su tierra natal?"
Erika: *sería* "Claro que existe una historia, ¿Pero están dispuestos a escucharla?"
Todos: *afirmando con la cabeza*
Erika: "Bien, pero quedan advertidos. Por los callejones de Liet se narra la historia del Errante, un ser de pesadillas cuyo único objetivo es alimentarse de aquellos desafortunados que lo llegan a ver. Siendo el resultado de una relación asquerosa entre un elfo y un monstruo de pesadillas, nació el Errante, siendo una criatura con brazos exageradamente largos, colmillos similares a los de un orco, cuatro ojos decorando su rostro, y estos de un color carmesí, siendo rápidamente rechazado por su madre durante su parto, provocando de esa manera su muerte inmediata. Todo el mundo, sin alguna duda en sus mentes, optó por matar a la criatura, pero ninguno tenía el valor para hacerlo, así que optaron por tirarlo al bosque y espera que muriera de hambre. Pasaron días, y una camada de lobos encontró al niño, y sin dudar se lanzaron contra él para devorarlo. Clavaron sus colmillos en su rostro, destrozando sus ojos derechos y desfigurando su rostro mientras fracturaban los huesos de sus piernas y las costillas, no obstante, la negra sangre de la criatura provocó que los animales murieran, y resucitarán para volverse los protectores del niño. Años pasaron del suceso y el niño creció, con el rostro deformado y sus dos ojos carmesí brillando como una antorcha a mitad del pasillo. Acompañado de esa camada, y cubierto de una manta de hojas secas, el Errante camina bajo la luz de la luna y la cobertura de la bruma, soltando gritos de dolor y miseria, y devorando aquello que enfrente tenga. Ardillas o lobos, campesinos o guerreros, humanos o demonios, si el Errante lo tiene de frente, será comida para sus lobos y él, y de los desafortunados que alguna vez lo vieron, solo uno de ellos vive para contar la historia está cruel y aberrante creatura"
Un rayo volvió a caer.
Guardia 1: "¡RAUL!"
Kamelia volvió a gritar y Einar, Sarah y la guardia comenzaron a consolarla.
Raquel: "Ya es hora de dormir, mañana será otro día"
Todos nos levantamos y fuimos a las tiendas y cada quien se fue a dormir en su tiendita.
Me levanté y bostece con el brazo en la boca. Abrí los ojos y todo en la tienda estaba oscuro, aún era de noche y decidí salir de la tienda sin hacer mucho ruido.
La luna brillaba en el punto más alto, y había una ligera niebla en el suelo. Camine por la fogata ya apagada y me senté, miraba al suelo pero no podía pensar en nada, mi mente estaba en blanco. El frío del ambiente comenzaba a envolver mi cuerpo y mis dedos se congelaban cómo si de una mañana de invierno se tratase, y por más frio que sintiera se volvía agradable la sensación de congelarse. Realce la mirada y me levanté del tronco, estire mis brazos y piernas y camine hasta la mitad del camino. Mire a ambos lados y solamente se veía un pequeño destello de cada lado, como estrellas que están a millones de kilómetros de distancia. Estos destellos eran de las ciudades del reino, y parecían estar relativamente más cerca de otros lugares a los que alguna vez hubiera viajado en este lugar.
El ruido del campo era casi nulo, y era capaz de escuchar la brisa del viento, así como unos pasos provenientes detrás de mí.
Erika: "Buenas noches, Archer"
Yo: "¡Ah, Erika! Buenas noches a ti también"
Erika: "¿Algo que te preocupe?"
Yo: "Nada en especial"
Erika: "Aprovechando que todos están descansando quería agradecerte por lo que has hecho"
Yo: "No hay nada que agradecer"
Erika: "Claro que sí, metiste las manos al fuego por Einar y por mí, y la capitana se enojó contigo. Sinceramente pensé que nos dejarías a nuestra suerte o que nos obligarías a... Eso último no tiene importancia"
Yo: "Solo es mi deber"
Erika: "También era militar y sé que eso no es parte del deber"
Yo: "Es más un deber personal, algo que me exijo yo mismo"
Erika: "Después de haber escuchado a tu amiguita no me cabe duda de quién eres. ¿Y en tu reino son todos iguales a ti?"
Yo: "No"
Erika: "¿Y cómo son?"
Yo: "Es igual que aquí, hay buenos y malos, quienes se sacrificarían por otras personas, quienes solo buscan poder y dinero, criminales, almas bondadosas, quienes pelean contra el sistema y quienes no lo cuestionan, gente sería y gente latosa. Es lo mismo que aquí"
Erika: "Esperaría que fueran diferentes"
Yo: "Yo igual"
Nos quedamos en silencio profundo y yo alcé la mirada para ver las estrellas, a lo que ella hizo lo mismo. Comencé a soplar aire caliente y fingía que estaba fumando, y Erika también lo imitaba. Me dio gracia ver qué alguien más repetía mis tonterías.
Yo: "Será mejor volver..."
Erika: "Gracias de nuevo"
Yo: "No es necesario agradecerme"
Erika: "Claro que lo es"
Ella se acercó y puso sus manos sobre mis hombros, aproximó sus labios y beso mi mejilla izquierda. Sus labios eran tibios y al mismo tiempo agradables para afrontar este frío clima.
Erika: "Nos vemos mañana, héroe"
Yo: "Hasta mañana"
Los dos caminamos de vuelta al campamento y nos fuimos cada uno a su tienda de acampar. Recosté mi cabeza sobre la almohada improvisada que tenía y mire al techo hasta que me quedé dormido.

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El ruido estaba llenando el ambiente, al igual que los rayos del sol. Me levanté y salí para ver cómo estaban limpiando todo para continuar el viaje.
Raquel: "Nos vamos en 15, preparen todo"
Frote mis ojos y vi como uno de los guardias ya estaba desarmando la tienda de la que acababa de salir.
Busque mi mochila y revise que tuviera todo lo que me sobraba, el poco oro que tenía, los cargadores vacíos, la pistola de bengalas y el último vendaje, sí, estaba todo. Tome mis armas y espere los últimos minutos para subir e irnos.
El viaje era parecido al de ayer, solamente que la atmósfera era más ligera que ayer y no parecía que se matarían en cualquier momento, pero aun así no era oportuno empeorar la situación con algo de humor. Me límite a ver por la ventana y contemplar el bosque que rodeaba el camino, y quién sabe, tal vez vea a ese caballero sin cabeza siguiéndonos escondido entre los árboles, o incluso al Errante. Aún faltaban un par de horas antes de llegar a la capital así que, por qué no perder el tiempo un rato con historias de fantasía.