One arrow, one kill

Una Misión De Alto Riesgo

"Archer, ¿Dónde estas Archer?"
"¡Sally!"
"Archer, tengo miedo"
"¡Sally!"
"¡ARCHER! ¡¡¡AAAAAAAAAAAA!!!"
"¡SALLY!"
*Pum pum* *Pum pum*
¡Diablos! Otra vez ese sueño. Mi corazón está latiendo como loco.
Me volví a recostar en la cama y mire por la ventana que estaba a lado. El sol ya estaba saliendo y creo que sería buena idea levantarse.
Puse mis pies sobre el suelo y traté de digerir el sueño. Me levante totalmente y empecé a ponerme mi ropa y preparar mi equipo. Salí del cuarto y de inmediato me empezaron a escoltar dos guardias, posiblemente por órdenes de Raquel.
Salí al patio y veía a varios soldados practicando y haciendo formaciones, recordándome a la academia. Vaya, si que eran buenos tiempos.
"Archer"
Yo y los guardias que me escoltaban volteamos a nuestra derecha y vimos llegar a Raquel.
"Archer, necesito hablar contigo"
Los guardias que me seguían se fueron y me quedé solo con ella.
"¿Ahora qué pasó?"
"No es nada, sólo quiero disculparme por ser muy ruda ayer. Estoy bajo mucho estrés y, ya sabes, estoy algo sensible"
"No sé preocupe, entiendo eso"
"Gracias, y prepara tus cosas, en una hora vamos a salir y te necesito preparado"
"Y hablando de eso, ¿Cuánto tiempo más voy a seguir bajo vigilancia?"
"No te preocupes, solo será esta misión y te dejaré en paz"
Luego se fue y yo me quedé ahí, sin nada que hacer y totalmente solo.
Después de una hora, varios soldados estaban listos y armados en las afueras de la ciudad, y yo estaba con esos soldados.
El plan era caminar hasta uno de los campamento del ejército y preparar una emboscada para cuando llegarán un grupo de ataque enemigo. Sabían que serían muchos guerreros armados como para poder defenderse únicamente los guardias del campamento, por lo que necesitarían nuestra ayuda.

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Se estaba oscureciendo y a unos metros veíamos el campamento.
Caminamos por horas y por fin estábamos llegando. Incluso tuvimos que detenernos media hora para comer, y aún así fue mejor que una ración militar.
Llegamos y la capitana empezó a hablar con el capitán del campamento mientras nosotros nos sentamos en el suelo a descansar un rato. Yo observe mi ballesta y vi que empezaba a desgastarse. Aún servía bien y todo, pero creo que sería mejor buscar una actualización o mejora, y de paso piezas de repuesto, solo por si las dudas.
Levante la vista un momento y vi a Raquel dirigiéndose al centro del lugar.
"Muy bien, escuchen. Montaremos una barricada a 100 metros de aquí, por el camino del bosque. Quiero las espadas y las lanzas en los alrededores del camino, arcos y ballestas tomarán posiciones elevadas en los árboles, escudos esperando detrás del bloqueo y el resto detrás de ellos. Ahora, a marchar"
Dicho eso, todos empezaron a marchar en dirección al bosque, por lo que empecé a seguirlos, sin embargo, Raquel me sorprendió tocandome el hombro.
"Archer, te necesito en la barricada. Tu y tu magia de visión nos avisaran cuando el enemigo se esté acercando"
"De acuerdo"
"Bien"
Llegamos en unos minutos y empezamos a montar un bloqueo con madera y piedras mientras los arqueros subían a los árboles.
Minutos después, todo estaba listo y tomamos posiciones. Yo me quedé en el centro mientras usaba el zoom de mi casco para ver al final del camino. Había pasado media hora sin que ubiera presencia del enemigo, pero yo seguía esperando a ver a alguien, tanto que estaba rolando entre la vista normal, nocturna y térmica.
Pasaron 10 minutos más y escuchaba como los soldados empezaban a quejarse, diciendo si de verdad vendrían por este camino, o si la información era correcta, pero a los pocos segundo empeze a ver a un grupo llegando. Avise y en ese momento todos guardaron silencio.
El enemigo se acercaba lentamente y en silencio, como si no quisieran llamar la atención. Estaban formados por diversas criaturas, como humanos, elfos, hombres gatos como Kamelia, y unos seres verdes como, no se que tipo de creatura serían, eran como ogros elfos de color verde y de tamaño humano, no se cual es su nombre. Como sea, ellos avanzaban hasta que se toparon con el bloqueo. Intentaron quitarlo del camino, pero en ese momento fue cuando empezó el ataque. Los arqueros empezaron a disparar mientras todos los demas salimos del bosque y el bloqueo.
Varios de ellos chocaban espadas, incluida la capitana. Mauro empezó a bloquear varios golpes y atacaba con su mazo de piedra, y yo disparaba flechas a todos los que veía, evitandoles algunos problemas a los demás.
El combate iba a nuestro favor, los guardias atravesaban sus lanzas en las armaduras del enemigo mientras las flechas les llovía de los árboles. Su ejército está casi reducido a nada, pero un sonido familiar empezó a escucharse de detrás de las filas enemigas. Eran como los pasos pesados de un soldado panzer, pero a diferencia de estos, los que iban detrás era eran aún más grandes, eran ogros blindados, cuatro ogros siendo exactos.
Todos los enemigos se cubrieron detrás de los ogros mientras las flechas trataban de alcanzarlos. Los ogros eran muy agresivos y estaban derribando todos los árboles que estaban a los alrededores del camino, tirando a los arqueros y ballesteros. Los espadachines trataban de darles un golpe, pero los pocos que no salían volando por las espadas gigantes eran incapaces de perforar el metal de sus armaduras. La flechas también eran incapaces de perforarlos, y los escudos empezaron a volar por los aires. Mauro salió volando y se golpeó contra un árbol, y al parecer eso lo lastimó demasiado.
"RETIRADA. En el campamento tendremos más espacio para movernos"
Todos empezaron a retroceder mientras cargaban con algunos heridos. Yo hice lo mismo, tomé a dos soldados y empecé a arrastrarlos hasta la nueva línea defensiva. Una vez ahí. Los soldados empezaron a hacer una fila defensiva con los escudos, mientras colocaban las lanzas por encima de estos, como una antigua formación romana.
"Incendien flechas"
Los arqueros empezaron a prender fuego y luego incendiaban sus flechas, otros las incendiaban de manera espontánea usando magia. Por la cantidad de luz que empezaba a haber, tuve que quitarme el casco para no dañar el visor térmico.
El enemigo se acercaba y yo me quedé viendo mientras mis soldados se preparaban para disparar. Llegando a unos 70 metros, la capitana dio la orden de disparar, y al ver como volaban todas esas flechas de fuego, pensé que tal vez si lograrían hacer algún daño, pero apenas y tocaron la piel de los ogros.
"Preparen la segunda andanada"
Volvieron a prender fuego a las flechas, pero era obvio que no funcionaria.
Sin siquiera pensarlo, salte sobre el bloqueo, apoyándome en el hombro de uno de los soldados, y me puse en medio del camino.
"¡No es momento para que te hagas el héroe!"
Yo ignore eso y coloque mi antebrazo enfrente de mi. Luego apoye mi rifle sobre este y apunte a las cabezas de los ogros.
Dispare la primer bala y todo el lugar se quedó en silencio, como si hubiera caído un rayo, y en ese momento, el primero de los cuatro había caído. Los demás veía como su compañero murió de una manera tan rápida, pero yo volví a apuntar y dispare la segunda bala. Otra vez se escucho como un rayo, o un cañón. La bala atravesó por debajo del ojo de un ogro y salió del otro lado, atavezando entre los ojos al otro. El cuarto ogro parecía tener miedo, y cuando volví a apuntar mi arma, el ogro se agachó y empezó a correr en dirección contraria. Al ver esto, el enemigo empezó una retirada, por lo que nosotros habíamos ganado la defensa. Debería estar feliz, pero sabía que las balas ya no serían suficientes ya que sólo me queda un cargador y medio.
"¡ARCHER! ¡ARCHER! ¡ARCHER!"
Me di la vuelta y todos los soldados estaba gritando mi nombre en modo de felicitación. No me habían felicitado así en mucho tiempo así que no sabía cómo actuar, por lo que di una sonrisa ligera y regrese a la fila defensiva.

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Volvía a ser de día y nos estábamos preparando para regresar a la ciudad. Recogimos los cadáveres de nuestros compañeros, y algunos soldados empezaron a usar magia curativa con los heridos, aunque no parecía tan eficaz como la de las monjitas que me ayudaron.
Montamos en carruajes a los heridos y comenzamos a marchar a la ciudad.
Durante el trayecto, varios de los soldados hablaban conmigo sobre lo que pasó ayer.
"De verdad eres como un super soldado"
"Esa arma que traes es realmente poderosa. Me gustaría tener una igual"
"En Belrón dicen que eres el asesino de monstruos, y tal parece que es verdad"
"No quiero imaginar como sería un mundo con cientos como tu"
Si supiera como esta la Tierra en estos momentos.
Pasaron varias horas hasta que por fin llegamos a la ciudad. El sol ya casi desaparecía y teníamos demaciado hambre, y para suerte de nosotros, el comedor del cuartel ya estaba lleno de comida suficiente para calmar nuestra hambre, era sopa de fideos con verdura y un pan, y para rematar, Raquel dijo que invitaría una ronda de cervezas en la cantina cuando termináramos de almorzar.
La hora de la comida terminó y todos los que quisimos salimos al bar del lugar, llenando el lugar de puros soldados.
"Gran trabajo chicos. Que disfruten lo que queda del día"
Todos levantaron su tarro de cerveza y empezaron a beber. Yo tenía el mío frente a mi, y aunque no soy alguien que bebe muy seguido, la tomé y le di unos sorbos.
"¿Paso algo?"
La capitana se acercó a mí y se sentó a lado mío mientras su brazo derecho pasaba por mi espalda hasta mi hombro.
"Te veo algo desanimado"
"Puede ser"
"¿Qué fue lo que ocurrió?"
"El arma que utilizó requiere de unos proyectiles especiales llamado balas"
"¿Y?"
"El problema es que no he encontrado a nadie que sea capaz de fabricarlas, y sin estas balas, mi arma se volvería obsoleta"
"Mira, yo me encargo de buscar a alguien que pueda fabricar tus cosas esas, de eso no te preocupes. Ahora disfruta de tu victoria, después de todo seguimos vivos gracias a ti y a tu arma rara"
Ella tenía un punto, de no haber actuado como actúe, muy probablemente habríamos muerto, y si ella dice que puede encontrar a alguien que pueda fabricar mis balas, entonces creeré en ella. Tome mi tarro y le di un trago, y en definitiva, la mejor cerveza seguiría siendo la alemana, ni siquiera este mundo era capaz de superarlos.