El gran muro de piedra, el cual separa a la capital del entorno salvaje de la naturaleza, y solo estamos a unos metros de este. Me sentía ligeramente emocionado de ver la capital, pero no tanto como Sarah y Kami quienes soltaron un grito de asombro apenas cruzamos las grandes puertas de acero. La ciudad se veía mejor por dentro, llena de mucha vida y actividad. No la podía comparar con alguna ciudad de la Tierra cómo Nueva York o Tokio. La capital era grande y llena de gente, pero no tanta como para golpearse unos con otros mientras caminas, lo cual es el problema de la Tierra.
El carruaje continuaba el trayecto mientras las personas de enfrente se movían para permitir el paso, y en cuestión de minutos llegamos hasta los cuarteles generales de la guardia. Era tan grande como una base aérea con la forma de un castillo inglés más pequeño, ni siquiera las barracas se ven tan bien cuidadas cómo este lugar. Nos detuvimos y todos salimos del carruaje.
Raquel: "Bienvenidos al cuartel general de la Guardia Valmidica. Nos quedaremos aquí hasta que llegue la audiencia con el rey"
Yo: "Pregunta. ¿Cuándo será la audiencia?"
Raquel: "En tres días"
Erika: "¿Y por qué llegamos tres días antes?"
Raquel: "Es mi deber que lleguen presentables a la audiencia"
Yo: "Así que vamos de compras"
Kamelia: "Siiii, digo..."
Raquel: "Sí así lo quieres ver. A grandes rasgos debemos darles ropa nueva, reparar su equipo, y necesito que pruebes los proyectiles que fabricamos para tu arma mágica"
Yo: "Bueno, ¿Y qué estamos esperando?"
Nos dividimos en dos grupos. Raquel y yo fuimos a los almacenes del cuartel mientras los demás iban a la ciudad. Cruzamos el campo del cuartel hasta entrar a la fortificación. Ahí, subimos escaleras y entramos a una oficina. Ella se sentó y busco entre los cajones del escritorio. Yo miraba los alrededores y esta oficina parecía ligeramente más grande que las otras, así como el hecho de que había más iluminación gracias a ventanas más grandes.
Raquel: "Aquí están"
Se levantó y sacó una caja pequeña de madera con un estilo fino y sobresaliente. Me acerque para verla mejor y ella abrió la cajita, dejando de los artículos de esta. 15 balas idénticas a las que usa el rifle en grupo de cinco. Cinco eran de plata, cinco parecían de bronce, y cinco creía eran de hierro.
Raquel: "Perdimos los dos proyectiles durante el proceso, pero logramos crear estas a través de alquimia y herrería"
Yo: "Se ven realmente bien"
Raquel: "No sabían que aleación de metales tenías tus proyectiles, además de descubrir metales nuevos, por lo que el equipo de investigación optó por tres variables. Primero realizaron una aleación de acero, hiero, y un poco de plata, siendo metales usados para fabricar puntas de flecha. Después crearon las puntas de cobre. Estas constan de acero y cobre en su mayoría, por lo que fueron más fáciles de moldear. Finalmente están los proyectiles de plata, 100% plata sin impurezas"
Yo: "De verdad estoy sorprendido, no sé qué decir"
Raquel: "Yo creo que dirás "¿Y dónde puedo probarlas" y yo diré "En el campo de tiro" y luego tendría que llevarte hasta ahí"
Yo: "Entonces vamos"
Cerramos la caja y la guarde en mi mochila. Regresamos al patio y tomamos un desvío hasta el campo de tiro. Se veía muy simple, un campo de tierra que tenía algunos muñecos de paja a diferentes distancias, y una línea blanca en el piso que limitaba el área para disparar.
Raquel: "Capitán, buenos días"
Capitán: "Buenos días capitana ¿Que la trae al campo de tiro?"
Raquel: "Solo venimos a probar los proyectiles para el arma magia de Archer"
Capitán: "Así que el héroe Verde ya llegó. ¿Quiere qué despejé el área?"
Raquel: "Solo serán unos minutos"
El capitán comenzó a gritar y dar órdenes para detener el entrenamiento, y en 22 segundos ya estaban todos en formación, al parecer serían testigos de esta prueba.
Capitán: "Listo héroe, todo despejado para las pruebas"
Yo: "Gracias, aunque me gustaría más distancia, siento que los objetivos están muy cerca"
Capitán: "Si es el caso, camine hacia atrás hasta que se sienta cómodo, es lo más que podemos hacer"
Los objetivos estaban a unos 25, 50 y 75 metros de la línea, y era demasiado corto para este rifle. Camine hacia atrás hasta que choque con una pared. La distancia era de por lo menos 400 metros, y más soldados se detuvieron para ver la prueba de fuego. Ambos capitanes estaban a lado mío, y llegó un tercero el cual cargaba con un catalejo.
Tome todo mi cabello y lo acomode detrás de mi espalda para que no me molestará. Me acosté en el suelo y luego preparé mi rifle con el bípode.
Capitán 1: "¿Algo más que dese pedir?"
Yo: "Que nadie se cruce hasta terminar"
Capitán 1: "Eso no es necesario explicarlo"
Tome uno de mis cargadores vacíos y le metí dos balas de plata, dos de acero, y dos de bronce en ese orden. Acople el cargador y luego ajuste rápidamente las miras. Ya estando todo listo, acomode mis piernas y apunte a uno de los muñecos.
Yo: "¡Pruebo bronce!"
Soldado: "¡Prueba bronce!"
Apunte y dispare. El sonido se escuchó por todo el lugar y la bala no tardó mucho en llegar al objetivo. La bala atravesó al muñeco de paja dejando en el centro de este un hueco que solo veían los soldados que estaban cerca. Dispare la segunda a la cabeza y al momento del impacto sacudió al muñeco.
Yo: "¡Pruebo acero!"
Soldado: "¡Prueba acero!"
Apunte al segundo muñeco, tome un poco de aire y después presione el gatillo. El sonido del disparo se escuchó por todo el lugar al igual que la bala al momento de atravesar al muñeco, y está movió al muñeco dejándolo a 70 grados aproximadamente. Un soldado se cruzó y acomodo al muñeco para que estuviera otra vez de pie. Apunte la mira a la cabeza y luego volví a disparar, dando como resultado que la bala no solo lo atravesó, también derivo al muñeco empujándolo unos cuantos metros. Todo se sorprendieron incluido yo.
Yo: "¡Pruebo plata!"
Soldado: "¡Prueba plata!"
Cerré los ojos y tomé algo de aire. Los volví a abrir y apunte al pecho del tercer muñeco. Apreté el gatillo y nuevamente se escuchó el disparo del arma. La bala impacto en el muñeco y lo dejo tambaleando por algunos segundos, además de que el hueco que había creado era más grande. Volví a apuntar y disparé nuevamente. La bala llegó hasta la cabeza del muñeco, pero, a diferencia de los otros tiros, la bala destrozó la cabeza del muñeco. Todos nos quedamos en silencio, y los tres capitanes querían comprobar el resultado con el catalejo.
Soldado: "¡Objetivo destruido!"
Comencé a levantarme y guardé mi arma detrás de mi espalda. Todos los soldados caminaron hacia los muñecos para comprobar que estuvieran destruidos. Los capitanes y yo no fuimos la excepción y también fuimos a ver. Nos abrimos paso entre todos y vimos el muñeco, su cuerpo tirado y sin cabeza, la paja (sangre) desperdiciados por todo el suelo, algo de tela (carne) de su rostro aún se mantenía unido a sí... Cerré mis ojos y puse mi mano sobre mi cabeza, segundos después los volví a abrir y el hombre de paja volvía a ser un muñeco y no un humano.
Sentí una palmada, casi golpe, en mi espalda e inmediato Raquel se pegó a mí.
Raquel: "No fueron fáciles de hacer, pero estoy segura que fueron de tu agrado"
Yo: "Estoy muy sorprendido, realmente son balas de calidad"
Raquel: "Tardamos dos días por proyectil, así que cuídalas bien ya que no tendrás más hasta dentro de 10 días ¿De acuerdo?"
Yo: "Entendido capitana"
Raquel: "Ahora vamos a conseguirte ropa nueva"
Ella me jalo del brazo y nos sacó del montón de soldados que se había formado.
Salimos del cuartel y nos encontramos a mitad de la calle. Caminábamos entre toda la gente y sentía las miradas de todos los días desde que llegué a este mundo. Entramos a una calle abarrotada de gente y en las vitrinas mostraban diferentes tipos de ropas y armaduras. Era como el centro de la ciudad, dónde había una calle llena de ropa, principalmente de marca y que sabía nunca compraría, pero aquí parece ser ropa común y de precios normales, más armaduras. Raquel volvió a jalar de mi ropa y nos metió a un local. Cuando se abrió la puerta sonó la clásica campana y una mujer con un vestido medio de color café claro con flores nos recibió.
Empleada: "Bienvenidos a Mándala, en qué puede su servidora ayudarles, capitana"
Raquel: "Buenos días. Hoy solo vengo a buscar ropa para mi acompañante"
Empleada: "Y veo la necesidad. No conozco aventurero alguno que destruyera de esa manera su ropa. Incluso los muertos están mejor vestidos"
Raquel: "¿Alguna sugerencia?"
Empleada: "Umm. Tal vez una camisa manga corta con refuerzos de cuero por delante y en los hombros, más una falda corta protegida por malla, y..."
Raquel: *se ríe silenciosamente*
Empleada: "¿Paso algo?"
Raquel: "Discúlpeme, es que me llegó a la cabeza una imagen graciosa"
Empleada: "Oh, está bien. Cómo decía, para compensar la desprotección de las piernas podría usar unas medias largas de lana, las cuales pueden tener una protección metálica como rodilleras o espinilleras. Para los zapatos es posible que el cuero sea la mejor opción, y el último toque sería un porta cuchillos, el cual podría ir en su hombro, o en su cintura. ¿No sé qué le parecería a usted?"
Yo: "Suena algo complejo, pero ideal, y aunque la falda sea cómoda, digamos que soy más de usar pantalones"
Empleada: *sonrojada* "Mil perdones. Pensé que era una dama. Por favor, discúlpeme"
Raquel: *se ríe más y tapa su boca con la mano*
Yo: "Descuida, uno se acostumbra con los años"
Empleada: "Entonces podemos sustituir la parte baja con un pantalón de tela que cuente con protecciones metálicas"
Yo: "Suena bien para mi"
Empleada: "Síganme por favor. Le mostraré unas prendas y telas de ejemplo"
Raquel y yo la empezamos a seguir por la tienda, la cual tenía el tamaño de dos tiendas de comestibles. Raquel se seguía riendo a lado mío, y me volteaba a ver solo para reírse un poco más.
Yo: "Te divierte que me confundan"
Raquel: "No, pero ahora quiero verte usando una falda y una blusa, a lo mejor eres una mujer muy, muy, muy bonita"
Yo: "Seguirás soñando"
Raquel: "Tal vez sea poco tiempo"
Llegamos hasta un pasillo lleno de playeras y camisas de diversas formas y colores, las cuales se exhibían en maniquíes de madera. No sé veían mal, pero la textura de estás era diferente a la ropa que usualmente he usado durante toda mi vida. Ligeramente más áspera y gruesa, pero no eran molestas.
Empleada: "¿Algo que sea de su agrado?"
Yo: "Me llaman la atención algunas, pero no sé si puedan sustituir a mi uniforme"
Empleada: "¿Qué busca exactamente?"
Yo: "De hecho me gustaría conservar lo que es el diseño de camuflaje, además de que sería necesario agradarle mi porta cuchillos al hombro izquierdo. Lo último sería que fuera de mi talla. Solo eso"
Empleada: "Umm. Podría ver la tela de su ropa, si no es molestia"
Yo: "Claro"
Me quite la camisola y se la entregué a la chica. Ella la comenzó a inspeccionarla y luego volteo a verme.
Empleada: "Creo tener una manera para repararla y mejorarla, y creo poder hacer lo mismo con los pantalones. ¿No sé si este usted de acuerdo?"
Yo: "Claro que lo estoy"
Empleada: "Maravilloso"
La chica se quedó con mi camisola y luego le entregué mi pantalón. Ella me prestó uno de repuesto para no estar medio desnudo por el lugar. Nos dijo que tardaría una hora en confeccionar todo, por lo que esperaremos una hora. Raquel decía que sería bueno comer de momento, ¿Y por qué no? Después de todo ya tengo hambre.____________________________________________________
Paso la hora y volvimos al local después de comer unos espaguetis. Hace años que no comía pasta.
Entramos a la tienda y la misma chica nos recibió con su gran sonrisa. Dijo que mi ropa estaba lista y nos guío hasta un maniquí que la traía puesta. La camisola la había recortado, ahora era de manga corta, y ya no llegaba hasta mi cadera, ahora solo tapaba la mitad del estómago y no tenía los botones, al parecer no podía cerrarse. La inspeccione más a fondo y ví el porta cuchillos en su posición. Tenía hombreras de cuero verde y aún mantenía el bolsillo delantero donde guardaba algunas cosas algunas veces. También cosió la bandera en el hombro derecho, y dejo el águila en su lugar. A los laterales tenía otro agravado, pero no sabía para que era, solamente sospechaba que era para sujetar algo.
Los pantalones no cambiaron mucho. Seguían igual de largos, y en las rodillas está cubierto de cuero café. La parte baja también tenía unos agregados como los de la camisola, pero repito que no sabía para que eran.
Empleada: "¿Qué opina?"
Yo: "Me encanta. Me gustó lo que hicieron con el cuchillo y los agregados de cuero, pero no sé para qué son estas cosas" *señalando los otros agregados*
Empleada: "Pruebe la ropa en lo que traigo las piezas faltantes"
Ella se fue al almacén mientras yo fui al probador. Primero me probé el pantalón y después me puse la camisola, la cual hacia destacar más la playera blanca que llevaba debajo. Salí y Raquel dio un silbido de sorpresa, al parecer le gusta. Creo que se vería mejor con mis botas limpias y unos guantes de tirador.
La chica regreso después de unos minutos y traía algunas piezas de metal. Casi se caía, pero en un giro con brinco logro recuperarse y evitar tirar todo al suelo. Delicadamente bajo todo al piso y se volvió a nosotros.
Raquel: "¿Eso son...?"
Empleada: "Así es, un caparazón ligero para el pecho y espinilleras de metal"
Yo: "¿Y para qué son?"
Empleada: "Son una defensa extra para usted. Las pequeñas agarraderas que hay en su ropa son para esto, y no se preocupe, no pesan mucho y no estorban además de ser fáciles de colocar y remover"
Tomo la coraza y la pegó a mi pecho, luego la coloco en las agarraderas y en unos segundos ya estaba puesta en mí. Hizo lo mismo con las espinilleras y término.
Empleada: "¿Qué tal? Cómodo ¿Verdad?"
Yo: "Si, ya tendré tiempo para acostumbrarme a la coraza"
Empleada: "Maravilloso. Serán 370 monedas"
Lo repito otra vez, no sé si es mucho, si es poco, o si es justo, aún no sé cómo funciona esta economía.
Raquel pago y salimos del local.
Raquel: "Ahora ya estás más presentable"
Yo: "No creí que un cambio de look me agradaría tanto"
Raquel: "De cierta forma está ropa te hace parecer más varonil. Tal vez ya no te confundan con una mujer"
Yo: "¿Sigues con eso?"
Raquel: "Si, y seguiré así hasta que TÚ, no me invites un trago"
Yo: "Me parece bien, aunque aún es temprano para beber"
Raquel: "La ciudad es grande, podemos perdernos un rato en las calles hasta que sea la hora de beber"
Dicho esto, comenzamos a recorrer calles al azar, por lo menos hasta que abrieran un bar.
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One arrow, one kill
AdventureDe una manera misteriosa, Archer, un francotirador de la fuerza armada estadounidense, parece haber llegado a otra dimensión después de que ocurriera un ataque con misiles cerca de su posición. Ahora su misión será encontrar la forma de regresar a s...