Alianza De Combate

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Estábamos llegando a las puertas de la ciudad después del pequeño paseo que habíamos hecho. Einar seguía inconsciente en mis hombros, Erika caminaba como alguien normal, aunque se le notaba una sonrisa en el rostro, y Kami estaba emocionada, no sabía en qué momento obtuvo el papel de misiones del gremio, pero ahora podía reclamar una recompensa por los pocos lobos que habíamos matado en el camino.
Cada vez las puertas se veían más grandes, al igual que los guardias que la cuidaban, en especial uno de ellos, un paladín grande cuyo casco solo protegía la parte baja de su cabeza, dejando al descubierto sus ojos y su cabello, y que a su vez sostenía un mazo de dos metros como si fuera un palo de escoba, además de que me invitó a comer una vez.
"Mauro"
"¿Ah? Archer. Qué gusto verte"
Él extendió su mano y yo hice lo mismo, y luego nos dimos un apretón de manos. Tuve suerte de que su armadura no me rompiera la mano.
"Dime, qué..."
Sentí como alguien presionó mi hombro derecho y luego vi a Erika saltando sobre mi para darle una patada a Mauro, pero él bloqueo el golpe y le regresó parte de la patada logrando derribarla. Ella se levantó y se lanzó con la intención de darle un puñetazo, pero Mauro detuvo el golpe tomándola del brazo para luego darle vuelta y tomar su brazo izquierdo. La sostuvo firme para luego golpear sus piernas y lograr ponerla de rodillas.
Yo y los otros dos guardias de la puerta nos dirijamos a ellos para separarlos, pero el amarre de Mauro era demasiado fuerte.
"Dime Archer ¿La conoces?"
"Es una aliada, ahora podrías soltarla"
"Primero me tiene que aclarar el porqué me atacó"
Yo también tenía esa duda. Ya se que es alguien violenta, pero atacar a un guardia de esa manera ya era imprudente, y me percate que los otros guardias estaban listos para desenfundar espadas.
"Bien, ¿Por qué me atacas?"
"..."
"Eres soldado de Liet, ¿Verdad?"
"..."
"Solo dejala. Yo te explico la situación"
"OK, Archer, confiaré en ti" luego soltó repentinamente a Erika y ella cayó fuertemente al suelo. "Bien, ahora explica porqué hay un soldado enemigo aquí"
"Es una historia más compleja de explicar, pero te puedo asegurar que ella no es soldado de Liet, ya no"
"¿Y el chico?"
"Esta inconsciente, pero herido"
"Los llevaré a una clínica, aunque mantendré vigilada a la elfo"
Mauro tomó a Einar y luego comenzamos a caminar por las calles de la ciudad hasta la clínica, y por millonésima vez volvía a sentir las miradas de la gente, pero ahora no iban directamente a mi, ahora iban a Erika. También era posible escuchar varios murmullos, aunque no sentía que fuera importante siquiera prestarles atención.
"Aun falta algo de tiempo, así que me gustaría escuchar esa compleja historia"
"Verás, el día de ayer, mientras cazabamos lobos, nos encontramos con este chico, quien al parecer escapó de unos esclavistas. Nos pidió ayuda y tratamos de cuidar de él lo mejor que pudimos, pero en ese momento no creíamos que fuera algo tan serio"
"¿Y la mujer?"
"Resulta ser la hermana del chico. La logré rescatar, aunque quedan varios esclavos más"
"Déjame adivinar. Piensas en salvar a todos ellos"
"En efecto"
"No se qué tan buena idea sea esa"
"¿No te agrada?"
"Esta bien que quieras liberarlos, ¿Pero qué pasará después? No puedes simplemente dejarlos libres y ya, la mayoría no tendrá un lugar al que volver, varios de ellos morirán de hambre en las calles, o podrían tener destinos peores, como volver a ser capturados"
"La guardia podría ayudar"
"Olvidate de eso. Hay dos motivos por el cual no podemos meter mano en ese asunto"
"¿Y cuáles son esos dos motivos?"
"Llegamos"
Volte a ver y vi el edificio de la clínica. No era la clásica clínica de Estados Unidos que conocía, pero se asemejaba algo. Mauro entró al frente mientras nosotros le seguíamos. Él se encargo de hablar en recepción y de llevar a Einar hasta la sala médica. Erika entró con él y también le hicieron una prueba médica. Mauro salió y nos quedamos esperando en la sala de espera. Yo le había preguntado sobre los motivos por los cuales no nos podía ayudar, pero su única respuesta fue.
"Hay mucha gente aquí que puede escuchar. No es seguro"
Esa respuesta no me calmo para nada, y me hizo pensar sobre qué sería tan importante y confidencial que no debiera ser revelado por accidente.
Llegó una enfermera y nos dijo que ambos se encontraban bien, aunque era necesario tratar los golpes con magia, medicina y vendajes, ya que existía la posibilidad de que Einar desarrollará problemas musculares. El tratamiento ofrecido no parecía muy caro, pero en este momento no tenía el dinero suficiente. Deberíamos esperar sólo un poco más.
Todos salimos de la clínica y nos sentamos en la calle un rato. Veíamos pasar a las pocas personas que transitaban por la calle, pero el silencio se sentía incómodo, incluso Kamelia estaba sentada y con una expresión ligeramente seria en su rostro.
"¡Imbecil!"
Un grito de la nada nos sacó de nuestros pensamientos de forma abrupta. Me gire para ver quién fue el hombre que grito, pero al hacerlo sentí una patada fuerte en mi pecho, la cual me hizo dar dos vueltas en el suelo.
"¡Al fin te encuentro, Imbecil!"
Levante la mirada y vi a un hombre como de mi edad con una armadura plateada con marcas rojas, un cabello castaño y desordenado, y con una espada enfundada de su lado izquierdo. Esperen, ya se quien es este imbecil.
"Triono, detente"
"Primero me tengo que vengar de él"
Él trato de darme una patada, pero logre quitarme del camino y luego me puse de pie. En ese momento, el tipo ese logro darme un puñetazo en pecho, y no logré defenderme a tiempo. Nuevamente intento darme otro golpe, pero ahora logré esquivarlo y pasando por debajo de su brazo me posicione detrás de él y le di una patada en la espalda con la cual logré empujarlo unos metros. Él se veía cabreado y listo para darme otro golpe, pero uno de los guardias que estaba con nosotros lo tomó de los brazos, mientras que a mí, Mauro fue quien me sostuvo de los brazos para evitar que me siguiera peleando con aquel idiota. Yo me detuve y no puse resistencia a diferencia del otro tipo quien trataba de liberarse, y de alguna manera logró liberar su brazo y darle un golpe a la cara al guardia y así escaparse, pero el otro guardia se lanzó contra él y lo tacleo de tal forma que parecía jugador profesional de fútbol. Mauro me soltó y yo solo decidí ver. De alguna forma eso alegró mi día.
"Creo que tendremos que arrestarlos por alterar la ley" dijo el guardia golpeado.
"Por favor, denle una segunda oportunidad" dijo la maga del grupo "Procuraremos que no vuelva a pasar"
"También debería de ponerle cargos por agredir a un guardia"
Yo por algún motivo me reí un poco.
"¿De qué te ríes? Te recuerdo que tú tienes un gran problema por traerla aquí" me dijo el guardia encabronado.
"Aún estamos investigando eso, Nando" respondió Mauro.
El guardia sólo dejó salir un quejido. El otro guardia se levantó y dejó libre al idiota, y sus amigos fueron directo a él. Ahora eran ellos quienes lo estaban deteniendo para que no me atacará. Por mi parte, Kamelia se había puesto en frente de mí para defenderme. Sabía que no lograría mucho, pero él gesto era lindo.
La tensión existente entre los guardias, el idiota y su grupo, y Kamelia y yo estaba creciendo ligeramente, solo era necesario un pequeño detonante para volver a empezar con la pelea.
"¡Arggg!"
Escuchamos el grito de alguien y a los segundos vimos a un sujeto saliendo de espaldas de un callejón. Parecía que había sido atacado, y no estaba equivocado, después de que él salía, una chica salió del callejón y le dio un golpe en la cara que casi lo derriba (por cierto, esa chica era Sarah). Ella preparo su antebrazo y lo empujó con tal fuerza que logramos escuchar la caída del tipo. El hombre trató de desenfundar un arma, pero Sarah se percató rápidamente de eso y lanzó su cuchillo contra la mano del hombre y luego piso la otra mano con su pie izquierdo.
Todos fuimos a ver lo sucedido, aunque ahora me preocupa que arrestaran a Sarah por esto. Mauro y otro de los guardias llegaron y rodearon a Sarah mientras el otro veía la condición del hombre. Kamelia y yo fuimos con Sarah para tratar de ayudarla mientras Erika se acercó al hombre.
"¿Qué es lo que pasó?" le pregunté.
"Ese tipo los lleva siguiendo desde hace rato, además de ser un miembro de Sons of Quirce"
Yo no entendí eso, pero Mauro y el guardia sí. Ambos voltearon a ver al hombre y yo hice lo mismo. Al parecer el guardia que iba a atender al hombre ahora evitaba que Erika le golpeara, por lo que trataba de alejarla. Mi sorpresa fue que el hombre era uno de los guardias del campamento de esclavos. Era obvio que nos siguió.
"Archer, él es uno de los tipos que les robaba a los comerciantes en Baljo"
"¿Qué les robaba a los comerciantes? (Espera, es cierto) Tienes razón. Ya me había olvidado de ellos"
"¿Los conoces, Archer?" preguntó Mauro.
"En mis primeros días aquí terminé en una pelea contra un grupo de ellos, y ahora resulta que son parte del campamento de esclavos"
"¿Puedes confirmar que él es parte del campamento?" preguntó el guardia de la careta abollada.
"¡Claro que lo puedo confirmar!" gritó Erika mientras agitaba sus piernas en el aire ya que el otro guardia había logrado atraparla entre sus brazos "Ese es uno de esos hijos de perra que nos han torturado. Ahora sueltame"
Mauro y los guardias se vieron entre ellos con una mirada de que decía claramente que estábamos en problemas.
"Zen. Ve al fuerte y trae a un pelotón, puede que sea una base de operaciones ilegales a lo que nos enfrentamos"
"Sí, señor"
El guardia soltó a Erika y salió disparado como bala. Esto se volvió algo más grave de lo esperado.
"Archer, necesito toda la información que tengas sobre ese lugar"
"Claro, no hay problema"
Yo empecé a contarle sobre lo poco que sabía, los guardias que habían y la cantidad de los mismos aproximadamente, como era el jefe del lugar y sobre la colina cercana. Erika también empezó a dar información, incluso más detallada de lo que yo podría. Tenía conocimientos generales sobre los guardias, sus estatura promedio, las armas que éstos usan y las armaduras, también sus comportamientos, siendo la gran mayoría de estos mercenarios despiadados. También informó sobre los demás esclavos, indicando la separación entre esclavos doméstico y esclavos para la guerra, y entre estos se encontraba una en particular. Su nombre era G, y la conocían como el ejército de una sola mujer. Según Erika, liberar a G sería el equivalente a acabar con 3/4 de los mercenarios, por lo que ella sería una prioridad. Además de eso, Erika también nos dio las estrategias de vigilancia que usaban. Patrullan el lugar en grupos de tres a cuatro, y también tenían torres de vigilancia dentro, lo que les permitía saber si faltaban guardias o esclavos, y así eran ellos quienes daban la señal. También tenían horarios específicos de tres turnos, siendo uno de estos para dormir, aunque estos horarios no eran iguales para todos, mientras unos guardias rolan el patrullaje, a otros aún les quedaba una hora antes de rolar, por lo que el lugar siempre estaba en actividad continua. La mejor solución a eso era crear una distracción para alejarlos, o en cualquier otro caso usar maquinaria como catapultas pequeñas o algo parecido, aunque y puede que yo esté exagerando.
Pasaron tres horas y ya estaban listos 28 soldados de la guardia, entre los cuales habían espadachínes, magos, ballesteros, y soldados de mayor rango con armadura completa y más blindada. Esos soldados eran caballeros, y eran capaces de portar ballestas y espadas largas, a demás de que uno de ellos domina cierto poder mágico. Y el capitán de todos ellos sería Mauro, quien resulta que es subcapitán de la armada y también es un caballero del reino. También se prepararon para el ataque el grupo del idiota y el idiota. Al parecer ellos querían ayudar y conseguir algo de dinero con lo que pudieran robar del lugar, y esa misma mentalidad fue la que convenció a Kamelia y a Sarah de ayudar. Por otro lado, Einar (quién ya se había despertado) y Erika se estaban preparando para pelear, aún cuando su condición no era la mejor, y no tenían armas ni armaduras, apenas y tenían ropa y Erika aún tenía mi uniforme puesto. Y finalmente quedó yo, quien únicamente ha limpiado sus armas. ¿Cuándo habrá sido la última vez que dispare mi rifle? El metal y el plástico se sentían tan fríos, y el último cargador aún tenía las últimas seis balas. La pistola, por su parte, si la he usado, pero solo tengo un cargador intacto de balas industriales, y si pierdo esas balas perderé toda oportunidad de replicarlas en este mundo. Si bien aún tengo algunas balas hechas por el herrero, debo decir que son de muy mala calidad, aunque ya sabía que sería imposible fabricar una con tal precisión disponiendo de estos recursos. Bueno, debo dejar de perder el tiempo con estos pensamientos, el asalto será en unos minutos y aún tengo la cabeza llena de cosas.

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El sol se estaba poniendo, y los pocos rayos de luz iluminaban la gran puerta de la ciudad, y debajo de esta se encontraba Mauro al frente del pelotón.
"Soldados del reino de Valdivia, hoy el enemigo está en las puertas de nuestra casa y cree que es libres de hacer lo que quiere, pero no permitiremos que estos delincuentes sigan aterrorizando a nuestra nación. Recuerden porque luchan soldados. Recuerden por quienes luchan"
Todos los soldados soltaron un grito y alzaron sus armas al aire. Todos ellos estaban listos para luchar, y me recordó a mis compañeros justo antes del aterrizaje en España. Por su parte, Erika y Sarah soltaron un quejido en señal de estar molestas después de que Mauro terminará su discurso, después de todo Erika fue capturada por uno de sus comandantes, y Sarah era una criminal buscada por la guardia.
"Archer, serás el guía"
"Entendido"
Me moví hasta el frente del grupo y luego Mauro dio la orden de avanzar. Estaríamos ahí en cuestión de minutos, pero eso no significaba que termináramos rápido.

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