Segundo Asalto

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7 PM, ya no creo que valga la pena corregir la hora del reloj si en este momento debemos estar entre las 3 y las 4 AM.
El enemigo en este momento se está recuperando, e incluso está recibiendo refuerzos, se puede ver desde la nueva torre de observación. Nosotros hemos conseguido más piedras para la catapulta, e incluso están modificadas para explotar cuando golpeen tierra, también están afilando las armas en la herrería a unas calles de aquí. Logramos obtener un puñado más de flechas y algunas otras más rústicas. Los magos recuperaron energía y estaban ayudando con los heridos. Se enviaron cuatro patrullas de seis combatientes cada una para encontrar a enemigos que quisieran flanquearnos o rodearnos, o simplemente atravesar el pueblo.
Muchos ya habían caído ante el sueño, Kamelia y Einar incluidos, y otros trataban de mantenerse en pie solamente con su voluntad.
Estaba comiendo con algunos guardias alrededor de una fogata, ¿El platillo? Brochetas de verduras asadas. El entorno estaba totalmente en silencio, pero éramos capaces de escuchar a los goblins bailar y cantar (gritar) de alegría, era estresante.
Me sentía muy cansado, y de no ser por la fogata posiblemente ya estaría dormido. El fuego me mantenía despierto, al igual que los gritos de ellos.
???: "Hey, ¿Estás bien?"
Alguien me tomo del hombro y me sacudió. Levanté mi cabeza y vi a los guardias con los que estaba comiendo.
Soldado: "Duerme un rato, ya hiciste mucho"
Yo: "No puedo, debo estar alerta"
Sacudí mi cabeza para salir del trance y me levanté. Estiré las piernas un poco y caminé a la línea de defensa, dónde Raquel permanecía con algunos cuantos hombres, los cuales estaban fatigados.
Raquel: "Solo un poco más y acabaremos con esto" se decía a sí misma.
Ella sostenía su espada lista para atacar, y en su rostro se veía el cansancio y la determinación. El vendaje que tenía en su hombro estaba lleno de sangre y parecía dolerle, y aun así se resistía a descansar.
El cuerno de guerra del enemigo sonó y la manada de orcos comenzó el avance. Creí que atacarían rápidamente como hace un momento, pero ahora se acercan lentamente en falange con sus escudos improvisados.
En nuestro lado, tomamos posiciones defensivas. Los magos, además de curar a los heridos, potenciaron algunas ballestas con un hechizo de potencia, esperando que las flechas fueran capaces de atravesar los escudos de madera, pero esto dejo a los magos sin energía y retrocedieron a la última barricada.
El enemigo había llegado a la segunda barricada, y desde un edificio dispare al barril de pólvora que teníamos como trampa. Este exploto y derribo por lo menos tres edificios de la calle, enterando vivos a un gran número de ellos, y por suerte a una de las ballestas que tenían. Los pocos que escaparon, pero quedaron al frente del grupo, continuaron avanzando, pero se juntaron más para no dejar huecos vacíos entre sus escudos. Los defensores eran capaces de verlos, pero no sé atrevían a romper la línea, esperarían hasta que llegaran.
Los demás buscaban la forma de cruzar atravesando los escombros, y aproveché ese momento para dispararles con la ballesta ya que estaban al descubierto. Raquel ordeno a los ballesteros disparar una lluvia de flechas y en segundos varias flechas llenaron el cielo y comenzaron a caer sobre el enemigo.
El primer grupo había llegado hasta la barricada, y los defensores trataron de detenerlos, pero los escudos les complicaban las cosas y mataron a algunos. Raquel comenzó una pelea en solitario contra los orcos que cruzaban, siendo un combate 7 a 1. Lo que sobrevivía de la línea defensiva evitaba que ese número aumentara.
Uno de los orcos se acercó listo para atacar, ella se adelantó, se agachó y cortó sus rodillas. Otro la atacó desde arriba, pero ella bloqueo con su espada y luego desvío el hacha enemiga, dio un giro por su espalda y cortó ferozmente el abdomen de orco. Dos de ellos trataron de flanquearla, y el orco con las rodillas rotas trato de atacarla desde abajo sin que se diera cuenta. Una flecha paso y atravesó el ojo de este, matándolo al instante. Era Erika quien decidió ayudarla. Tomo otra flecha y la disparo contra el orco de la derecha, lastimándolo del hombro. Raquel aprovecho eso para lanzarse de frente contra el otro, atravesando con su espada el torso del enemigo, pero ella igualmente recibió una herida en su lado derecho del torso. Levanto su pierna derecha y con su pie saco al orco de su espada, con su mano izquierda se apretó la herida y con la derecha sostuvo fuertemente su espada. Otro orco se aproximó y trato de herirla, ella desvío el ataque y otra flecha apareció atravesando el cuello del enemigo, y después otra impactando en el casco de otro que se acercó sin que ella se diera cuenta. Percatado de eso, dio un giro de abajo a arriba para luego bajar la espada y decapitarlo. El último quedó en un combate contra dos guardias, siendo derrotado por ellos no sin antes matar a uno cortándole por la mitad.
Yo trataba de contener a los pocos que subían los escombros con mi ballesta, pero mis flechas eran cada vez menos, teniendo 14 para ser exactos.
Pretendía bajar para recargar, pero un fuerte grito rodeo toda la barricada, y de las calles adyacentes aparecieron cientos de goblins, tomando por sorpresa a todos. Raquel ordeno una retira masiva, y todos corrieron hacia la última barricada, pero los heridos no pudieron ser extraídos, al igual que la catapulta. Los gritos de dolor y terror de ellos eran tales que incluso escuchaba como se ahogaban en su sangre.
Todos los que pudieron escaparon y se reagruparon en el centro, los que no, ahora están muriendo de una forma cruel, excepto yo, que me quedé atrapado en el techo de un edificio con una gran marea verde debajo de mí.

One arrow, one killDonde viven las historias. Descúbrelo ahora