¿Qué pasa cuando eres rechazada por tu alma gemela?
Nanhee tuvo que esperar años para estar con su compañero destinado, pero cuando cree que es el momento adecuado, él no hace más que rechazarla fría y despiadadamente rompiendo en mil pedazos su pob...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Desde muy pequeña había comenzado con su aventura de escalar árboles. Le gustaba la sensación de subir y subir cada vez más y más alto, dejando la tierra muy por debajo de sus pies. Le gustaba la perspectiva desde donde podía ver todo, se sentía llena de libertad y renovada, especialmente cuando lograba llegar a la copa de los árboles. Los más divertidos de escalar eran los ombúes, un árbol de muy fácil acceso y con ramificaciones particulares e interesantes, con ramas que soportaran su peso y con muy grandes raíces que se asomaban por fuera de la tierra. Un árbol muy fuerte y generalmente añejo.
Pero esa vez se había aventurado a escalar un roble que nunca había visto, estaba mucho más alejado del lugar al que usualmente iba, su papá le había marcado un camino exacto por dónde ir, así no se perdía o en caso de alguna emergencia él sabría dónde buscarla, pero esa vez decidió aventurarse un poco más allá y encontró un muy hermoso roble que tenía ramas que se bifurcaban hacia todos lados, por su cabeza pasó la idea de que parecía el cabello de serpientes de Medusa.
No se contuvo demasiado en cuanto lo vio y corrió hacia él con entusiasmo de trepar sobre él. Lo único que odiaba de ese pequeño pasatiempo era que terminaba con bastantes astillas en las palmas de sus manos, pero no pensaba demasiado en eso cuando la adrenalina de estar en la cima la llenaba.
Su diversión no duró demasiado, porque cuando tenía la intención de subir más alto, pudo escuchar un gruñido debajo de ella.
Mirando curiosa hacia abajo se encontró con los ojos dorados rojizos de Jungkook en su forma animal. No supo en que momento había llegado porque no estaba prestando la suficiente atención a ello como para notarlo.
Él la miraba con seriedad, nunca le gustaba mucho cuando subía más de la cuenta.
-Mira este bonito árbol que encontré, Jungkook –dijo alzando la voz desde unos cuantos metros más arriba-. ¿No es bonito? –acarició al árbol como si fuera un cachorro-. Lo acabo de encontrar.
Jungkook bufó un poco molesto y luego volvió a gruñir. No le había gustado que Nanhee se desviara de donde usualmente debería haber estado cuando la fue a buscar al lugar de siempre. La encontró porque pudo rastrear perfectamente su aroma y porque ambos tenían un vínculo fuerte que los unía como almas gemelas.
Nanhee comprendió inmediatamente que Jungkook no estaba del mejor humor, por eso suspiró. Ella no quería molestarlo aún más, Jungkook era muy paciente, pero algo ya lo había hecho enojar y no quería empeorar más las cosas.
Además... Podía sentirlo en ella.
-Bien, ya bajo –respondió casi bufando y Jungkook se sentó sobre sus patas traseras a que ella bajara de ese árbol inmenso.
Siempre se ponía nervioso cuando ella subía y subía, sin importarle demasiado la altura a la que estaba. Nanhee no miraba hacia abajo y por supuesto que no le temía a las alturas, sino, no haría ese tipo de cosas, pero le daba mucho miedo que pisara alguna rama en mal estado y cayera. O que se golpeara con alguna otra y no pudiera sostenerse a tiempo y cayera en caída libre. Siempre estaba alarmado cuando ella trepaba como si fuera un mono.
Se removió inquieto y ansioso cuando ya estaba a una altura considerable y ella le sonrió para calmarlo. Nanhee sintió los nervios ajenos y quiso tranquilizarlo de alguna manera.
-No es para tanto, ¿ves? –Estaba a tan solo dos metros del suelo y de él-. Ya estoy casi en tierr...- pero cuando pegó un brinco desde el árbol hacia el piso, apoyó mal los pies en su aterrizaje y terminó por caerse y raspándose las rodillas.
Jungkook corrió hacia ella inmediatamente y la empujó con su cabeza queriendo ver que estuviera bien.
-Auch –dijo cuándo movió sus piernas y se miró las rodillas completamente raspadas.
Se sentó con Jungkook todavía casi sobre ella, lleno de preocupación y lloriqueando como un pequeño cachorro.
-Estoy bien... -dijo con la voz un poco apretada, le dolían bastante las rodillas y Jungkook la miró de manera afligida cuando comprendió como se sentía.
Él, muy preocupado acercó su cabeza hacia la de ella soltando un pequeño lloriqueo, lo que hizo a Nanhee regalarle otra sonrisa. Le acarició la cabeza con cariño y él cerró los ojos.
-Solo arde un poco... Pero estoy bien –susurró todavía acariciando su cabeza con ternura y él en ese momento abrió los ojos y se dio cuenta que era ella quien lo estaba consolando a él, en vez de él a ella que era la que estaba lastimada.
Entonces se alejó de Nanhee y con otro cabezazo sobre sus rodillas le pidió que extendiera sus piernas y ella comprendió inmediatamente.
Mirándolo con curiosidad, notó como él se acercaba a su rodilla derecha y le lamia la herida, limpiándole la sangre.
La acción le provocó ardor y cosquillas, por eso tuvo el reflejo de apartarlas de él, pero Jungkook la miró y se lo imaginó elevándole una ceja, así que continuó con la otra de la misma manera y ella se dejó cuidar y curar por él.
Los lobos de por si sanaban bastante rápido, los omegas no tanto como los alfas, pero cuando estos proporcionaban el elixir de su saliva, la herida prácticamente cerraba al momento y eso sucedió.
Especialmente cuando el que te curaba era tu compañero destinado.
No quedó ni una herida sobre sus rodillas, ni un pequeño rastro de sangre, solo la brillante y húmeda saliva que la lengua de Jungkook había dejado sobre su piel. Le dio un poco de asco, pero miró maravillada como no tenía nada sobre su rodilla y sonrió encantada por eso.
-Gracias, Jungkook –exclamó tirándose sobre él abrazándolo por el cuello y acariciando su pelaje negro.
Jungkook al principio se sobresaltó, pero luego se relajó y se dejó estar en sus brazos, sonriendo en su mente por el cariño que Nanhee le daba.
Eso era todo lo que necesitaba.
__________________________
¡Hola! Acá está el primer extra, ya es jueves acá así que se los dejo ¡Realmente espero que les guste mucho!
Nanhee en esta parte creo que tiene ocho y JK quince, si no me equivoco. Se llevan unos cuantos años de diferencia.
¡Gracias por el apoyo!
¡Les mando un beso y un abrazo! ¡Nos vemos el lunes!
