¿Qué pasa cuando eres rechazada por tu alma gemela?
Nanhee tuvo que esperar años para estar con su compañero destinado, pero cuando cree que es el momento adecuado, él no hace más que rechazarla fría y despiadadamente rompiendo en mil pedazos su pob...
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Nanhee había perdido a sus padres de vista entre el montón de gente que corría desesperada para buscar un refugio.
Todos la empujaban de un lado a otro sin detenerse por un segundo a ver que allí había una niña llorando desconsoladamente porque estaba sola.
Todo el pueblo se había vuelto un caos y Nanhee se había desorientado del miedo, sin poder ubicarse si estaba cerca de su casa o de algún lugar que ella conociera, como su escuela, la alcaldía o algún otro lugar remotamente conocido en aquellos momentos. Pero fue peor cuando los gritos desgarradores comenzaron junto con los gruñidos. Algunas personas comenzar a transformarse en lobos para ayudar a la manada junto con los lobos de la seguridad que no estaban haciendo abasto contra todos los renegados que estaban atacando.
- ¡Mamá! -Nanhee llamó a su mamá y trató de usar su olfato, pero entre la maraña de gente enloquecida era algo bastante complicado. Había muchos olores y había mucho ruido como para poder concentrarse y aún más cuando ella recién estaba empezando a aprender a usar correctamente sus sentidos.
Comenzó a correr también cuando un par de lobos cayeron a su lado entre gruñidos, mordidas y sangre y poco después logró esconderse detrás de un puesto ahora vacío de la feria que había reconocido ya que con su familia iban mucho por allí.
No supo cuánto tiempo estuvo escondida, pero intentó camuflarse en la oscuridad para que nadie la viera, pasaría horas si fuera necesario para permanecer segura.
Pronto el lugar se había convertido en un campo de batalla y lobos contra lobos se atacaban entre sí, la sangre comenzó a esparcirse con rapidez y el ambiente se había vuelto tétrico y lúgubre. El olor metálico y nauseabundo hicieron que Nanhee estuviera a punto de vomitar.
La oscuridad de la noche no ayudaba en absoluto al ambiente, parecía una escena de una película de terror, nunca había presenciado algo así en su corta vida y Nanhee estaba presa del pánico, temblando de miedo debajo de esas tablas de madera que con un solo golpe podrían caerse encima ella.
- ¡Nanhee! -escuchó gritar a lo lejos. Una llamarada de tranquilidad la recorrió de arriba hacia abajo cuando identificó el tono desesperado y angustiado de su madre llamándola y buscándola.
Ella permaneció detrás del puesto de madera desmantelado unos cuantos segundos más, juntando el coraje para finalmente salir de ahí y reunirse con su familia, pero en cuanto escuchó nuevamente a su madre llamándola sin pensarlo mucho salió de allí con todas las intenciones de volver a casa, aunque no llegó muy lejos porque de repente un lobo color marrón de ojos azules se le puso en frente.
Eso no era lo malo. No, claro que no. Lo malo era que le estaba gruñendo enojado y mostrándole los dientes de una forma horripilante listo para atacarla. Nanhee chilló dando pasos hacia atrás queriéndose alejar de aquel lobo que tenía muchas intenciones de arrancarle la garganta en cualquier momento.
