| FINAL | "IR POT TI"

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A Nanhee por alguna razón le gustaba más su estudio de baile que su hogar para quedarse, siempre tenía alguna excusa para pasar más tiempo metida allí de lo que realmente era necesario.

Se excusaba ordenando y limpiando, pero lo que realmente hacía era perder el tiempo, como encender muchas velas aromáticas y contemplar por alguna otra hora como el sol se iba poniendo poco a poco, apagando el día dejando paso a que las estrellas brillaran con más intensidad y acompañaran a la luna. Aunque esa noche se veía un poco nublada.

Es que aquel bungaló era muy acogedor, le traía tranquilidad y calma. Si fuera tan solo un poco más grande se hubiera mudado allí.

Nanhee se sentó sola en la entrada, siendo iluminada tan solo con las varias velas que había encendido. La brisa era suave, un poco más fría, logrando que su piel se pusiera de punta y se abrazara ligeramente a sí misma.

Hacia un rato Lebink se había dado una vuelta por el estudio y le llevó una canasta de frutas que Gain le había pedido que le alcanzara. Se había quedado con ella como por una hora ayudándola a limpiar todo el lugar. Lebink era un gran amigo, encontraba rasgos suyos similares a los de Jae Woon y eso le enternecía un poquito el corazón, pero más allá de eso Lebink era un chico muy gracioso y soñador. Siempre andaba con la cabeza en las nubes, disfrutando del día a día. No vivía con presiones, iba a su ritmo y se dejaba llevar por la corriente de la vida.

Al principio no había tenido mucha interacción con él porque Cherise había acaparado toda su atención, pero luego cuando en su vida había aparecido la persona que había estado esperando tanto tiempo, Lebink decidió que podía acercarse finalmente a Nanhee. Su hermana había sido algo posesiva con Nanhee y eso había hecho que el muchacho no rondara tanto alrededor de ella.

Eso no quería decir que las intenciones de Lebink fueran más allá de una simple amistad. Aunque el chico no tuviera pareja, a él le gustaba tener muchos amigos y gente con la cual frecuentar. Algo bastante diferente a lo que Nanhee solía ser, pero con el tiempo fue cambiando ese lado cerrado y desconfiado y decidió comenzar a ampliar un poco más su círculo. Lebink era como el pequeño empujón que necesitaba para dar el paso. Nunca la obligaba a nada, si no, que le decía los pros y contras de cada situación y dejaba que ella misma tomara las decisiones finales, pero al ver que él era una persona tan simple y para nada complicada hacia a Nanhee querer ser más como él.

Por eso pasaron más tiempo juntos y Nanhee de a poco iba viendo las cosas con otros ojos, se sentía más relajada. Ya no pensaba tanto las cosas como antes y eso fue como un suspiro para su pobre cabeza que nunca paraba.

Pensó que todo lo que había pasado, mirando hacia atrás por unos pequeños momentos, había sido porque tenía que pasar así. Por más dolor que todo aquello hubiera causado, eso la había llevado a donde estaba en ese mismo momento. Se preguntó a si misma si se arrepentía de algo y después de varios minutos debatiéndolo, la respuesta fue que no.

Lo que le causaba un dolor irreparable y que sí le hubiera gustado poder evitar era la muerte de su hermano, no había nada que pudiera encontrar en eso que la convenciera de que su ausencia la hubiera llevado allí.

Pero Lebink le dijo algo que la había dejado pensando.

-Tal vez, él te trajo hasta aquí... Tal vez, él te quiso alejar de todo el dolor que estabas sintiendo y te guió hasta aquí. Puede ser que sea su manera de cuidarte y de que tuvieras un nuevo comienzo, ¿nunca lo pensaste?

No, lo cierto era que nunca lo había pensado de esa forma. Nunca se permitió pensar algo como eso, pero las palabras de Lebink le habían llenado el corazón de ilusión y consuelo. Imaginarse que Hyunbin la seguía en cada paso que daba y que la cuidaba desde donde quiera que estuviera fue como si su alma se hinchara aliviado y emocionado.

EL VÍNCULO | JEON JUNGKOOK +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora