¿Qué pasa cuando eres rechazada por tu alma gemela?
Nanhee tuvo que esperar años para estar con su compañero destinado, pero cuando cree que es el momento adecuado, él no hace más que rechazarla fría y despiadadamente rompiendo en mil pedazos su pob...
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Sus típicos ojos dorados rojizos, ahora eran rojos por completo, demostrando lo furioso que se encontraba. Sus ojos se ponían rojos cuando estaba muy enojado y parecía ser esa la ocasión perfecta.
Nanhee tuvo que tragar saliva por el aspecto que tenía.
Podía ver las venas de su cuello y brazos marcándose con fuerza mientras apretaba los puños.
Parecía un perro completamente rabioso.
La inquietó un poco su aspecto.
- ¿Ese es el tipo con el que sales? –su tono grave hizo que ella se estremeciera, parecía que era la bestia que había dentro de él la que hablaba-. ¿Ese viejo? –rio de forma incrédula y cínica.
-No es viejo –se limité a responder tragando saliva.
-Podría ser tu maldito padre –dijo entre dientes y ella casi escuchó su mandíbula crujir.
Lo miró atentamente y empezando a enojarse. ¿Otra vez lo mismo? ¿Otra vez volvía a reclamarle como si tuviera derecho alguno después de lo que pasó la última vez?
- ¿Lo único que tienes para decir son tonterías, Jungkook? –suspiró comenzando a agotarse del mismo jueguito que él estaba queriendo jugar.
Sus nudillos se pusieron blancos al escuchar las palabras desafiantes de Nanhee, por eso, él caminó todos los pasos que los separaban y la vio fijamente al rostro y cuando la respiró, su rostro se tornó en una mueca de asco. Ella sabía que olía completamente a otro hombre. Él se dio cuenta, pero luego sus ojos se fijaron en el cuello de Nanhee y fue cuando todo su semblante se desfiguró en una mueca de horror, de asco y de dolor para volver a alejarse de ella como si le hubiera dado el peor de los golpes.
Lo escuchó respirar pesadamente como si tuviera algo sobre el pecho que le impedía hacerlo correctamente y sus ojos rojos estaban más brillantes y empañados.
-Tú... ¿Tú dormiste con él? –preguntó entre el horror y el desconcierto.
Nanhee sabía que el olor que llevaba encima y las marcas de su cuello se lo habían hecho saber a él, pero aun así parecía estar esperando una confirmación negativa de su parte.
No respondió, no quería hacerlo, sino que intentó pasar por el lado de Jungkook hacia su habitación. No tenía por qué responder, a él no le importaba.
Pero él la detuvo como era esperado, agarrándola por la parte interna del brazo.
-Contéstame –ordenó y su demanda hizo a las piernas de la chica temblar. Sintió sus uñas clavándose en la piel del brazo.
- ¿Qué quieres que te diga? –giró la cabeza para verlo.
Sus ojos vagaron con desesperación sobre el rostro de Nanhee, todavía esperando una respuesta negativa de su parte.
